"Entre Besos y Lágrimas" es un poemario que se sumerge en el vasto océano del romance y el desamor. Este libro es una invitación a explorar la complejidad del amor a través de una colección de poemas que capturan la esencia de las emociones más prof...
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En el ocaso de nuestro amor, las sombras se alargan, un sol que se pone, un día que se apaga. Eras mi luz, mi calor, mi amanecer radiante, pero ahora, en nuestro ocaso, solo encuentro frío y distante.
En el ocaso de nuestro amor, las estrellas pierden su brillo, un cielo que se oscurece, un sueño que se vuelve sencillo. Eras mi luna, mi estrella, mi noche iluminada, pero ahora, en nuestro ocaso, solo encuentro oscuridad desolada.
En el ocaso de nuestro amor, las promesas se desvanecen, un eco que se pierde, un amor que perece. Eras mi palabra, mi verdad, mi juramento eterno, pero ahora, en nuestro ocaso, solo encuentro silencio y desgobierno.
En el ocaso de nuestro amor, los recuerdos se vuelven amargos, un sabor que se desvanece, un amor que se vuelve parco. Eras mi dulzura, mi sabor, mi deleite constante.
Eras mi llama, mi chispa, mi calor en la noche, pero ahora, en nuestro ocaso, solo encuentro frío y reproche.
En el ocaso de nuestro amor, las palabras se vuelven silencio, un eco que se pierde, un amor que se vuelve prescindible. Eras mi voz, mi canción, mi melodía en el viento, pero ahora, en nuestro ocaso, solo encuentro silencio y lamento.
En el ocaso de nuestro amor, los sueños se desvanecen, un castillo en las nubes, un futuro que se deshace. Eras mi sueño, mi esperanza, mi deseo ardiente, pero ahora, en nuestro ocaso, solo encuentro desesperanza y descontento.
En el ocaso de nuestro amor, las risas se convierten en llanto, un eco de alegría, ahora un lamento quebranto. Eras mi risa, mi alegría, mi refugio en la tormenta, pero ahora, en nuestro ocaso, solo encuentro tristeza y puerta abierta.
En el ocaso de nuestro amor, los abrazos se vuelven fríos, un calor que se desvanece, un amor que se vuelve vacío. Eras mi abrigo, mi calor, mi consuelo en la soledad, pero ahora, en nuestro ocaso, solo encuentro frialdad y ansiedad.
En el ocaso de nuestro amor, los besos se vuelven amargos, un sabor dulce, ahora un recuerdo vago. Eras mi dulzura, mi miel, mi placer en la madrugada, pero ahora, en nuestro ocaso, solo encuentro amargura y nada.
En el ocaso de nuestro amor, los sueños se desvanecen, un futuro brillante, ahora un pasado que perece. Eras mi sueño, mi fantasía, mi deseo en la noche.
