Las cosas pasan por algo, o eso es lo que dice la gente cuando ocurre una tragedia, nunca lo entendí, hasta que conocí a ese chico, nunca entendí porque yo tenía que soportar todas esas horribles cosas.
Pero después comprendí, el era mi luz al final de el túnel, el era la cosa buena que pasa después de una tragedia, me conoció increíblemente rota, yo jamás pensé que tendría reparación.
Pero el puso cada una de mis piezas en su lugar, con mucha paciencia y delicadeza, puede que no haya quedado perfecto, puede que hayan quedado fisuras, pero eso da igual, porque no importa si estoy llena de fisuras, nada de hizo importa, porque después de todo.
Yo ya estoy completa, con cada pieza en su respectivo lugar.
Recuerdo ese día a la perfección, ese día en el que vi sus hermosos ojos y me fui imposible no perderme en su mirada.
El patrón me había adoptado por así decirlo, después de el día en que mi ira se desató por primera vez, el me llevó con el, dijo que cuidaría de mí hasta que tuviera la capacidad de valerme por mí misma.
Me enseñó todo lo que se, me amo como una hija, incluso más que mis verdaderos padres, pero, nunca supo cómo arreglarme.
Antes no era como lo soy ahora, era una chica insegura, complacía a todos para que no me dejaran, era manipulable y casi no sonreía,
El patrón trataba de alejarme de cualquier cosa que me hiciera más daño, pero no siempre puedes proteger las cosas.
El patrón fue a visitar a el señor Urokodaki, me dijo que fuera a caminar mientras el hablaba con el, y accedí.
Estaba caminando a través de los hermosos árboles hasta que escuche un sollozo, lo seguí hasta encontrar de donde provenía dicho ruido.
Camine hasta llegar a una gran roca, estaba partida a la mitad, sorprendente y detrás de ella, estaba un chico, sentado en el suelo, sus manos tapaban su rostro.
Dude un momento sobre acercarme, pero al final lo hice, me pare frente a el.
- Hola, estás bien? - hablé tranquila, el me volteo a ver al instante.
- Lo estoy, ahora vete - hablo sin titubear, so voz era ronca y fría.
Iba a irme pero no lo hice, me senté a su lado, no hablé y tampoco lo miré, solamente me quedé ahí, viendo a la nada, daba igual si no hablaba, no quería que se sentirá solo.
El tampoco dijo nada, no pareció querer hacerlo, nos quedamos un rato ahí, sin hablar ni observarnos, el se calmo y después se giro para verme.
- ¿Por qué no te fuiste? - pregunto el.
- No iba a dejarte solo, cuando una persona está triste, la soledad lo empeora -
- Gracias - murmuró
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★ Wishes to the moon ★ (Giyu Tomioka)
Fanfic- Pídeme lo que quieras - - Tomioka-san, vayamos a comer - - Eres asombroso - En esta historia te llamas "Misuki sato" y eres la pilar de la luna