Epi𝗹𝗼𝗴𝗼

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Era un día particularmente agradable, sintiendo el sol calar contra su piel y la arena aferrándose a sus pies mientras caminaba por la orilla de la playa y sonreía al ver a su esposa divertirse como niña con las olas de mar. Sus carcajadas resonaban por todo el lugar mientras hacía gestos divertidos

—¡Ten cuidado!—Gritó mientras juntaba sus manos alrededor de su boca para advertirle, pero era demasiado tarde, lo siguiente que supo era que la ola se estrelló con demasiada fuerza, haciéndola caer.

Soltó sonoras carcajadas al verla escupir el agua que se había metido en su boca al recibir el golpe y se arrastró hasta la orilla, cayendo de espaldas contra la arena y cerrando los ojos. Becky sonrió encantada y se acercó hasta quedar a su lado, pateando la arena para que cayera sobre ella

—¿Todo bien, amor?—Cuestionó cuando vio que abrió uno de sus ojos y negó.

—¿Te divertiste con mi desgracia?

Becky asintió totalmente divertida, y antes de que pudiera reaccionar, Freen se levantó y agarró sus piernas, y de un rápido movimiento la sujetó con fuerza mientras se dirigía al mar

—¿Qué haces? ¡No, bájame!—Chilló entre risas y daba golpes juguetones en su cuerpo

—Creo que te hace falta un chapuzón, cariño.—Sonrió antes de sumergirse totalmente entre las olas, hasta que estuvieron totalmente adentro del agua

Becky chapoteó en el agua, saliendo en busca de aire y apartando el cabello que se aferraba a su rostro mientras Freen reía cuando salió a la superficie y restregaba sus manos por sus ojos.

—¿Todo bien, amor?—Imitó sus mismas palabras entre risas y Becky solo se encargó de golpear su pecho, resonando ante la palmada mojada

—Cállate.—La sonrisa que trataba de retener en sus labios no pudo ocultarla más y sonrió, quedando frente suyo y envolviendo sus brazos alrededor de su cintura para aferrarse a su cuerpo.

Después de la pequeña boda con sus seres queridos y cercanos, habían emprendido en su luna de miel a todos los lugares que alguna vez quisieron visitar. En su último destino habían optado por alquilar una pequeña casa cerca de la playa, en la parte donde la gente transitaba menos y lo hicieron su propio paraíso personal por las siguientes dos semanas.

Decir que no se encontraban aún emocionadas por ver la sortija decorando sus manos era mentir, ir cada noche a dormir juntas y despertar entre las caricias ajenas y compartiendo un mismo espacio todo el tiempo parecía su sueño hecho realidad, después de largas horas de trabajo y el cansancio merecían las vacaciones perfectas.

Formar una familia aún no estaba en sus planes, y habían coincidido en que querían mantenerse de esa manera hasta sentirse totalmente seguros de querer expandir a su pequeña familia de dos personas.

Freen se sentía totalmente plena a su lado, y agradeció a quien fuera que las haya unido desde aquel primer encuentro porque sabía que Becky ya se encontraba a salvo a su lado, y no permitiría que nadie le hiciera daño.

Y Becky se sentía pleno entre sus brazos, y sabía que no necesitaba nada más que no fuera a Freen para seguir adelante porque ya se había convertido en el tipo de chica que tenía la dicha de gritar cuanto la amaba, y la sortija en su dedo solo podía sacarle una sonrisa totalmente irradiada de felicidad.

🎶 Y he oído hablar de un amor que viene una vez en la vida

Y estoy bastante segura de que eres ese amor mío 🎶

Girl of my dreams「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora