Hoseok siguió esforzándose para sacar la carrera que había elegido, mejorar su relación con su papá, disfrutar de pasar el tiempo con sus amigos y olvidar lo malo.
También aprendió a cocinar, siguió trabajando en la cafetería esperando poder sentirse mejor consigo mismo.
Hoseok terminó su turno, ayudó a limpiar a Yoongi y a Jungkook para después irse.
Al salir se encontró con Namjoon recargado en un auto.
Hoseok se acercó.
— ¿Qué haces aquí?
— Vine a verte, necesitaba un amigo. — sonrió rascándose la nuca.
Hoseok lo miró con los ojos entrecerrados.
— Esta bien, ¿qué pasa?
— Los padres de Jimin quieren sacarlo de su testamento, lo quieren dejar sin nada, y quieren que yo me haga cargo de todos sus bienes.
— ¿Qué? ¿Por qué harían eso?
— No creen que sea capaz de hacerse cargo de sus bienes.
— No puedo creer que sus papás le hagan esto, ¿ya le dijiste sobre lo que piensan hacer?
— Todavía no le digo, honestamente no se si sea conveniente hacerlo. — suspiró. — Ellos... bueno, no sólo ellos, nosotros hemos lastimado mucho a Jimin.
— Por eso mismo debes de decirle, es mejor que se lo digas a que se entere por otro lado y sepa que tu lo sabías pero preferiste no decirle.
Namjoon suspiró cansado.
Hoseok lo observó, sonrió un poco y lo abrazó.
— Cuando tu estés a cargo de sus bienes puedes regresárselos, arregla lo que ayudaste a romper. — susurró.
Namjoon correspondió el abrazo.
Jimin caminó hacía la cafetería y los vio abrazándose, no pudo evitar recordar los viejos tiempos, y le molestó pensar que podrían haber vuelto, pero simplemente se dio la vuelta y se fue de ahí.
Namjoon se separó del abrazo.
— Gracias, trasero bonito, gracias por ser mi amigo. — sonrió.
— ¿De verdad nunca has sentido nada por Jimin? — lo miró tratando de encontrar una respuesta honesta.
— ¿Quieres que sea honesto?
Hoseok asintió.
— ¿Quién podría no sentir algo por Park Jimin? Eso es imposible... — bajó la mirada. — Hobi, en mi familia esta prohibido casarse por amor, para ellos uno debe casarse con alguien que mínimo te caiga bien o que respetes, pero no con alguien a quien ames, porque eso implica que las cosas se compliquen con sentimientos innecesarios. — suspiró. — Yo desde hace unos años supe que Jimin sería mi esposo, mis padres y mis abuelos me lo dijeron. Me advirtieron que no podía enamorarme de él o tenerle el más mínimo sentimiento de cariño, así que me asegure de siempre mantener una distancia con el o con cualquier otra persona, nunca dejé que nadie se acercara lo suficiente a mi. — miró a Hoseok a los ojos. — Pero, llegaste tú, comenzaste a gustarme más de lo normal y me permití bajar mis escudos. — sonrió.
— Todavía no has respondido a mi pregunta.
— Si, sentí cosas por Jimin, aún siento cosas por el, pero no puedo complicar las cosas.
— ¿Por qué?
— Los tres Kim crecimos con esa regla de no casarnos con alguien a quien amáramos, pero cada uno lo manejó de diferente forma. Seokjin se aferró a la idea de demostrar que un matrimonio con amor era la mejor opción, mientras que Taehyung aceptaba lo que mis abuelos dijeran sin quejarse, al menos así era antes, ahora es el primero en llevarles la contraria. — se rió. — Se volvió como la oveja negra de la familia, empezó a incomodar a la mayoría de los Kim, pero sin duda él es el único que puede lograr un cambio en la familia. — sonrió. — Por mi parte, todo eso no era un tema que me interesara, así que nunca lo cuestioné.
Hoseok sonrió un poco al escuchar el nombre de Taehyung.
