Advertencia: Este capítulo aborda temas sensibles como la pérdida y el cambio. Si sientes que estos temas pueden resultar difíciles para ti en este momento, te animo a tomarte un momento antes de continuar. Recuerda cuidar de ti mismo mientras lees.
Nota: Este fanfic ha sido actualizado.
El viento revolvía las hojas caídas en un lento y rítmico vaivén. Algunas se elevaban y flotaban suavemente antes de depositarse en el suelo, mientras otras eran arrastradas sin piedad hacia la acera, listas para convertirse en el blanco de algún distraído peatón. Desde mi ventana, veía a los empleados de mudanza apilando muebles en un enorme camión azul. Iban y venían con cajas de todos los tamaños, moviéndose al compás de sus propias rutinas, ajenos a la melancolía que impregnaba cada rincón de nuestra casa. La casa que estaba dejando de ser mía.
Dentro, el sonido del trasiego llenaba el ambiente; pasos acelerados, objetos moviéndose y alguna que otra queja ahogada entre los empleados. Todo parecía un caos perfectamente coreografiado. En una de las habitaciones del primer piso, mi madre, con su característico cabello verde menta, discutía por teléfono con un tono que solo reservaba para cuando algo no salía como esperaba. Podía imaginar su expresión: los labios apretados, la mirada severa, como si con eso pudiera dominar a quien estuviera al otro lado de la línea. Y los empleados, al pasar cerca de ella, se encogían, tratando de hacer su trabajo sin provocar su ira.
En medio del desorden, una risa despreocupada cortó el aire. Miré hacia abajo y vi a mis hermanos, Edric y Emira, haciéndole una broma a uno de los empleados de mudanza. Uno de los trabajadores, exhausto, se había dejado caer en el sofá de la sala. Al instante, un ruidoso "prrrt" resonó en la habitación, y el pobre hombre, con el rostro completamente rojo, se incorporó rápidamente, mirando debajo de él para descubrir el clásico cojín de pedos. Mis hermanos, con una sonrisa de satisfacción, lo observaban entre risas, disfrutando de la vergüenza ajena como solo ellos sabían hacerlo.
"¡Caiste!" dijeron, como si el pobre hombre hubiera tenido alguna posibilidad de esquivarlo. Él solo suspiró y se levantó, lanzándoles una mirada de fastidio mientras Emira y Edric reían sin parar. Ese era su modo de enfrentar la mudanza: broma tras broma, como si toda la situación fuera una gran broma también. Quizá lo era para ellos, pensé. Pero yo no tenía esa suerte.
Me encontraba en mi habitación, apoyada en el alféizar de la ventana con un libro abierto sobre las rodillas. Fingía leer, pero mi mente estaba tan lejos de la historia que apenas podía recordar el título del libro. La música sonaba en mis auriculares; "Fix You" de Coldplay acompañaba mis pensamientos, dándoles un tinte nostálgico, como si la canción entendiera lo que sentía. Mis ojos se desviaban una y otra vez al exterior, como si al mirar los árboles y las calles pudiera grabar cada detalle de este lugar en mi memoria antes de irme.
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Web of Spider-Luz (The Owl House Fanfic, Spanish Version)
AcciónLa vida de Luz Noceda, una estudiante de 15 años en la preparatoria Midtown, solía ser simple, centrada en sus estudios, pasatiempos y amistades. Sin embargo, todo cambia drásticamente cuando es mordida por una araña genéticamente modificada, transf...