Capitulo 7

32 11 0
                                    

Capítulo 7
Darien
Serena disfrutaba feliz con sus padres y los míos cuando
llegue  a su lado y la invita a bailar ella, nerviosa acepta, Mientras bailabamos al ritmo de la música pude sentir nuestros  corazones latian tan erráticamente al mismo tiempo, solo que por diferentes sensaciones, el mío latia por un sentimiento que nació justamente en el instante que la vi… y el de ella por que se que algo le provoca mi cercanía, lo siento.  Recordé a la abuela cuando ella solía decir que eran presentimientos de algo.

—¿Qué pasa?—pregunto preocupado al sentir el tenso cuerpo de Serena
—No… nada solo que estoy agotada y quisiera descansar.

La miro y en su corazón sintió que era el momento justo para decirle lo que le pasaba.

—Serena, antes de que te retires me permites unos momentos, necesito comentarte algo importante.
—Claro, dime.—responde ella con una leve sonrisa
—Mira vamos al jardín.

Llegamos al jardín y ella toma asiento

—Serena—digo nervioso— Desde que te conocí no sé, me pasó algo extraño… iré al punto, Serena tu me gustas, se que diras que estoy loco por que eres la esposa de mi hermano, pero esto que siento me tomó por sorpresa, no estas obligada a decirme nada… solo quería que lo supieras.

Ella me miraba sorprendida y con el rostro teñido de un leve sonrojo. Quería hablar pero se lo impedí. Le pedí que regresarlos y ella accedió sin decir nada. Cosa que agradecí.
Regresamos a la casa, me despedí y me retiré a descansar.

“Vaya, parece que Seiya ni cuenta se dio que no estaba Serena”. —pensé con sarcasmo. Pero la frialdad en la pareja era cada vez más palpable. Aunque sólo yo me daba cuenta.

Desde esa charla no había podido volver a hablar de nuevo con Serena pues ella me evitaba y eso me irritaba. Pero escuche a su madre decir a su padre que irían todos al pueblo hacer compras y vi mi oportunidad y decidí salir sin que nadie me viera.
Vi salir a todos desde mi escondite secreto. Pude ver como mi hermano le abría la puerta a su suegra y a su cuñada. Espero paciente como cazador a su presa y pasada media hora salió. Me apresuro a volver a la casa sin ser visto. Veo a Serena entrar a la biblioteca .. me camino rumbo a su encuentro sin hacer ruido entró y pongo seguro. Saludo a Serena ocasionando que diera un brinco del susto provocando su caída.
—¿Pero qué DIABLOS pasa contigo? ¿Qué no sabes tocar una maldita puerta? Me has dado un susto y has provocado que me cayera ¿acaso quieres matarme? —me suelta con furia la hermosa rubia haciendo más grande mi deseo hacia ella.
—Por favor Perdóname. Si toque. Pero traes eso puesto y no escuchaste. —me defiendo.
—Esta bien… ¿qué deseas? —en el momento veo que se arrepintió de decir eso y se apresuró a tomar el libro y a cambiar de tema. —Pensé que estarías fuera...—Serena estoy enamorado de ti…—solté sin más
—¿Qué? pero qué diablos dices tú no…—pero la interrumpí con un beso, era un beso contenido.. fue un beso devastador… único… se resistió unos minutos.. pero al final, se rindió… se que la tomé  por sorpresa, ella se dejo llevar, nunca había  besado así, no con ese fuego que me quemaba las entrañas…
Me costaba respirar… me separe de su boca y junte su frente con la mia y le confese lo que nunca creí posible…

—Serena escúchame… no me interrumpas por favor por que quizá
no me des la oportunidad de decírtelo… desde que te vi la primera vez antes que tu me vieras yo ya te había visto mientras bajabas la escalera y me pareciste una Diosa del Olimpo que bajaba de su trono para robarme el alma… pero cuando me miraste con esos ojazos tan hermosos caí rendido a ti… se que estas casada, que eres prohibida para mi pero no puedo evitarlo. Estoy perdido por ti… se que… se que sonará pretencioso de mi parte hasta engreído, pero se que tu también me deseas… shshs no digas nada por favor… lo siento en cada fibra de mi piel cuando me miras y si algo he aprendido es que los ojos no mienten, los tuyos no miente. —se que mi confesión es de un hombre que sabe que ese amor no será correspondido… pero estoy seguro que me amara…

Serena tras esa confesión, no sabia que hacer, no sabia como reaccionar… lo pude sentir y ver qué sintió muchas cosas, y que la afectaron entre ellas el deseo que le provocaba un hombre que no era su marido, era un deseo más fuerte, más primitivo, más salvaje… y se que siente deseos de huir pero lo cómico del asunto que se no  quiere marcharse…

Alzó la mirada y me vio directo a los ojos sé que percibe mi honestidad.

—Darien… yo no se que decirte… es hermoso lo que dices pero.. pero yo no puedo corresponderte, no seré infiel ni arriesgaré todo mi mundo ni mi vida por una aventura… Darien yo… — no la dejó terminar, me enfurece que piense que le haría eso. —Y a ti quien te dijo que eres una aventura, Serena yo estoy atrapado por ti, enamorado…

Serena medita cada palabra que le digo…  y sé que a pesar de la situación, debía ser sincero con ella.

Se Amaban Donde viven las historias. Descúbrelo ahora