ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟 ℙ𝕖𝕣𝕕𝕚𝕕𝕠 (Francis Durán)

Capítulo 3

Los 7 minutos más largos de mi vida estaban sucediendo dentro de ese auto. Faltaba poco para llegar a mi depa y sentía que en cualquier momento caería dormida como la Nati, que estaba en su quinto sueño.

Los Durán iban hablando conmigo, pero me costaba seguir el hilo de la conversación. Más de una vez tuve que sacudir mi cabeza y apretar los ojos para no dormirme.

—Así que es la primera vez que nos ves en persona —comentó el Mauri.

"Vas a entrevistar a "Los Bunkers" pero nunca has ido a uno de sus conciertos"

Recordé las palabras de la Cata.

—Sí. De hecho, nunca he ido a uno de sus conciertos —hice una pausa—. No es porque no me guste su música, solo no he tenido la oportunidad.

—Todavía seguimos con la gira. Estaremos viajando y si quieres o tienes tiempo... podrías ir a vernos —dijo el Francis, mirándome desde el espejo.

—Me encantaría —sonreí.

—¿Y? —preguntó el Mauri doblando en una esquina—. ¿Primera impresión de nosotros? 

Que están bien minos, YAaAa.

No lo iba a negar. Esa chaqueta de cuero le quedaba 10/10 al Mauri y tenía unas ganas de preguntarle al Francis que hacía para tener ese pelo tan lindo y suave. 

El Gonza no se quedó atrás, sus ojos me habían cautivado. Lo primero que pensé al verlo fue en mi gato, Ramón. Terrible comparación, lo sé, pero si el Ramón era lindo, el Gonza también lo era. 

Álvaro, bueno... No lo pude ver bien, sin embargo sabía que era el más atrayente de todos. Según fans, era el más cautivador desde inicios de su carrera, pero obviamente les tenía respeto y no iba a decirles esas weás a penas conocerlos. 

Ganas no faltaron. 

—Buena onda, simpáticos. Aunque con el Álvaro no pude hablar mucho.

—Mira, con ese weón era imposible hablar, ya lo viste. Siempre se pone así cuando salimos, pero hoy se pasó —dijo el Mauri deteniendo el auto cuando el semáforo se puso en rojo.

—¿Podrá ir al programa?

—Demás que sí... Si no, yo lo llevo arrastrando —bromeó. 

—El Álvaro... —ríe al recordar su estado. Era el típico tío borracho de las fiestas familiares.

—Claudia, ¿Querí qué toquemos mañana en tu programa? —preguntó el Francis, cambiando de tema—. No sé si hay que hacer un ensayo antes o...

—Es un programa en vivo, todo lo que tengo preparado es sorpresa, pero si quieren podrían tocar dos canciones para cerrar. Algo acústico, yo creo. 

—Su Acapella y era. 

—También po' —reí con los hermanos.

Me sentí cómoda, como si nos conociéramos de toda la vida. Yo creía que al tener años en su carrera musical y ser conocidos internacionalmente serían arrogantes. Puta que me equivoqué.

—Ni un problema en tocar mañana. Con dos canciones está bien, ¿No? —dijo el Francis, viendo a su hermano para escuchar su opinión.

Mauricio asintió lentamente. Se notaba el cansancio en su rostro.

—Perfecto, entonces los espero en la noche —dije sonriendo. Los ojos los sentía pesados.

El Mauri ya estaba llegando a mi depa, por lo que estacionó el auto cerca de la entrada, pero antes de salir me quedé  pensando en como bajar a la Cata sin terminar en el suelo. Hasta que la puerta del copiloto se abrió.