<< Y voy a darte mi alma y verdad. Borrar tus heridas y pensar que tú eres la suerte de mi vida >>
La suerte de mi vida, El canto del loco
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JUANJO
San Sebastián, Guipúzcoa, abril de 2024
Di una última calada al cigarro, mientras repasaba el informe de balística que mi hermano me había enviado al correo, y apagué la colilla en el cenicero que adornaba la mesa de la terraza.
"¿Quién cojones le pega dos tiros a un policía a bocajarro si no tiene intención de matarlo?", pensé tras leerlo todo por enésima vez en la pantalla de mi iPhone.
Era una simple operación de vigilancia. Observar movimientos extraños, hacer algunas fotos, evaluar la situación y poner en común con la Ertzaintza lo que la Policía Nacional llevaba entre manos desde hacía un par de meses. Ni siquiera fuimos allí con la intención de intervenir en el trapicheo de dos imbéciles que se suponía solo tenían órdenes de descargar la mercancía procedente del puerto de Algeciras.
¿Y si no lo solo tenían orden de descargar fardos de coca? ¿Y si realmente ellos también sabían que nosotros estábamos allí y nos estaban esperando? ¿Y si les dimos la oportunidad que esperaban para eliminar a su objetivo? ¿Y si la trampa nos la tendieron a nosotros?
Tantos ¿y si? Sin una sola respuesta razonable que darle a ninguna de esas preguntas que no habían dejado de atormentarme desde que Martin volviera a la vida.
Nada. Absolutamente nada de lo que ocurrió aquella noche encajaba, pero yo me sentía como un completo gilipollas porque era incapaz de unir las piezas de un puzle que estaban tan desordenado como mi alma.
Incluso mi hermano se estaba jugando su puesto por pasarnos información a la agente Torres y a mí en un intento a la desesperada de desentrañar una historia que no parecía tener ni un solo hilo del que tirar.
Todo lo relacionado con ese tiroteo parecía estar bajo secreto de sumario. Nadie decía nada. Nadie parecía saber nada. Nadie hacía nada por sacar a la luz algo, lo que fuera, de aquello que a mí me tenía con la cabeza del revés. Nadie, excepto yo, sentía la necesidad de saber todo lo que pasó desde que Martin y Alex salieron de su comisaria.
Un profundo suspiro se escapó de mis labios al entrar de nuevo al salón y ver a mi novio descansando tan plácidamente sobre el sofá. Tan tranquilo, tan ajeno a todo, que me dio incluso miedo llegar a perturbar su sueño. Era la primera vez, en estas últimas semanas, que lo veía dormir, sin necesidad de ninguna pastilla, con la respiración totalmente acompasada y su cuerpo relajado. Era la primera vez que supe a ciencia cierta que su cabeza también estaba descansando y su subconsciente no le estaba trayendo flashes de ese momento que estuvo a punto de truncar toda su existencia en este mundo.
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Jaque al rey | MAJOS // JUANTIN |
FanfictionSan Sebastián, Guipúzcoa, marzo de 2024 Habían pasado los años. Pero aquella tarde de mediados de marzo la vida (su trabajo) decidió volver a unirlos, ponerlos cara a cara y obligarles a ser sinceros consigo mismos. Quizás porque el destino sabía q...