Pequeño polizón

994 91 16
                                    

Narra Jake:

No estoy seguro de en qué momento me quede dormido, solo recuerdo que seguí caminando todo la noche hasta que mis piernas no aguantaron más; pensaba solo descansar unos minutos para tomar un segundo aire, pero parece que sin darme cuenta me venció el sueño.

Tuve que abrir mis ojos cuando la luz comenzaba a molestarme.

¿Qué hora era?

¿Y cuanto dormí?

Mire a mi alrededor buscando algún indicio, aun estaba perdido a media carretera y quedaba un gran recorrido para salir de ella. Todo parecía tan desierto y solitario, no se veía ni un alma o auto a kilómetros.

-¿Ya me habré alejado de Tipiskaw?-volteo por el caminó que recorrí, y a decir verdad parecía bastante lejano, quizás estaba a medio camino.

Realmente lo había hecho.

Había abandonado el campamento.

Ni yo me lo creía.

¿Qué tan demente podía estar para hacer esto?

Pero ya no había marcha atrás.

No estaba seguro de a donde ir, pero definitivamente no quería volver y ser la burla u el objeto de chantaje para los demás. Prefiero estar solo antes que dejar que me sigan utilizando a su antojo.

-Ugh...-de pronto un gruñido proveniente de mi estomago me trajo de vuelta al presente, no había comido nada en horas y camine demasiado.- Tengo tanta hambre, menos mal que traigo botanas en mi... ¿mi mochila? ¡¿Dónde está?!

Busco desesperado cerca de mi, juraba haberla usado de almohada, pero al despertar ya no la tenía.

¡¿Y si me habían robado mientras dormía?!

¡Ahí tenía mis cosas y dinero para emergencias!

-¡No puede ser!-me levanto de forma brusca de mi lugar.- Si serás Jake, ¿cómo se te ocurre quedarte dormido de esa forma?-me reclamo dándome un golpe en la cara.- ¡Seguramente ya alguien se la habrá roba...!

Estaba por continuar mi auto regaño, cuando me percato que a unos pocos metros se encontraba la susodicha tumbada junto a un árbol.

-Oh... ahí estaba-no pude evitar rascarme el cuello por la vergüenza, supongo que realmente debía bajarle a mi drama.

Me acerque hasta ella para tomarla, sin embargo antes de pudiera hacerlo esta se movió de forma extraña.

-¡¿Pero qué?!-pegué un brinco hacía atrás del susto cayendo de espaldas.

Miraba atónito como mi mochila se paseaba de forma extraña y hasta torpe de un lado a otro.

¡Esto no tenía ningún sentido!

Con cautela me acerque a ella, temiendo que algo pudiera saltarme encima.

Así que rápidamente la voltee por completo, haciendo que todas mi pertenencias se cayeran, junto con la causa de mi casi infarto.

(Les presento a
"la causa del infarto" 👇)

(Les presento a "la causa del infarto" 👇)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi redenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora