Capitulo 20. Fogata

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Esos pequeños momentos que disfrutamos a lo largo de la vida, nuestro primer paseo en bicicleta, nuestra primera fiesta de cumpleaños, nuestro primer amor, nuestro primer beso, todo aquello es solo una cortina de humo, un conjunto de hilos delgados que se esfuerzan por distraerte, mover tu mente, cambiar las piezas, luchan por hacerte ver la luz en medio de la oscuridad, distraerte de la realidad, de la tormenta.

Ocultarte el divorcio de tus padres, el bullying en el colegio, que esa chica que dijo supuestamente quererte solo jugaba contigo, y aquellos momentos solo hacen que pienses que vale la pena sufrir para ser un poco feliz.

Son las migajas de paz que te invitan a seguir en este asqueroso y tortuoso camino llamado vida.

Para Alekei, Eclipsa era eso, era su recompensa por tanto sufrimiento, sabia que la vida era frágil, que podia perder el juego en cualquier momento, que podia caer, que podía morir.

Pero esa sensación de calma y calidez que sentía al estar en el regazo de su amada, a la luz de una fogata, recibiendo mimos y sus dulces preferidos, le recordaba porque estaba allí, porque escapaba, porque peleaba, y por sobre todo porque estaba completamente listo para luchar y defenderse de su propio hermano si hacía falta, uno que lo miraba con rencor y rabia.

El moreno no siempre fue así, rebelde y sin la más minima intención de demostrarle respeto a su hermano mayor, pero es dificil ser educado y tranquilo cuando caes en cuenta que tu propio padre esta más interesado en lo que puede obtener de ti que en la vida de sus hijos.

No era tonto, sabía que su madre estaba sufriendo y que mientras más tiempo pasará él creyéndose un gato doméstico y sin ocuparse de sus asuntos, más tiempo pasaría sin poder ver a su familia y poniendo a los que amaba en riesgo.

Era algo que sabía, pero que quería ignorar aunque sea un poco más de tiempo.

- ¿Que quieren comer primero?, ¿Carne o malvaviscos? - Maddy mostró ambas opciones, todos se decantaron por los malvaviscos, era muy pronto para asar carne.

Maddy se puso manos a la obra junto a Jerom mientras que Cian y Dimitri armaban una pequeña tienda de campaña.

Eclipsa se dedicó a preparar las galletas y el chocolate para comerlo junto a los malvaviscos que sus amigos cocinarian.

O quemarian, las dotes culinarias de esos dos dejaban mucho que desear, derritieron el queso a la hora de fundirlo, dejando únicamente aceite, así que tampoco podía pedir mucho.

Todo estaba tranquilo, el viento soplaba apacible y las conversaciones eran triviales pero amenas, poco a poco Dimitri se iba integrando más en el grupo, le agradaba ser el líder pero era divertido de vez en cuando estar relajado haciendo una fogata con personas mucho más simpáticas de lo que esperaba.

Alekei recibía dulces y malvaviscos de parte de su pareja, pero apesar de la paz que sentía estaba conciente de que debía enfrentar a su hermano, pero debía ser en privado y sin involucrar a nadie más.

El gato negro salta desde las piernas cómodas y cálidas de su novia hasta la tierra mojada, estirándose y moviendo su cola.

El animal se dirige sigilosamente hacia Dimitri, clavando sus ojos en el inmenso mhór que lo observaba detenidamente con una profunda rabia, no podia esperar a agarrarlo del pesguezo y reventarle los dientes, estaba harto de tener que seguirlo y tratarlo con delicadeza, en ese lugar no seria necesario.

El gato de ojos violetas se desvió de su camino, dirigiendose a la fogata para llevar a cabo su plan de enfrentamiento con su hermano.

Acercó su hocico al conjunto de malvaviscos quemados y a la comida de alrededor, Eclipsa no le tomó importancia puesto que penso en que, probablemente, solo tenia hambre y queria explorar un poco por su cuenta, al ver esto empezó una ligera conversación con Maddy sobre que deberían continuar el bordado que habian empezado hace un tiempo.

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⏰ Última actualización: Apr 17 ⏰

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