El calor repentino que bañó su cuerpo lo hizo despertar repentinamente. Su respiración era agitada y su cabeza dolía a niveles exagerados.
Miro hacia la ventana cubierta por la gruesa tela de la cortina, podía ver la luz del sol luchando por entrar a aquella oscura habitación.
Tomó fuerzas y se levantó de la cama, no sabía en qué momento había llegado hasta ese lugar pero agradecía haber estado ahí, había dormido bastante bien en consideración a como venía durmiendo los días anteriores. Caminó hasta la cocina para encontrarse a aquel hombre sentado en la barra de su departamento con una taza de café al lado, estaba apoyado sobre sus manos y sus ojos cerrados, parecía lleno de paz, cosa rara de notar en el rostro de Conway.
Carraspeó su garganta provocando un sobresalto en el mayor quien volteó a mirarlo rápidamente.
Freddy se encontraba parado bajo el marco de la puerta que separaba las habitaciones del comedor cocina, no tenía remera puesta ya que en algún momento de la noche debió sacarla por el calor.Conway no pudo evitarlo y bajo su mirada por el torso
del pelinegro, notó en el costado de su cuerpo lo que parecía ser un tatuaje, justo en la zona del tiro que había tenido hacía un tiempo. Se acercó a él sin dejar de mirar el curioso dibujo y tratando de romper el hielo habló.—No sabía que te habías tatuado— mencionó, señalando su costado sin tocarlo.
Freddy bajó su mirada a sí mismo y sonrió, recordando
el tatuaje que se había hecho hace unos días atrás.
—Si, me lo hice hace unos días, una semana, creo…es un dragón— se puso de costado dejando ver aquella marca, ahora permanente, sobre su piel.—¿Un dragón?— mencionó el mayor, acercando un dedo para tocar levemente el tatuaje por encima sintiendo la cáscara que tenía debido a que se estaba curando aún. —...¿tiene algún significado o es solo porque te gusta?— interrogó, quitando su mano.
El contrario no podía negar que se había estremecido un poco ante su contacto, pero dejó la mente fría.
—Mmm…sí, puede decirse que sí…pero prefiero resguardarlo ¿sabes?— terminó de hablar.—Vale, no te preocupes— esbozó Conway poniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón mientras el pelinegro se cruzaba de brazos, tapando un poco su torso denudo.
—¿Te sientes mejor?.
—Un poco, me está matando la cabeza neno, como si tuviera 10 enanos jugando fútbol.
El mayor rió un poco, le ofrecería algo para que se le pase, pero justamente más droga era lo único que no necesitaba.
—Normal, vaya a saber dios que te metiste en el cuerpo gilipollas— su tono estaba lejos de ser uno de enojo, más bien lo que dejaba ver era preocupación, preocupación genuina.
—Mucha mierda— contestó bastamente.
—¿Vas a contarme por qué lo hiciste?
¿Acaso lo de ayer no habían sido suficientes razones para Conway?
—Pensé que te había quedado claro lo que me sucedía después de todo lo que te dije ayer, Conway.
—Creí que no lo recordabas, no te veías en tu mejor estado.
—Porque no lo estaba, estaba hasta la polla de pastillas…— reiteró sin vergüenza ninguna. —...pero recuerdo cada palabra que te dije. — afirmó.
Conway asintió y se dirigió a la cocina a preparar una taza de café. Freddy caminó hasta la barra y se sentó en ella, dejando caer su cabeza sobre su puño mientras con su otra mano hacía garabatos sobre el material frío.
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Secreto de amor ~ Fredway. SpainRp
Romance¿La línea que hay del amor al odio es tan fina como la que puede haber del odio al amor? Ambos darían la vida por proteger al otro pero fuera de eso se desprecian, Freddy mas de lo que Conway lo hace.