23.♡

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🔷JUNGKOOK🔷

Jungkook se removió en su cama al escuchar el sonido insistente de su móvil. Con los ojos aún entrecerrados, buscó el teléfono en la mesita de noche y deslizó el dedo sobre la pantalla para contestar.

- ¿Hola? - dijo con voz ronca, tratando de despertarse por completo. Y de no despertar a Lisa, que dormía en frente de su habitación.

Al otro lado de la línea, una voz familiar lo sacudió de su somnolencia.

- Jungkook, soy Irene. - dijo, con un tono que denotaba cierta tensión. 

Jungkook frunció el ceño. Era raro que Irene lo llamara. Ella era su exnovia y la hija de su jefe, quien además era el líder de una banda importante de ladrones. ¿Qué quería ahora?

- Irene, ¿qué sucede?- preguntó, tratando de ocultar su desconfianza.

- Necesito hablar contigo- respondió ella, su voz temblorosa 

Jungkook se sintió incómodo. No quería volver a tener nada que ver con Irene, especialmente considerando cómo era.

- Lo siento, Irene - dijo con firmeza, apretando el teléfono contra su oreja. -Ya no hay nada de que hablar entre nosotros"

-Pero es importante, Jungkook - insistió ella, casi suplicante.

Jungkook suspiró. Sabía que ignorarla solo le causaría más problemas. 

- Está bien - cedió finalmente. - ¿Dónde estás?

- Te espero en el almacén abandonado - respondió Irene rápidamente, antes de colgar. 

Jungkook se vistió rápidamente.
Irene seguramente les tenía algún mandato, o alguna misión.

Todo lo tenía preparado, pero algo le faltaba...

Entonces se acordó de su cazadora.

Bajó lo más silenciosamente que pudo, y la cogió.

Después de eso, se montó en su moto, y se dirigió al lugar acordado, sintiendo una sensación de inquietud mientras se adentraba en la oscura y solitaria zona industrial.
En la entrada de este, siempre había varios guardias, que dejaban pasar solo a habitantes de aquél lugar.

Frené la velocidad de la moto, y paré al lado de un guardia.

Este tomo una pequeña pero dolorosa lamparilla, y la pasó por mí cuello.

Entonces, con aquella luz rojiza mi tatuaje se hizo visible, haciendo que el guardia me dejara pasar.

Al llegar al almacén abandonado, Jungkook encontró a Irene esperándolo junto a un grupo de hombres de aspecto siniestro.

- ¿Qué sucede, Irene?- preguntó Jungkook, manteniendo la guardia alta.

Irene le lanzó una mirada significativa y le susurró:

- Mi padre tiene un nuevo trabajo para vosotros. Necesita que os ocupeis de un asunto importante.-

Jungkook asintió, sabiendo que no podía negarse a seguir las órdenes de su jefe. Una vez más volvía a los negocios turbios del mundo criminal.

- El objetivo es una mansión en las afueras de la ciudad - comenzó Irene, manteniendo su voz en un susurro conspiratorio. - Pertenece a un empresario adinerado que ha estado traficando con arte robado- Jungkook frunció el ceño, asimilando la información. Parecía ser un trabajo ambicioso, y estaba claro que requeriría de una planificación meticulosa. -Necesitamos infiltrarnos en la mansión y hacernos con las obras de arte sin levantar sospechas-  continuó Irene. - Para eso, necesitamos la ayuda de Taehyung y Jimin.- Jungkook asintió, comprendiendo el papel crucial que sus amigos jugarían en el éxito del plan. 

°•Dulce solo conmigo [LIZKOOK] •°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora