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—Ammm no tae, no lo fue creo que fue un acto de amor, del desenfrenado amor que tenemos—se acostó a su lado y lo abrazó.

—Me siento raro ahora—dijo con preocupación.

—Creo que debe ser normal amor, es un  evento único y es normal que estés nervioso—le dio un besito en su frente mientras le decía.

—Creo que tienes razón—se acomodó en sus brazos.

¿Pero que era lo que sentía ahora? Aquella noche cuando cerró los ojos ahí estaba Jungkook, sonriendo poniéndose aquella bufanda que él le había regalado.
Quería congelar el tiempo, que ambos se hubieran quedado ahí, que jamás hubiera crecido que nada cambiara, solo ellos dos en aquella habitación, riéndose de lo cosquilludo que Jungkook era, y que luego este se le echara encima y lo besara sin freno por toda la cara, que le inflara los cachetes y después simplemente se acurrucará para dormirse y entre dormido le dijera que lo amaba.
"Te amo más que cualquier cosa en la vida, este cuerpecito y mi corazoncito es tuyo y de nadie más, nadie te lo puede quitar".
Pudo escuchar los jarrones rotos de la vez tan trágica donde rompió todo al enterarse de la verdad.

Pero jamás olvidaría a Jimin, un amigo que lo fue todo para él, aunque las cosas no salieran bien y puede que suene tonto pero si algún día Jimin le hablara él se acercaría sin ningún problema y le daría un fuerte abrazo.
Abrió los ojos de golpe y se removió en los brazos de Yoongi, con aspecto preocupado.

—Yoon—susurró.

—Mmm—abrió despacio los ojos.

—¿Sabes algo de Jimin?—le preguntó de la nada.

—No, Namjoon solo dijo que estaba atravesando por muchos problemas—Yoongi volvió a acurrucarse en su cuello.

—Quizá suene mal y no me lo tomes a mal pero estoy preocupado por el—suspiró.

—No te preocupes amor, quieres que investigue para ti?—Taehyung asintió con la cabeza y le dio un besito en su mejilla.

Todo estaba siendo horrible para todos pero si tengo que hablar del que más, mal la pasaba sería Jungkook.

[•••]

¿Por qué? Era lo único que tenía en la cabeza con todas aquellas fotos encima de su escritorio y la sonrisa enorme que tenía el amor de su vida, frente a un desconocido, un hombre que ni siquiera lo amaba la mitad de lo que él lo hacía, él se abría muerto por su Tae, le pedía a lo que existiera en este universo que le quitara el dolor, que le permitiera respirar bien o le quitara por completo la respiración.

—Te lo suplico—susurraba mientras se dejaba caer.

Quería verlo, tenerlo, abrazarlo, escucharlo decir su nombre con aquel brillo en sus ojos que hacia el combo perfecto para acelerar su corazón, quería que tocara su mejilla y sentir ese calor carismático que guardaban sus palmas, que sus manos tomaran sus mejillas y lo acercaran a sus labios.
Quería todo eso, quería su amor, lo quería más que a nada, pero no existía poder en esta tierra que lo hiciera regresar junto a él.
Y lo sabía más que cualquiera que se encontrar aquí.

Tenía ganas de llamarlo, de saber que él no estaba teniendo una noche de bodas genial, aquel desconocido estaba tocando a su Taehyung, el amor de su vida, al hombre que había dejado ir.
Pateo la silla frente a él y golpeó sus puños contra el piso.

—Mátame, quiero morirme—decía mirando hacia arriba.

Y se golpeaba el pecho como si aquel acto hiciera que su corazón muriera y dejara de sentir aquel dolor.
Miro la foto de su amado y se limpió las lágrimas.

¿Como es el? Where stories live. Discover now