06.

271 17 1
                                    

- Belatrix -

No podía creer que aún me recordase o más bien que estuviera ahí, me di la vuelta lentamente y mientras lo hacía la señorita se acercó a mi un poco más.

- Te veo luego - me susurró mientras sonreía como una idiota - Suerte - dijo alargando la última vocal, la iba a matar.

Me quedé frente a él, mientras sus ojos verdes se clavaban en mi como dagas. ¿Que cojones quería?

- ¿Te ha comido la lengua el gato? -

- ¿Que quieres Suna? - mi voz sonó mucho menos fría de lo que me hubiera gustado, llevaba sin verlo meses y nunca pensé que sería el primero en hablarme de nuevo.

- Te estuve llamando, a tus amigos, a Kaia - Suna tenía la fama de ser callado y se pasaba la mayoría del tiempo observando a los demás, pero en ese momento podía escuchar el dolor en sus palabras - Pensaba que te había pasado algo, inútil -

¿Suna Rintarou preocupandose por mi? Estaba soñando o a ese hombre le pasaba algo - Vamos, nunca hemos sido amigos - aquellas palabras me dolían pero eran ciertas.

Siempre había querido conocerle más pero era demasiado inaccesible, una vez trajo a uno de sus compañeros, creo que se llamaba Atsumu. Comparado con él Suna era una estatua.

- Hemos jugado juntos - hice una mueca, aquello parecía una broma de mal gusto.

- Que juguemos no significa que seamos amigos, nunca me has hablado no te has molestado por mi... Así que déjalo, deja de actuar como si te importara -.

Decidí comenzar a caminar con mi amiga de nuevo, pero Suna agarró mi brazo impidiendo que siguiera avanzando.

- Entonces vamos a jugar -

Ya llevaba el antiguo uniforme de mi hermano, de pequeña siempre me lo quise poner y ahora me valía, una camiseta negra con el número y los detalles en dorado al igual que el pantalón. No podía poner la excusa de que no tenía ropa de deporte así que simplemente comencé a caminar con él hacia la cancha donde estaba antes. Ya me había soltado y simplemente caminabamos a la par.

- ¡Kuroo! - grité al ver al pelo negro jugando en la cancha, el me miró y después miró mi ropa, tal vez no podría seguir mintiendo o por lo menos a él.

Todos pararon de jugar, me saludaron un par de compañeros más aunque no me habían reconocido. Y nos pusimos los tres en el mismo equipo, mientras hacían los equipos Kuroo me empezó a preguntar de todo.

- Vale, entonces... Eres la hermana del pequeño gigante del Karasuno y juegas desde que tienes memoria - el gato estaba intentando analizar toda la información que le había dado en apenas un par de minutos - Eso no me lo esperaba -.

Jugando el partido no me contuve, iba a jugar al máximo para que Kuroo y Suna lo vieran, rematando cada uno de los balones y haciendo mis famosos saques. En el campo era como una sombra, ya que nadie se percataba de mi presencia normalmente. Pero tras un par de remates el equipo rival se solía centrar en mi, haciendo mi posición en cualquier equipo un arma de doble filo.

Para ser sinceros Suna y yo éramos un dúo perfecto, cuando yo era la rematadora el siempre jugaba de colocador y de tantos años jugando juntos podríamos coordinarnos hasta con los ojos cerrados. Kuroo estaba sin palabras, solo paraba balones mientras nos miraba sin parar.


Holiss :)

Espero que os esté gustado el cambio que le he dado a esta historia, si tenéis alguna propuesta decirmeeee.

Necesitaba meter a Suna porque es un personaje que amo y así le dará algo más interesante a la historia en un futuro, de momento quiero que se note la tensión entre ellos y ya veréis que pasa con Kenma jiji

Espero que tengáis un buen día.

Lyy <3

Tú arrebatas mi oxígeno [Kenma × reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora