Girl of my dreams「 Freenbecky 」

𝟭𝟮 | El inicio del fin

Aquel día se encontraba cayendo una lluvia torrencial, y Rebecca veía su celular en busca de alguna notificación mientras se refugiaba en la carpa que ofrecía el restaurante. Observó como las personas corrían despavoridas y una sonrisa tiró de sus labios al sentir un déjà vu.

Soltó un suspiro y guardó su celular mientras jugaba con la suela de su zapato, agradeciendo ir en esa ocasión en su propio automóvil y simplemente esperando a que la hora llegara. Bajó la mirada al paraguas que cargaba en su otra mano y sacudió las pequeñas gotas que se habían instalado al usarla momentos antes, esperando que fuera su mayor presagio.

Cuando llevó su mirada al frente y visualizó a Freen caminar en su dirección, sus manos se aferraron a la sombrilla que llevaba en aquella tarde lluviosa.

—¿Adivina quién consiguió una buena sombrilla esta vez?—Acomodó su cabello en cuanto quitó el gorro de encima y Becky sonrió enternecida por su apariencia, acercándose para ayudarle acomodar su cabello.

—De hecho, pensaba comprarte una. Me alegro que por fin hayas hecho una buena inversión.—Bromeó y recibió un manotazo sobre su hombro, sacándole una risita.

—Oh, cállate, solo me preocupo por el cuidado del medio ambiente y no ser codiciosa, ¿Por qué algo que es necesidad básica puede costar tanto?

—Ya, señora ecologista, pasemos antes de que nos echen por acaparar la entrada.—Le ayudó con la sombrilla y se aseguró de acomodar bien su bufanda para que no pasara frío antes de abrir la puerta

Rebecca dio el nombre de la reservación cuando el encargado les dio la bienvenida y las llevó hasta el espacio reservado para ellas, tan pronto como tomaron asiento fueron recibidas por la carta del restaurante y fue cuestión de minutos cuando el mesero ya había llevado su orden a la cocina y solo era cuestión de esperar.

Esperar, nervios, recordar como respirar y calmar el temblor en su mano si no quería ser descubierta...

—Todo esto se siente familiar, pero ahora pasamos a mejor categoría y por fin pudimos entrar y no tener que correr en la lluvia.—Freen murmuró con un toque divertido y bebió del vaso que tenía frente a ella.—¿Alguna ocasión importante por el cuál estemos celebrando?

—¿No puedo disfrutar de una linda comida con mi novia?—Rebecca evadió su pregunta con otra mientras acomodaba el brazalete en su muñeca.

—No tengo ningún inconveniente, solo pensé que como el domingo comeremos con tus padres

Después de que su relación había superado los percances que se habían presentado durante el camino, Hanna había sido un problema resuelto cuando su estadía acabó y no pudo renovar contrato, ya que los socios que tomaban aquella decisión descubrieron sus verdaderas intenciones y vieron el mal historial que tenía en todos sus trabajos. Ellos se dieron cuenta de que no era material suficiente para la empresa, por lo que justo el día que su contrato venció tuvo que recoger sus cosas y retirarse de las instalaciones.

Becky había pedido sus vacaciones, si todo salía tal y como esperaba, quería disfrutar de un viaje por todos los lugares exóticos que hubiera en el mundo, porque sabía que Freen merecía de todo aquello, pero últimamente no se le permitía por tener el tiempo tan saturado

Pero ya no tenía que posponerlo más, porque sus destinos estarían reservados tan pronto como tuviera la respuesta que quería y cumpliría todos los caprichos que ella no se atrevía a decirle.

Cuando la comida llegó le agradecieron al mesero y se dispusieron a comer en una animada charla sobre sus días y planes para esa semana. A simple vista parecían una pareja que llevaba años de relación por la química que desprendían, las sonrisas que compartían y las miradas tímidas que aún se daban, así como los pequeños roces entre sus manos o cuando los pies de la otra recorrían con diversión la extremidad contraria provocando el mayor autocontrol posible.