Habían transcurrido un par de días desde aquella noche donde confesaron como se sentían respecto a todo, se habían vuelto más cercanos y volviendo a su vieja rutina de estar en el departamento ajeno, conversar o hacer cualquier actividad juntas que les llamara la atención.
Era de noche y se encontraban en el departamento de Freen, Rebecca se encontraba sentada en uno de los extremos del sillón cambiándole de canal a la televisión, tenía las piernas de Freen sobre las suyas y le propinaba leves apretones de vez en cuando, alegando que le gustaba y que era un tipo de masaje. Aunque disfrutaba molestarla y darle leves pellizcos cuando bajaba la guardia, la hacía sonreír.
Dio un leve bostezo y pasó por su cabello la mano libre, sintiéndose levemente cansada después de la jornada larga de trabajo que había tenido en el día y todos los pendientes por resolver. Se detuvo en un canal de series policíacas y prestó atención al capítulo que estaban pasando hasta que una leve carcajada salió de los labios de Freen, la cual rápidamente tapó con su mano libre ya que la otra sostenía el celular.
—¿Sucede algo?—Becca arqueó una ceja, curioso por la reacción.
—No, solo mensajes en el grupo de los idiotas de Opp y Nutt.—Mordió su labio cuando leyó el siguiente mensaje y prefirió bloquear su celular antes de seguir leyendo lo que decían.—¿Qué estás viendo?
—Una serie policíaca que encontré.—Contestó sin saber que más agregar, ¿Sería correcto preguntar por sus amigos? De vez en cuando Freen hablaba de ellos y sabía que tenía tiempo sin verlos, probablemente los extrañaba y se sintió mal por quitarle de su tiempo.—¿Y... uh, como están tus amigos?
Volteó a verla perpleja, pero una pequeña sonrisa tiró de las esquinas de sus labios, sin poder evitar el gesto.
—Bien, de hecho estaban hablando de que tenemos tiempo sin reunirnos y que quieren verse este fin de semana.
—¿Ah, sí? ¿Y piensas ir?
—No lo sé, ¿Recuerdas que ya teníamos planes para este fin de semana?—Picó sus costillas, provocando un gesto de dolor falso en la mayor.—Realmente me emociona poder salir contigo por fin, siento que nos hace falta.
Rebecca había reservado una cena en uno de los restaurantes favoritos de Sarocha sin ningún propósito en general, solo que las dos habían coincidido en que necesitaban salir a despejarse y disfrutar de la compañía de la otra.
—Lo recuerdo, pero también tienes tiempo sin ver a tus amigos, deberías ir a esa reunión con ellos.
—No estoy segura, no quiero quedar mal con nuestra cita.
—Entonces te acompaño con tus amigos.—Sentenció sin pensarlo, pero rápidamente procesó las palabras que salieron de sus labios.
Freen levantó la mirada sorprendida ¿Había escuchado bien? Sus amigos sabían de ella y viceversa, pero jamás se habían visto cara a cara y eso le ocasionaba un toque de inseguridad. No era que ellos fueran groseros, pero sí demasiado confianzudos y temía que a Becky no le agradara aquello y que solo la pusieran incómoda.
—No, ya podré salir con ellos en otra oportunidad.—Sonrió tratando de aligerar el tema pero la expresión de Becky le mostró todo lo contrario.
—¿Temes que salga mal una reunión con tus amigos?—Cuando su semblante se volvió decaído y pequeñas arrugas se formaron sobre su frente, Freen rápidamente se inclinó hasta quedar a su lado y tomar sus manos entre las suyas.
—¡No! Claro que no, me gustaría que los conocieras.
—¿Y entonces?
Soltó un suspiro de resignación y enfocó su mirada en el enlace de sus manos.
—Ellos suelen ser muy extrovertidos y demasiado juguetones, no quisiera que te sintieras incómoda o que te lleves una mala impresión de ellos, lo último que quiero es que te cohíbas en su presencia cuando siento que hemos progresado y con lo de hace unos días... Siento que puede ser demasiado.
Entendió sus palabras y asintió, pasando sus manos por los muslos ajenos de forma cariñosa y cuidadosa.
—Cariño, soy consciente que si acepto acompañarte no será un ambiente del todo tranquilo o aburrido, me gustaría conocer a tus amigos porque sé que te hace feliz pasar tiempo con ellos y siento que últimamente no lo haces por mi culpa, y si yo soy quien te detiene a ir entonces haré lo posible por ir contigo, podré llevarlo de la mejor manera posible si eso te hace feliz.
Sonrió en grande con sus palabras y se instaló en su regazo, envolviendo su cuello con sus brazos y provocando una leve fricción entre la punta de sus narices, provocando cosquillas en Becky
—Haremos esto, iremos a la reunión con mis amigos, pero en cuanto vea que no estés cómoda o que algo te desagrada, nos iremos. Quiero que las dos estemos bien con esto, no que uno disfrute más que la otra, así que necesito que seas honesta si algo no te gusta o agrade. Ellos son amigables pero también agarran confianza muy rápido, aunque igual cada quien tiene a su pareja y siempre son bienvenidos cuando nos reunimos, así que serás igual de bienvenida cuando lleguemos, no te mortifiques con ello.
Asintió, soltando una leve carcajada.—La verdad, pareces más mortificada tú que yo con este asunto.
Rodó los ojos ante su comentario, pero decidió recargarse sobre su hombro, oliendo la fragancia que desprendía en la base de su cuello. Cerró los ojos descansando sobre su cuerpo y sintiendo leves caricias a lo largo de su espalda y cadera, toques que antes se sentían tímidos ahora se habían tornado delicados y llenos de dominio sobre su piel.
—Realmente me haces muy feliz, ¿Sabes eso?
Las caricias se detuvieron por el repentino comentario, pero Rebecca se recompuso tan pronto como pudo y sonrió, recargando su mejilla contra la cima de su cabeza. —Tú me haces feliz, a veces me pregunto como es que lograste soportarme desde el principio
—Es que tienes un buen cuerpo, no podía negar eso.—Bromeó y soltó un pequeño chillido agudo cuando sintió un pellizco en su cadera.—No es cierto, sabes que jamás te vi de esa manera. Creo que fue más por la percepción que me dabas, realmente me daba mucha curiosidad conocerte y aunque me costara demasiado, quería seguir intentándolo. Eso y sumarle que nos encontramos varias veces por casualidad que era imposible no tomarlo como un presagio, así que solo seguí mis instintos
Levantó la mirada a la par que Becky bajó la suya, y de la cercanía rompieron el distanciamiento para fundirse en los labios contrarios en un dulce y lento vaivén que anhelaban. La televisión y todo su alrededor pasó a un segundo plano, disfrutando del calor que desprendían y se sintieron como en casa.
Y aunque Rebecca no se atrevía a decirlo en voz alta, se encontraba fascinada con su presencia desde el primer momento que se encontraron, pero tenía demasiadas heridas que no lograba sentirse la mujer que podría presumir libremente la dicha de amar a alguien, no sin sentir la inseguridad embargándola y el miedo ahogándola, siendo presa de sus mayores demonios.
"Creo que el destino le pidió ayuda al cielo para ayudarme a amarte como se debe".
ESTÁS LEYENDO
Girl of my dreams「 Freenbecky 」
FanfictionDespués de su última relación fallida, Becky tiene que luchar con todas sus inseguridades que salen a flote y coloca una barrera para no permitir que nadie se acerque a ella, de esa manera evitar salir lastimada nuevamente. ¿Qué pasa cuando en una...