//𝔇𝔬𝔠𝔱𝔬𝔯 𝔭𝔢𝔯𝔰𝔬𝔫𝔞𝔩//(LeoPika)

#10: En la playa costera

Narración de Leorio

En uno de mis pocos constantes descansos en mi turno, tuve la oportunidad de pensar sobre Pika y mi familia. Hace varios meses que ya estábamos en una relación, y todos conocían que "Kurta Kurapika, el detective, se retira a Endless Winters para vivir tranquilamente con su pareja". Así eran las portadas de varios diarios por unas semanas. Hasta que todos parecieron olvidarlo.

Kurapika dejó de ser criticado, y de igual manera, a él ya no le parecía importar ser criticado.

Yo, la pareja de "El detective Kurta", vivía completamente en el anonimato. Solo la gente natal del pueblo conocía de nuestra relación.

Pero, a pesar de todo, mi familia no sabía nada. Ellos vivían en una ciudad costera lejana, muy contraria a Endless Winters. "Beashine", una ciudad muy visitada por turistas.

Una gran idea apareció en mi mente.

–¿Y si llevo a Kurapika conmigo a Beashine?–Pensé. Una grandiosa idea, en mi opinión. Conocería a mi mamá, papá, abuelo, abuela, primos, tíos. ¡También a Pietro! –Pietro...–

No visitaba desde hace mucho ni a mi familia ni a Pietro, quien estaba internado en un hospital de Beashine. Me dejó un vacío el saber de lo desconectado que estaba con ellos.

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–Oye, Pika– Hablaba en llamada con él. Sostenía mi teléfono con el hombro mientras estaba sentado cómodamente en mi escritorio. Estaba buscando boletos para ir a Beashine un par de semanas en mi laptop.

–¿Que pasa, Leorio?– Respondió con un tono intrigado.

–¿Te gustaría ir a Beashine conmigo?–Murmurré, ojeando los precios –. Eh, está bien si no puedes. Debes estar ocupado con el trabajo.

–No, iré – Dijó rápidamente —. ¿Es una especie de vacación?

–Pues, quería visitar a mi familia y a un viejo amigo. Me parecía buena idea que conocieras a mi familia.

–Bien, iré. ¿Tienes los boletos?

–Ejem...– No podia costear el boleto de un crucero para dos. Estaba boquiabierta en plena llamada, mirando a la pantalla –. Supongo que no vamos a ir. Mi sueldo de médico no puede pagar esto. Al menos no ahora. Podríamos esperar unos meses...

–Tranquilo, Leorio. Estás hablando con el detective Kurta. ¿Piensas que ya me gaste todo mi dinero?

–Pika...

–Está bien. Yo pago.

–Gracias.

Unos días más tarde, llegamos a Beashine. La situación de como habíamos entrado al crucero, y como habíamos salido era muy distinta. En la espera del crucero, en el puerto, vestimos ropas pesadas y abrigadas. En nuestras maletas, sin embargo, teníamos ropas veraniegas, y lentes de sol.

Kurapika se pasó el viaje con sus lentes de sol y atuendo veraniego. Una camisa de colorida y un pantalón corto. Yo le seguí el ritmo. Así que nuestra rutina se volvió tomar el sol, comer comida gourmet, y charlar en nuestra habitación.

Ya en el puerto de Beashine, tras los dos días de viaje, nos dispusimos a ir a la casa de mis padres. Aunque hay algo que talvez debía decirle a Kurapika.

Caminábamos por las calles soleadas, rodeadas de edificios llenos de ventanas azules, con vista a una larga playa donde habian muchas sombrillas, y especialmente, personas disfrutando el día de verano.

Cuando quería contarle sobre lo importante, lo noté muy abstraído. Miraba a la playa. Observaba todo. Gaviotas, niños chapoteando agua, y gente relajada tomando el sol.

–¿Pasa algo?

–No...–Negó, fijando su vista en mi –. Solamente, nunca antes había viajado por tantos lugares así. Estaba acostumbrado a la ciudad donde trabajaba.

–¿Nunca has viajado? ¿Ni en las vacaciones?

–Antes de venir a Endless Winters, casi nunca tenía vacaciones – Me parecía inhumano ese hecho. –. Creo que solo descansaba cuando no había más trabajo... Y aún así, buscaba por más y más casos.

–Wow... Nunca logré entender como pudiste sobrevivir así por años. Yo hago eso siendo doctor y moriría en dos semanas, te lo aseguro.

Su cara algo seria se transformó en una brillante sonrisa. ¿Cómo decirlo? ¿Un sol? Si, eso. Era un sol.

–Pika...– Debía decírselo. Me rascaba el cuello mientras hablaba –. Tengo que decirte algo importante.

–Dime.

–Yo... Bueno – Estaba muy nervioso –. No les dije a mi padre que tú eras mi novio.

–¿Que?–Se exaltó. –¡Leorio, eso es lo primero que tendrías que haberles dicho!

Se notaba en su cara que estaba enojado. Paramos de caminar.

–Me olvidé – Dijé apenado. –. ¡Tranquilo, mis padres saben que a mí me gustan los hombres!

El enojo disminuyó drásticamente en Kurapika.

–Oh. Bien, ¡Vamos!

Comenzó a caminar más alegremente a la dirección de la casa de mis padres, a lo que yo, que me quedé atrás, tuve que seguirlo rápidamente.

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N/A

HOLA. Volví, reviví, desperté.
Tengo muchas cosas que decir.
Primero, feliz día (y mes) del orgullo a todos!
Segundo, perdón por tardar tanto en publicar este capítulo. Tuve una especie de bloqueo. Pero la serie sigue.

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