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Los días transcurrían tranquilos a excepción de Tae que a pesar de haber pasado dos semanas de haber despedido a su esposo por su viaje de negocios no sabía nada de él desde hace tres días, le preocupaba claro que si por que él nunca dejaba su teléfono, siempre estaba al pendiente de él tenía miedo de que este no volviera a llamarle pero entonces el teléfono comenzó a sonar sin parar.

—Hola cielo—algo en su voz le decía que algo no andaba bien—Quiero que me escuches atentamente, estoy cooperando en algo y alguien cercano está ayudándome ahora, habla con Jungkook te lo ruego, habla con el, él tiene las respuestas yo no sé qué decirte ahora, ámame y confía en mí si?—fue lo único que le dijo no le permitió hablar o decirle si estaba bien o algo por el estilo.

En ese instante, preocupado, asustado tomó su bolso y salió corriendo a casa de Jungkook, a su casa, aquel hogar que compartió con el.
Tocó la puerta dos veces pues sabía que el timbre estaba roto desde hace dos años.

—Taehyung—dijo sorprendido.

Ambos se vieron de arriba a bajo inspeccionándose, Jungkook portaba uno de esos finos y caros trajes de diseñador entallado a su medida y estaba peinado con suficiente gel, portaba aún el reloj que Taehyung le había regalo aquel Rolex que habían marcado con sus iniciales, entonces Jungkook volteó a verlo, cabello revuelto, pero portando un atuendo completo a la moda, tenis Gucci y un pantalón de vestir, Jungkook no criticó su vestimenta siempre se veía bien pero para Taehyung criticar la vestimenta era vital siempre.

—Pasa—reaccionó después de unos segundos.

Taehyung pasó a pequeños pasos, miró a su alrededor y no había cambios en su casa, Jungkook se apresuró a bajar la foto de la mesita principal para que no se diera cuenta que aún conservaba la foto de su pedida de matrimonio.

—E-El Timbre ya funciona—dijo Jungkook abriendo el botón de su saco.

—Me alegra—dijo sin saber que decir.

—No esperaba que vinieras, yo no creí que algún día volvieras—se sentó en el sofá al que invitó posteriormente al moreno.

—Sucede que tengo un tema muy delicado—se sentó en el sofá a su costado.

—De qué se trata?—tragó saliva.

Estaba nervioso, le sudaban las manos y podría decir que hasta temblaba, no sabía a qué venía Taehyung pero entre las variables de su cabeza estaba la posibilidad de que tal ves había llegado ahí para reunirse con él y decirle que lo amaba, pero solo tal vez.

—Yoongi me llamó y él me dijo algo muy raro—comenzó a decir.

—Algo raro como?—cruzó sus piernas la derecha encima de la otra.

—Dijo que tú sabías algo, que él estaba haciendo algo y que tú tenías las respuestas—en ese momento en el que termino de decir aquellas palabras Jungkook se puso más pálido de lo que ya era.

Unió sus manos y comenzó a temblar más de lo que ya lo hacía de paso las manos por el cabello y terminó agachando la mirada.

—Ea algo difícil Taehyung—suspiró.

—Que sabes de él?—preocupado y temeroso dijo.

Jungkook se levantó y lo invitó a subir las escaleras abrió su despacho y lo dejó ver el tablero lleno de fotografías y cosas que lo incriminaban de muchas cosas desde hace años.

—Recuerdas cuando lo conocimos siendo el chico que jugaba basquetbol?—Taehyung asintió lentamente.

Miraba las fotos de su amado ahí y algunas notas pero su cabeza daba vueltas, no entendía y no comprendía.

¿Como es el? Where stories live. Discover now