Lo intente alejar de mi cuantas veces me lo permitía, pero el hombre era más fuerte, sus labios no se apartaban de los míos y sus dedos se aferraba a la piel de mis piernas.
—oh, no sabes cuanto te deseo cada vez más — me lo dijo luego de soltar mis labios.
Me removí intentado alejarlo de mi cuando su cuerpo cae sobre mi quedando totalmente inconsciente. El pánico se adueñó de mi y lo alejé dejándolo caer al lado del colchón. Estaba completamente inconsciente, sus ojos estaban cerrados y su cuerpo no se movía. Mire hacia el orillo de la cama y me encontré con una Claudia que sostenía uno de mis trofeos favoritos sobre sus manos con una pequeña mancha de sangre. Sus nervios estaban alterados y su cabello desorganizado, se encontraba detallando al hombre a mi lado, sin apartar la vista de él.
—esta inconsciente tranquila — me levanté de la cama y corrí hasta ella quitandole el trofeo de sus manos, que deje caer al suelo.
Ella me asiente y toma aire nuevamente.
—¿Que te hizo?— le pregunté pero ella niega atemorizada.
—solo me hizo oler algo extraño y desperté en una de las habitaciones — sus manos temblaban al igual que las mías.
—y que te hizo a ti estas bien — me reviso como si estuviera requisandome con prisa y detuve sus manos.
—No me hizo nada, gracias a ti — le di un abrazo a mi amiga.
Y luego volvimos la vista al hombre que se hallaba inmóvil y con un fuerte golpe en su nuca. Las dos huimos de la casa, antes de que despertara, pues ya estando afuera llamamos a la policía.
A los pocos segundos la policía ya se encontraba frente a mi casa, les explicamos absolutamente todo y los oficiales corren hacia el interior para sacar a ese hombre.
Esperamos durante segundos cuando los oficiales salen del interior sin ningún rastro del hombre. Corrí hacia ellos y les pregunté sobre ese desconocido.
—dónde está, porqué no lo traen — sacudí a uno de los oficiales de sus hombros y este me detiene.
—se ha escapado, no hay nadie en la habitación, solo una mancha de sangre en la sabana...no se como se escapó — me explicó pero no dudé en gritar de desaparecido.
—cómo...si nosotras nos quedamos frente a la casa...¡por que¡— exclamé sin contener los nervios y mi amiga me aparta del oficial.
Comencé a llorar de la manera más asustadiza sobre el hombro de mi amiga. Ahora no entendía, porqué no atrapaban a ese hombre, se había escapado y ahora no sabía si seguiría acosandome en mi propia casa.
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Enfermizo ✔️
Short StoryRomina nunca imaginó que sería vigilada por un psicópata que la acecha desde el frente de su casa, pues se verá expuesta por este desconocido que la intimidad bajo su mirada atemorizante. este desconocido será su pesadilla y será su obsesión enfermi...