Hoseok.
No recuerdo mucho de lo que pasó, un momento estaba en la escuela con Jiseob, después estuve solo y recibí una llamada del hospital en donde mencionaban a mi papá, no se como llegué al hospital, pero lo hice.
Me encontré solo en el hospital, esperando una buena noticia que nunca llegó, las personas me hablaban, pero yo no entendía nada de lo que decían.
Todo pasaba muy rápido frente a mis ojos, mi pecho dolía, mi garganta tenía un nudo y de mis ojos no paraban de salir lágrimas.
¿Qué se supone que deba hacer ahora? Ni siquiera entiendo lo que sucede, lo único que sé con seguridad es que quiero despertar de esta horrible pesadilla.
Tal vez debí hacer más para que esto no pasara, debí esforzarme más por ser un mejor hijo.
•••
— Hobi, necesitas comer o te enfermarás.
Hoseok siguió sin hacer nada.
Yoongi se acercó y se sentó a su lado.
— Por favor, come. Estamos preocupados por ti.
Hoseok volteó a verlo.
— Solo quiero dormir, es lo único que quiero hacer. — susurró.
Jimin suspiró y asintió.
— Quiero ir a casa. — bajó la mirada.
— ¿Estás seguro?
Hoseok los miró y asintió.
— Está bien, vamos.
Jimin asintió confundido.
Hoseok se duchó y se puso la ropa que Jungkook le había traído de su casa.
Los tres salieron y fueron a su casa, se quedaron dentro del auto un buen rato sin hacer nada.
Hoseok salió y se quedó frente a la puerta, necesitaba fuerzas para entrar y enfrentar la realidad.
Yoongi y Jimin se acercaron a él.
— Está bien si no puedes hacerlo, podemos volver en otro momento. — puso su mano en el hombro del chico.
— Si. Hobi, tómalo con calma.
Hoseok agarró la perilla con fuerza y cerró los ojos, miles de recuerdos llegaron a su mente atormentándolo, retrocedió rápido chocando con sus amigos.
— No puedo, no puedo hacerlo. — murmuró.
Jimin asintió y lo llevó de nuevo al auto.
Yoongi entró a la casa por unas cosas de Hoseok y salió, regresaron al departamento de Jungkook, donde ya se encontraba el junto con Jiseob.
— ¿A dónde fueron?
— Hobi quiso ir a su casa.
Jungkook y Jiseob se tensaron un poco, sabían que Hoseok no estaba nada bien, y lo que menos querían era alterarlo, sabían que tenían que ser cuidadosos con el tema.
Hoseok entró al cuarto de Jungkook y cerró la puerta, se acostó haciéndose bolita.
— No te preocupes, no entró a la casa.
— Gracias por cuidarlo. — suspiró.
— También es nuestro amigo.
Jungkook asintió y sonrió.
— Ya hicimos los papeleos, también avisamos a todos los que teníamos que avisar.
— ¿A todos? — levantó una ceja.