Un Alfa Sentando Cabeza |Jinx| (En Pausa)

１

Unas horas después de lo sucedido con los alfas, Dan estaba ordenando unos papeles del físico de Jaekyung en su oficina. Revisaba uno por uno con mucha atención. Nunca antes había trabajado con un deportista tan avanzado y profesional como Jaekyung y le sorprende que este siga en buen estado luego de ser, por tantos años, el campeón.

También en el transcurso de esas horas, se dedicó a verlo entrenar y a ver varios vídeos de el dentro del octágono en peleas anteriores con el objetivo de entender como trabajaba cada músculo con los movimientos que hacía y cual era su técnica de pelea para asegurarse de que no esté siendo muy agresiva con su cuerpo.

En eso el entrenador Park toca tres veces la puerta y luego de que Dan le dijo que podía pasar entró, Se le notaba menos estresado que antes.

-Dan, ¿podemos hablar del tema linaje?- preguntó sentándose en frente de el omega.

-Claro- sonrió atento.

-Vi en tu currículum que nunca antes haz trabajado en un ambiente como el del MFC, y te seré sincero, me preocupa que no te sientas cómodo- lo miró.

-No sé preocupe, todos aquí me parecieron muy amables- dijo con sinceridad.

-Y lo son, pero más allá de eso, ¿Sabes los riesgos que corres?, por lo general, tengo a los chicos bien controlados pero solo quiero saber si sabes en donde estás parado- se acomodó los lentes.

-Señor, no es necesario estar rodeado de alfas para que un omega sea herido por uno de ellos, yo como omega le puedo asegurar que corremos peligro en cualquier lugar en donde estemos, no sé preocupe, estaré bien trabajando aquí- dijo Dan con una sonrisa que hizo sonreír al mayor.

-Bien Dan, definitivamente serás un buen integrante de este equipo- sonrió y se levantó- ahora que ya estoy más tranquilo iré a mi oficina a solucionar algunos asuntos pendientes sobre la programación de la próxima pelea, si necesitas algo me avisas- salió de la oficina.

Dan suspiró y recostó su cabeza en el escritorio. No le gustaba para nada ser omega, era muy complicado y agotador.

Esperaba no tener que abandonar al Team Black por culpa de algún alfa, como lo hizo en sus anteriores trabajos.

Los omegas debían vivir tomando supresores y más Dan ahora que trabaja rodeado de alfas.

Habían muchos tipos de supresores, como las píldoras, las inyecciones, los implantes subcutáneos, las yerbas medicinales entre otros.
Los omegas usaban uno según los que el médico les decía ya que no todo los omegas son iguales y no todos los cuerpos aguantan lo mismo.

Dan antes utilizaba píldoras pero luego de un suceso traumático tuvo que comenzar a usar algo más invasivo como lo son las inyecciones porque son más efectivas para el actualmente.

Mientras Dan seguía recostado en el escritorio, Jaekyung entró sin avisar asustando al omega.

El alfa pudo ver apenas un milisegundo al omega recostado en el escritorio que luego casi le dio un infarto por el susto, había olvidado que por lo general lo omegas eran asustadizos.

Ya la cagaste

Se dijo a sí mismo, su intención no era asustar al omega, era pedirle un masaje.

-Mierda, ¿Estás bien?- preguntó sin pensarlo y luego su ceño se frunció.

Tengo que mantener mi carácter de mierda...

Pensó, pues sabía que este omega con fermonas de caramelo no era como los demás, y un paso en falso lo llevarán a algo que él no quiere porque es peligroso...

-Yo... si, estoy bien- dijo el omega un poco confundido. Esa pregunta no combinaba con lo intimidante que era el alfa.

-Bien, entonces hazme un masaje-.
Dijo el alfa cortante para luego salir e ir a la sala de fisioterapia en donde se encontraba la camilla.

El omega frunció el ceño, sorprendido por la rara actitud del alfa. Sin embargo, decidió seguir sus órdenes y se dirigió hacia la sala de fisioterapia, preparándose para darle el masaje que le había pedido.

Una vez en la sala de fisioterapia, el omega se aseguró de que todo estuviera listo para el masaje. Preparó los aceites y ajustó la camilla para la comodidad del alfa. Mientras tanto, el alfa observaba todo en silencio y con atención.

-Ya está listo, puedes recostarte- el omega le sonrió.

Una vez que el alfa se acostó, el masaje comenzó.
El alfa se tensó y el omega lo notó pero lo ignoró, lo que no sabía el castaño era el por qué de su tensión...

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