Capitulo 8

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Era tradición en la manada que luego de presentarse los alfas salieron a recorrer el mundo. Esta práctica se remontaba a los orígenes mismos de la manada, cuando sus ancestros eran nómadas y vivían en armonía con la naturaleza, siguiendo los ciclos de la migración de la caza y los recursos.

Chanyeol añoraba eso, quería salir de su aldea y recorrer el mundo como lo hacia su padre. 

El hombre había partido cuando Chanyeol solo era un cachorro, la verdad casi ni lo recordaba. Su madre le decía que algún día volvería, pero la mujer murió antes de verlo.

A pesar de todo, espero su regreso aunque muchos le aseguraban que no lo haría el no perdía la esperanza hasta que un día regresó.

Chanyeol era un adolescente de 15 años cuando lo vio parado frente a su puerta junto a un omega que cargaba una niña.

Aunque estaba feliz de verlo después de tanto tiempo, la falta de explicaciones sobre la situación lo dejó inquieto y desconcertado.

Al principio sintió celos, supuso que su padre había hecho una nueva familia y por eso no había vuelto antes. Pero el hombre repetía que solo estaba protegiendo a esas personas y que no estaba relacionados a ellos, luego cambiaba de tema no queriendo profundizar en ello.

A pesar de sus dudas, decidió aceptar a las personas que su padre trajo consigo, y con el tiempo, se convirtieron en una parte integral de su vida.  Sobre todo, cuando un par de años después su padre enfermo y murió.

Ese motivo, retraso el comienzo de su aventura. Pensó que al cumplir 17 años podría estar listo para recorrer el mundo pero su padre le había pedido que cuide de Lin y la niña.

Cuando la niña, Jiah, cumplió los 12 años se presentó como omega. Esta revelación complicó la situacion. No podía dejar a dos omegas vulnerables.

Su sueño estaba cada vez mas lejano. 

La situación de Chanyeol se volvía cada vez más complicada a medida que el tiempo pasaba. Aunque había aceptado su papel de cuidar a Lin y Jiah, la responsabilidad pesaba cada vez más sobre sus hombros, especialmente cuando el omega enfermó y le hizo prometer que no dejaría sola a Jiah.

La situación se volvía cada vez más compleja a medida que Jiah crecía y la responsabilidad sobre ella aumentaba. A pesar de sus propios anhelos, su deber para con la seguridad y el bienestar de la joven omega se imponía.

Chanyeol observaba a Jiah mientras ella jugaba en el jardín. El sol de la tarde pintaba su rostro con tonos dorados, y sus risas resonaban alegremente en el aire tranquilo. Habían pasado meses desde que su madre había fallecido, y ver a Jiah tan feliz y despreocupada era un bálsamo para el corazón de Chanyeol.

Mientras la observaba jugar, su mente se llenaba de pensamientos turbulentos. Se preguntaba si alguna vez tendría la oportunidad de seguir los pasos de su padre y emprender su propia aventura. 

—Oye—la llamó Chanyeol, atrayendo su atención.

—Oppa!—la adolescente corrió hasta él—no te vi volver anoche. ¿Fuiste a beber con tus amigos tontos?

—Cazamos el alce mas grande que te puedas  imaginar. Teníamos que celebrar.

—Woa, eres el mejor.

Chanyeol rió suavemente ante la entusiasta respuesta de Jiah, agradecido por su capacidad para sacarlo de sus preocupaciones por un momento.

—¿Hablaron también sobre irse?

—¿Tú cómo sabes eso? —preguntó el alfa frunciendo el ceño.

—Los escuche la otra noche. Junmyeon te propuso empezar tu viaje y le dijiste que no por mi culpa.

Bloodbound [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora