Cadenas.

•Capitulo 6

Kurt miraba las estrellas tumbado en el pasto.

Se encontraba casi a las entradas del bosque, cuando sintió que el viento se elevaba, incluso más de lo que antes podía hacerlo.

Por aquello decidió levantarse y mirar el bosque, y fue allí cuando vio una coleta escabullirse entre los árboles.

A su mente vino Olivia.

No podía ver su cabello rojo, y la forma tan rápida en la que se movía parecía no ser ella, pero no pudo evitar pensarla.

Decidió elevar el viento aún más para atraer el olor de la princesa de Blanco hacia él...

Estaba en lo correcto.

Era ella.

Pero también olía sangre, una sangre espesa y con olor casi ácido.

Se levantó para correr lo más rápido que pudiera, haciendo que el viento se elevará para guiarlo hacia ella.

>>¿Donde? ¿¡Donde!?<< pensó desesperado. 

Frustrado, extendió sus manos haciendo que el viento se elevará a su favor.

Olio el viento mientras corría, hasta que la vio a la distancia.

Olivia se encontraba parada frente a un chico de lentes.

El joven se encontraba tirado en el suelo.

>>¿Estaba muerto?<< Se pregunto. 

Y allí fue cuando lo vio, Olivia estaba a punto de convertirse en un monstruo.

Así que el príncipe de Azul decidió tomar acciones, corrió hasta ella y la derribo cuál lanza a su enemigo.

La princesa de Blanco tenía los ojos negros, quedó debajo de Kurt y se revolcaba en el piso para salir de su agarre.

Parecía un gusano revolcándose en la tierra.

Sin embargo, el príncipe de Azul logro retenerla y estando arriba de ella, tomo sus brazos y se envolvieron en un abrazo.

Olivia, aunque no era ella, sintió escalofríos en su cuerpo y trato de apartarse.

Soltó un gruñido, pero Kurt hizo caso omiso y sigo envolviéndola en sus brazos hasta que su olor envolvió el olfato de Olivia.

Ella olio su cuello mientras hundía sus dedos en el cabello del príncipe.

Ambos se quedaron en silencio mientras Olivia recordaba el ancho mar y la arena caliente resbalando entre sus pies.

Mientras se imaginaba el cielo azul brillante, de repente vio la silueta de alguien quien no reconoció, el cielo se había tornado de un azul oscuro y opaco.

Apretó sus ojos mientras se aferraba a Kurt.

-Tranquila princesa.- dijo.- estoy aquí.

Aún seguía viendo el cielo oscuro y solo escuchaba a Kurt a lo lejos.

>>No lo escuches, estas maldita<< escucho un voz que se reía de ella. 

La voz resonaba en su cabeza, y de pronto ya no era una risa, eran varias que no logro contar.

Lo que controlaba a Olivia empezó a forzar el agarre de Kurt hasta que se liberó de él y lo miro con ojos más negros que la misma noche.

-¿Quién eres? ¿Por qué estás dentro de Olivia?

>>Yo soy Olivia<< Escucho una voz masculina que sabía que provenía de ella, aunque no estuviera moviendo los labios. 

Kurt miraba a todos lados desesperados, pero no había nada más que ellos dos y aquel pobre chico.