— Creo que te entiendo.
— Para mi ya es automático alejar a las personas que empiezan a traspasar mis barreras. — encogió los hombros. — Es algo que ya llevo integrado en mi ser.
— Lo entiendo muy bien, más de lo que te puedes imaginar.
Namjoon lo observó.
— ¿Cuándo vas a decir la verdad?
— ¿Perdón? ¿De que hablas? — dijo confundido.
— Te conozco bien, yo se que no lo dejaste plantado solo por lo de tu mamá y lo de tu lesión, estoy seguro de que hay algo más ¿o me equivoco?
— Namjoon, no lo hagas, por favor. — susurró.
— Dímelo, no voy a dejarte ir hasta que me lo digas...
Hoseok suspiró y miró hacia otro lado.
— En estos momentos te estoy odiando mucho.
— Lo sé, pero puedo soportarlo, así que dilo ya...
— Mi papá está muriendo. — le dio la espalda. — Tiene cáncer terminal.
— ¿¡Qué!? ¿Cáncer?
— Si, ese mismo año se lo detectaron. — tomó aire para seguir hablando. — Se supone que yo no se nada, pero me enteré sin querer por una llamada del hospital, era obvio que no podía irme y dejarlo aquí luchando solo.
— Te quedaste por tu papá...
— Si bien lo de mi accidente y lo de mi mamá también fueron motivos que me hacían dudar de irme, al final la verdadera razón por la que me quedé fue por mi papá. Yo se que podía decirle a Taehyung, pero posiblemente hubiera decidido quedarse para apoyarme y apoyar a mi papá, pero no podía hacerles eso, que Taehyung fuera a esa academia de arte era el sueño de los dos, y ambos lucharon muchísimo para conseguirlo, no podía quitarles esa felicidad a ninguno de los dos, ya suficiente tenía mi papá con saber que se está muriendo.
— ¿Cómo pudiste guardarte esto durante tanto tiempo? ¿Cómo lo soportaste tu solo?
— No podía acudir a Jungkook, el tenía sus propios problemas, además yo quiero esperar a cuando mi papá esté listo para decirme, quiero que lo haga cuando se sienta listo. — bajó la mirada. — No quiero que se sienta presionado.
Namjoon lo miró con pena, se acercó y lo abrazó.
— Desahógate, sácalo todo... — acarició su espalda.
Hoseok correspondió el abrazo y no pudo evitar soltarse a llorar.
Hasta ese momento no se había dado el tiempo de hablar sobre lo de su papá o de desahogarse, era la primera vez que hablaba con alguien de esto, y toda esa carga que había sentido desde que se enteró disminuyó notablemente.
— Créeme que yo se que hice todo mal, pero no sabía que hacer. — dijo entre sollozos. — Tenía miedo, aún lo tengo.
— Hiciste lo que pudiste en ese momento, así que nadie puede juzgarte por eso.
Hoseok se aferró a Namjoon.
Jungkook y Yoongi salieron por la cafetería y los vieron abrazándose.
— ¿Son Namjoon y Hobi? — preguntó.
— Eso parece.
— Hobi esta llorando... — dijo preocupado. — Tengo que ver que le pasa.
Yoongi lo detuvo agarrando su brazo.
— Déjalos, el te dirá lo que pasa después.
— Pero...
— Vámonos de aquí guapo. — lo jaló lejos de ahí.
Después de un rato Namjoon acompañó a Hoseok a su casa.
— Gracias por todo. — sonrió.
— Me alegra que podamos ser amigos. — lo miró. — Ahora ya sabes que puedes contar conmigo.
— Y tu conmigo.
Namjoon sonrió y asintió.
— Nos vemos. — salió del auto y entró a su casa.
Hoseok se esforzaba mucho por demostrarle una sonrisa grande a su papá, que también hacia lo mismo para no preocuparlo.
Ambos fingían para no lastimar al otro, creyendo que eso era la mejor solución a sus problemas.