9. Flores lavanda - New.

100 11 0
                                    

Nota: Este fanfic ha sido actualizado.

 Después de los sucesos peculiares del lunes, habían pasado unas tres semanas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Después de los sucesos peculiares del lunes, habían pasado unas tres semanas. Era sábado en la Gran Manzana, un día que normalmente se asociaba con la tranquilidad. Sin embargo, en una ciudad como Nueva York, los días realmente tranquilos eran una rareza, y la calma a menudo era un engaño.

Ese día, la atmósfera se sentía pesada, casi anticipando un estallido. Los transeúntes se movían con una ligereza que contrastaba con el aire denso y cargado de electricidad. Todo estaba en calma, hasta que un estruendo repentino rompió esa quietud: una fuerte explosión sacudió un camión blindado con el logo de un banco en sus laterales. La detonación fue tan intensa que derribó a los guardias en el interior, haciéndolos caer como fichas de dominó, y dejó el camión inclinado en el pavimento, dejando marcas profundas en el asfalto.

- ¡Mi cabeza...! - Se quejó uno de los guardias, mientras yacía en el suelo, aturdido y confuso, con los ecos de la explosión aún resonando en sus oídos.

Antes de que pudieran recobrarse del impacto, escucharon un golpe suave en la puerta trasera, seguido de una explosión menor que rompió la cerradura y abrió el acceso al camión. La puerta cayó con un estruendo, y en el umbral apareció una figura llamativa, como un espectro del caos que acababa de desatarse.

El intruso vestía un traje completamente púrpura, un color vibrante que parecía desafiar a la seriedad de la situación, excepto por una máscara negra con un visor dorado que cubría su rostro. Su cabello oscuro quedaba expuesto, lo que le daba un aspecto aún más peculiar y amenazante. Sin perder tiempo, el hombre se adentró en el camión y tomó una bolsa llena de dinero, acariciando los billetes con evidente satisfacción.

- Disculpen el pequeño inconveniente, colegas - Dijo con un tono burlón mientras llenaba otra bolsa con billetes - Esto ha sido un golpe fácil... - Añadió, riendo con una alegría oscura que parecía resonar en el espacio vacío del camión.

Se dispuso a salir del vehículo con ambas bolsas, pero uno de los guardias, a pesar de estar herido, logró ponerse de pie y apuntó su arma hacia él, sus manos temblorosas traicionando su miedo.

- ¡ALTO AHÍ! - Exclamó con autoridad, pero su voz sonó más como un desafío que como una orden.

El ladrón se detuvo un momento, girando ligeramente su cabeza hacia el guardia y soltando una breve carcajada que resonó en el aire tenso.

Con un movimiento rápido, lanzó un objeto que pasó junto al guardia y se clavó en la puerta del camión. El guardia apenas tuvo tiempo de notar el búmeran de diseño rudimentariamente tecnológico antes de que una luz cegadora estallara frente a él. Se cubrió los ojos, sintiendo la luz quemar su retina, y en ese instante, el intruso aprovechó para noquearlo de un golpe certero.

- Espero que la luz no haya sido molesta - Comentó el ladrón en tono burlón, cargando de nuevo sus bolsas con una tranquilidad inquietante, como si todo esto fuera parte de un juego.

Web of Spider-Luz (The Owl House Fanfic, Spanish Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora