¿Como es el?

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Soledad, en aquella casa donde un día había sido un maratón diario de personas que lo apreciaban pero se había convertido en un extraño para todos, no solo para la persona que más amaba si no que para todos sus amigos y familiares, ni siquiera el perro se había quedado con el.
Ese papel en la mesa y el enfrente con la pluma entre sus dedos pensando en cómo escribir esas palabras tan hirientes en su alma.
El silencio lo agobió y terminó lanzando el vaso de cristal contra la pared.
Todo estaba mal en su hogar, hasta el cuadro donde sale graduándose estaba inestable y no había a nadie a quien recurrir.
Finalmente aguantando las lágrimas, comenzó a escribir en el papel en blanco.

"Querido Taehyung, se que quizás todo deba decirlo en persona pero no creo que en algún punto de tu vida quieras verme, esto no se trata de sentimientos, te pido de la manera más discreta que nadie más que tú lea la siguiente información."

Concluyó la primera hoja, solo para asegurarse que Taehyung sea el que lea la información.

"No te cases con Min Yoongi el está buscando un beneficio propio el cual no puedo mencionar pero algunas evidencias se encuentran aquí en este sobre"

Lo había dudado, había pensado en las incontables maneras de justificar a Min pero no existía. Taehyung no merecía a los hombres que se le cruzaban en su camino.

Después de escribir y asegurar la carta, subió a su habitación donde aún había algún rastro de lo que él fue alguna vez, una bufanda de harry potter estaba sobre la cama, no había dormido ahí en días y miro aquella bufanda que Taehyung le regalo cuando cumplieron un año de novios, días antes de su graduación, los años de amor que se encontraban en ese objeto eran maravillosamente buenos, aun mantenía el aroma, el aroma a instituto, a cero preocupaciones y responsabilidades, aún oila a él , al que solía ser no al que se había convertido.

—Avaricia? Dinero?—hablo para el, para calmar el silencio.

Casi se volvía loco, casi perdía la cordura.

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Por otro lado estaba un rubio ahogando sus penas viendo su teléfono las buenas noticias para la dinastía Kim, en su caso no eran buenas noticias pero para todos era una bendición, y no le deseaba mal a nadie, ni aquella chica que contendía una dulzura en su mirada mucho menos al bebé que llevaba en su vientre, pero de alguna forma tenía tanto rencor con el que fue su amante alguna vez.

—Por qué?—le preguntó cuando lo tuvo enfrente

Aunque ya le había dicho la noticia él quería verlo de nuevo, que él se lo dijera que lo tratara como la peor basura para poderse ir y así fue.

—Namjoon, ella es mi esposa—le recordó.

—Lo sé pero me dijiste que ella y tu—le acortó las palabras.

—Es mi esposa, todo lo que dije fueron mentiras quería experimentar y tu, querías eso también el sexo con hombres es divertido pero yo amo a mi mujer—aquello lo destrozó.

—No amas a nadie—le dijo de forma dolida.

Mismo acto se levantó y se fue, no quería verlo más. Pero en el fondo su corazón aún quería involucrarse con el aunque como él dijo solo se divirtiera con el, por qué lo hacía sentir deseado y en algún punto hasta creyó que lo amaba por todas esas apasionadas noches donde entre humo de cigarro le decía que lo amaba.

Cuando volvió a su departamento la chica con la que se casaría en algunos meses estaba ahí, viéndolo llegar como si algo malo le hubiera pasado.

—Dios mío, que te ha pasado? Está bien? Necesitas que llame a alguien?—le dijo preocupada.