•Capítulo 19

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En la mañana, después que se levantara el Alba, la señorita Daila y Andy trazaron un plan.

Tratarían de pasar el pequeño tramo antes de llegar a la cueva, en grupos de dos.

Los reyes con Daila y los herederos con Andy; sin embargo, no se separarían.

Tan solo lo pensaron así, ya que Andy había conocido mejor las técnicas especiales de cada uno de los chicos.

Sin embargo, apenas se aceraron para iniciar su pequeño camino, tuvieron dos cosas viscosas, de color entre morado, oscuro y claro, eran realmente asquerosas a la vista.

-Este trabajo será pesado.- dijo Andy para animar a los demás.

Ella ya se había puesto en posición defensiva con las armas que el papá de Andy les entrego.

Primero los reyes atacaron y cuando el poder del rey Cian atravesó con su ráfaga de viento a uno de ellos, este mismo se duplicó.

-¿Qué mierda?- pregunto Logan acercándose.

Mientras los demás empezaban a luchar contra esas cosas viscosas, él se acercó a un pequeño residuo que había quedado de uno de ellos.

Lo apunto y tiro un pequeño fuego que hizo que se saliera una versión más pequeña de aquellas cosas.

-Claro, el fuego los fortalece porque fueron creados aquí.- dijo.

-¡Amigo, estaría increíble que ayudaras!- dijo Kurt.

-Andy ven aquí.- ignoro a su amigo quien escapaba de una de esas cosas.- Usa tus rayos en esta cosa.

Andy observó la pequeña cosa.

Su expresión era asquerosa, parecía que sufría con cada paso que daba y sin mencionar que dejaba residuos al andar.

Sin embargo.

Andy hizo caso a Logan y ambos vieron como la criatura se evaporaba.

-Con un solo rayo es suficiente.- le dijo Logan.

Andy tiró pequeños rayos a cada uno de los mutantes viscosos y estos desaparecieron.

-Debemos correr.- dijo Daila.- es claro que Secille no quiere que lleguemos a ella, y enviara más.

Los demás asintieron y empezaron a caminar más rápido sin gastar tanto sus energías.

Mientras tanto, más mutantes salían de las profundidades de la tierra.

Hector uso su técnica especial para resecar los suelos por donde quiera que él daba un paso, esto ocasionó que los mutantes dejaran de aparecer.

Pero también al ser la nación de Rojo, una nación caliente, los rayos del sol quedaron impregnados en la tierra, y la energía térmica que se almacenaba en ella, Andy la recibía con cada respiro.

Por lo cual, la chica tenía más energía conforme avanzaban.

Todo esto lo iba explicando Daila mientras apresuraban el paso, ya que ella había calculado que la cueva de Secille quedaba aún más lejos.

-Es usted muy inteligente señorita Daila.- le dijo la princesa Olivia.

-Gracias princesa.

Oli negó.

-Puedes llamarme Olivia, tú y mi padre están en algo, ¿No es así?

Daila se puso nerviosa al igual que el rey.

-Ayer estuvo halándome de ti, y dijo.- Su voz fue apagada por la mano de Kurt, quien le había tapado la boca.

El príncipe de Azul se rio y se disculpó llevando a Olivia más atrás en la fila.

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