-4-

170 17 0
                                    

—¿Cómo se siente Lady Ali? -preguntó la princesa a su dama de compañía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cómo se siente Lady Ali? -preguntó la princesa a su dama de compañía.

—Mucho mejor su alteza, gracias por cuidar de mi. —respondió sonrojada

—Es lo menos que debo hacer, me salvaste y por mi culpa estas en este estado. –habló tomandola mano de la contraria. –Yo cubriré todos los gastos de su familia mientras se recupera, además de pagar los gastos del medicamento.

—¡Su alteza no debe hacer eso!

—Por favor acepte, estoy muy apenada por lo sucedido. Además tienes un niño pequeño al que cuidar.

—Su alteza...

-Más bien, mandare a traer a tu hijito al palacio, yo misma lo cuidaré. Imagino que su esposo trabajará entonces yo seré su niñera. -sonrió con emoción

Le encantaban los niños y algún día soñaba com tener los propios, tenía ese don con los niños.

—No acepto un no como respuesta. -volvió a sonreír

—De acuerdo, muchas gracias princesa.

—Yo soy quien debe agradecerte Lady Ali. Ya me debo marchar, iré a darle mi regalo de bodas a mi hermano y cuñada y me iré a descansar. Buenas noches.

Salió de la habitación y volvió al salón donde se llevaba a cabo la celebración. Saludó a las personas que se le acercaban o que topaba en su camino.

—¿Me concedería un baile su alteza?

—Lo lamento mi Lord, quizás en otra ocasión. -le respondió s un lord que se le había acercado

Caminó por el salón hasta llegar al fin donde los emperadores estaban sentados a gusto en su trono. Realizó una reverencia y se acercó.

—Emperador, emperatriz. Me gustaría darles mi regalo de boda. -sacó una bella cajita que al abrirla contenían dos brazaletes hechos de maná. —Se dice que la pareja que lo posea será bendecida en su matrimonio. —sonrió

Las pulseras fueron creadas y bendecidas con el fin de darle riqueza y bendición a los matrimonios que las poseían. Pero claro, era muy interpretativo. Para muchos la riqueza y bendición era el dinero, para algunos lo era una familia, y para otros el amor. Todo podía varias dependiendo del sentimiento de la persona que la lleve.

Esperaba que su hermano fuera bendecido con un prospero futuro, al ser la única familia que le quedaba quería que viviera en paz y con felicidad. Quizás si sus padres la hubieran poseído todo hubiera sido diferente.

Además de que sabía que se rumoreaba la infertilidad de Navier, y en caso de que fuera cierto la piestra preciosa que contenía el brazalete le daría magia y su infertilidad desaparecería, solo no debía quitársela.

—Es un hermoso regalo princesa Ulani, estamos muy agradecidos. —respondió amablemente la emperatriz tomando el regalo.

—Muchas gracias hermana. –sonrió su hermano parándose de su situó y dándole un cálido abrazo lleno de hermandad.

Princesa Imperial De Occidente|| Kosair Trovi x oc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora