18 de junio de 2024
POV Jimin.
Mi corazón latía de una manera desenfrenada, en medio de los amplios pasillos oscuros, mis piernas luchaban por poder moverse, mis pies que temblaban en agonía porque ya ni siquiera podían aguantar el peso de mi cuerpo, dolían como si estuvieran caminando por piedras duras y filosas, mi respiración que era corta y rápida amenazaba con hacerme colapsar, el frío que sentía, helaba cada fibra de mi ser.
Estaba cansado, con miles de emociones recorriendo mi corazón, mis ojos hinchados de tanto llorar eran la prueba feaciente que en esta vida que me tocó vivir, no había espacio para sonreír.
Mis manos temblorosas se sujetaban de las paredes, me sentía mareado, con náuseas, no había garantía de que pudiera llegar al lugar al cual quería, con tanto sentimiento poder llegar, aún así, mientras las lágrimas escapaban de mis ojos, el dolor abrumante en cada extremidad, en cada tejido de mi cuerpo e incluso en mi propia sangre, eran lo único que me mantenía con fuerza, es el recuerdo vivo que aunque tiempo no me queda, quiero ocuparlo todo, hasta el más mínimo segundo.
Había anochecido hace bastantes horas, la madrugada estaba más viva que nunca en el cielo y aunque me rogaron dormir y descansar, no tenía tiempo para eso, mis propios pensamientos y deseos me trajeron hasta aquí, hasta el lugar el cual me daba una pizca de esperanza en estos momentos en donde me lo habían arrebatado todo. Con pesar y dolor, camino hasta llegar a la puerta que tan bien conocía, tomo el pomo entre mis manos adoloridas y no puedo abrirla de buenas a primeras, porque no tengo la fuerza, porque necesito descansar. Tomo una profunda respiración y una tos repentina sale de mi boca, la sangre queda pegada a la palma de mi mano y con rapidez busco limpiarme en mis ropas.
Era como si la vida me estuviera gritando que el reloj estaba corriendo.
Sonriendo con dolor y desdicha, tomo todas las fuerzas que tengo y giro del pomo, el solo esfuerzo hizo que mis piernas temblaran. En medio del oscuro silencio, el sonido de mis respiraciones y gruñidos lastimeros hacían un eco aterrador. El olor a polvo, el olor a viejo, aquello impactó en mi nariz cuando abrí la puerta del ático.
No veía nada, pues estaba todo en completa oscuridad, pero no necesitaba luz la cual me guiara, conocía está habitación tan bien que no había perdida. Me adentré en los brazos de esta oscuridad que me llamaba, no tenía fuerzas.
Hace años que dejé de tenerlas.
Quería llegar a un solo lugar, incluso si eso suponía mi vida o mi último suspiro, caminé esquivando cada cosa que descansaba en este ático desde años, pero eso no impidió que mis fuerzas flaquearan, caí al suelo sobre mis rodillas llorando de dolor y poco a poco me costaba más respirar, las lágrimas ardientes brotaron de mis ojos cual aguacero y el ardor de mi garganta me hizo sollozar.
Un sollozo con un sabor metalizado, un sollozo son sabor a sangre.
Tosí un par de veces más y aunque sabía que la sangre brotaba de mí, no me rendí, arrastrandome cuál miserable gusano busqué a tientas y con desespero el único lugar en el cual quería estar y fue una tortura, dolorosa y humillante.
Aún así, mis dedos temblorosos tocaron aquella tabla suelta en este enorme ático, mis labios que temblaban tuvieron que ser mordidos por mis dientes y con cuidado sin poder ver bien todo, saqué de mi escondite secreto una cajita de madera, ese tesoro que guardé con mis más íntimos secretos.
Ese amuleto de la suerte que acariciaba mi alma en pena y mi muerto corazón, aquel que me regresaba la vida... Incluso si ya me la han arrebatado.
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[愛] - HopeV.
Fiksi Remaja"Te daré lo que quieras, pero solo... Devuélvele la sonrisa" Todo empezó con él escuchandolo cada noche cantar, siguió con un encuentro inesperado y terminó con una propuesta la cual lo dejó perplejo. Hoseok ama con toda su vida a su hijo y la vida...