La Menor De Los Verstappen. || Leah Verstappen.

Que nervios...

Me levanto con la alarma que deje para las 5:00. Necesito estar lista para las prácticas, aunque sean en la tarde.

Desayuno unos panqueques con un café mientras veo un poco mis redes sociales. Si, la entrevista de mierda de ayer, estaba por todos lados.

Empiezo a leer los comentarios debajo de aquel video en el que la primera plana es mi cara seria, creo que se notaba un poco mi enojo.

"Cómo puede ser así un entrevistador, deberían despedirlo."..."¿Por qué solo le preguntó esas cosas en vez de felicitarla? Es su debut y solo la desprecia por ser mujer."... "El señor tiene razón, las mujeres no pertecen al mundo deportivo en general."...

Y muchas cosas más. La mayoría se ponen en mi lugar y me apoyan y aunque no fuera así, no me importaría, aprendí a enfocarme en mis asuntos. Creo que todos deberían hacer eso.

-¿Por qué estás despierta tan temprano? Se supone que tienes que descansar.- dice Max entrando a la cocina.

-Necesito aclarar mi mente, todavía no lo puedo creer. Aunque me lo hayan dicho hace una semana.- solté una pequeña risa nerviosa al final.

-Tranquila, yo también me sentí así en mi debut. Es normal.- dice él, ahora sentándose a mi lado y agarrando uno de mis panqueques.

-Lo sé, pero aún así, no puedo dejar de pensar en que pasará si choco o cualquier otra cosa sucede.

-Si sigues pensando así, realmente va a suceder. De igual manera, si pasa algo, tendrás muchísimas otras oportunidades, porque eres increíble Leah.- esas palabras saliendo de la boca de mi hermano me hicieron sentir extremadamente bien.

-Muchas gracias Maxie, me subiste mucho el animo y la confianza.- digo con una sonrisa y luego abrazando a mi hermano.

Terminamos de desayunar y me fui a correr un poco.

...

-¡Max, estamos llegando tarde!- mierda, no otra vez.

-¡Ya voy!- es lo único que escucho de Max. Hay 20 minutos hacia el Paddock desde nuestra casa. Los pilotos tenemos que estar varias horas antes de que empiece cualquier evento.

-¡Max, tenemos una hora de retraso!- grito ahora con desesperación.

-¡Ya lo sé!- dice Max bajando de las escaleras.-¡Vámonos!

...

-Al fin.- susurre cuando estábamos entrando al estacionamiento del Paddock. Empiezo a correr hacia el pit lane. Llegó y veo a mi jefe, algunos ingenieros, Lewis y a Valtteri.

-¿Dónde estabas? Te estábamos buscando.- me dice Lewis después de que un ingeniero le hubiese contado de mi presencia.

-Lo siento, no volverá a pasar.- dije sin querer dar tanta información.

Llegamos tarde porqué Max no encontraba su ropa de Red Bull. Pude haber manejado hasta aquí yo sola pero no quería dejar a mi hermano en casa. Lo sé, es estúpido.

-Esta bien, te lo perdono solo porque seguro estás nerviosa.- dice Lewis bajandose de su asiento y acercandose hacia mí.

-Si... Además, con lo de ayer mis nervios empeoran.

-¿Que paso ayer?- dice él con un tono de intriga.

-¿En serio no sabes?- pregunto extrañada por su pregunta, pense que toda la parrilla había visto el momento.

-No, ¿que tengo que saber?- le muestro el vídeo en mi teléfono y logro ver el asombro en su cara. -No pienses en eso, sabes que no es cierto. Sabes que eres capaz de cualquier cosa.- vuelve hablar Lewis con una sonrisa.

-Si, lo sé y gracias. Nada podra afectarme en mi día especial.- digo con una sonrisa orgullosa en mi rostro y veo como también se forma una en la de él.

Lewis es como mi segundo padre. Me ayuda cuando no puedo hacer algo y el sí, cuando me va mal en alguna carrera, estoy muy desconcentrada o pasa algo en mi casa. Aunque no le cuente que pase exactamente, el siempre está ahí. Tengo suerte de tenerlo conmigo.

-Tengo que irme. Nos vemos.- digo después de ver la hora. Saludo a todos en el pit lane con la mano antes de irme.

Voy a reemplazar a Lewis en las prácticas libres 1 y 2 para que el vea como está el coche en lo que queda. Estoy confiada. No creo que un monoplaza de Fórmula 2 sea tan diferente a uno de la Fórmula 1.

Que nervios...