Ex𝘁𝗿𝗮

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Freen no iba a mentir que le aterraba un poco el conocer a los padres de Becky, sabía que era un paso importante para las dos y sonrió ante la idea de recibir dicha confianza por su parte.

—Mamá pregunta si estamos listas, al parecer está más nerviosa que nosotros por vernos.—Becky se recargó en el marco de la puerta y sonrió al verla ponerse el collar que le había regalado un par de semanas atrás.

—Oh por dios, ¿Ya es hora? ¡Solo necesito un minuto! Estas zapatillas son demasiados incómodas y no creo soportarlos en toda la noche.—Se apresuró al armario y sacó una caja donde se encontraban su par favorito y los cambió.

—Está bien, cariño. No tienes por qué preocuparte tanto por tu imagen, de cualquier forma eres muy hermosa y mis padres estarán de acuerdo.—Se acercó para depositar un beso sobre su frente cuando se levantó y sonrió.—Tengo a la prometida más hermosa de todos los tiempos, y nada cambiará mi opinión sobre eso

Ambas sonrieron y observaron las sortijas de compromiso descansando sobre sus dedos, brillando en contraste con el reflejo de la luz provocada por la ventana. Apenas habían transcurrido un par de días de su compromiso y aún se sentía irreal, y daban fe que ninguna estaría acostumbrada a la idea de hasta estar frente al altar recitando sus votos.

Compromiso, casamiento, el final que deseó...

—¡Estoy lista!—Mencionó tan pronto como alcanzó su bolso y se inclinó para depositar un pico sobre los labios ajenos.—Te amo, yo tengo a la prometida más linda y amable de todas, sin necesidad de una brillante armadura o de un elegante traje azul a caballo.

Soltó una carcajada nasal ante su comentario y negó divertida, posando su mano en su espalda baja y disponiendo de salir del lugar.

—Vamos al caballo que tenemos que emprender camino al reino de nunca jamás.

Tan pronto como subieron al auto, se sumergieron en una serie de canciones que a ambas les gustaban. Tararearon y sintonizaron cada acorde entre risas y chistes, hasta que entraron por la calle donde pudieron observar la casa y Freen se sintió levemente intimidada

—Llegamos.—Rebecca murmuró al apagar el auto, dio una rápida mirada a la casa de sus padres y suspiró.—Bien, ¿Estás lista para esto?

—Tengo miedo de darles una mala impresión.—Confesó mientras jugaba con sus manos y daba una mirada al vecindario

—¿Por qué?

—Probablemente no tengan una buena opinión de mí, estoy a punto de conocerlos cuando ya tenemos bastante tiempo de relación y cuando ya estamos comprometidas ¿No debimos de haberlo hecho antes? No parece correcto.

—Hey, no te tienes porqué mortificar por eso, sabes que no seguimos el ritmo de los demás y lo hacemos conforme lo creemos necesario. Mis padres están bien con esto porque me conocen y suponen que fue hasta que yo me sentí plenamente confiado de esto para dar este paso. Apuesto a que les encantarás porque así es tu persona, tan llamativa y brillante desde el primer momento en el que alguien te conoce.—Se inclinó sobre la palanca y acunó su mejilla en su mano, sonriendo.—Si algo te hace sentir incómoda, me lo harás saber, ¿Si?

—¿Acaso hemos invertido papeles?—Sonrió divertida ante la situación, recordando sus propias palabras cuando conocieron a sus amigos.

—Bueno, funcionó para distraerte un poco, ahora bajemos antes de que mi madre se le ocurra salir y esperarnos fuera del auto.—Murmuró y bajó rápido para luego dirigirse a abrirle la puerta y tender su mano.

Caminaron juntas hasta la entrada principal y sin darse el lujo de tocar o avisar su llegada la puerta fue abierta.

—Ya estaba pensando que jamás bajarían.—Una señora que parecía tan joven como para aparentar su edad se asomó y abrió sus brazos.

Girl of my dreams「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora