Capítulo 50.-

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Seph sujetó con fuerza la mano de su compañero antes de que Daryel pudiera hacer algo, trató de sacarlo de ese círculo, tiró una y otra vez, como sí su vida dependiera de ello, sin embargo, la bruja ya había llegado junto a él y no se lo permitió

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Seph sujetó con fuerza la mano de su compañero antes de que Daryel pudiera hacer algo, trató de sacarlo de ese círculo, tiró una y otra vez, como sí su vida dependiera de ello, sin embargo, la bruja ya había llegado junto a él y no se lo permitió.

Agarró las piernas de Seph y lo arrastró con tanta facilidad que soltó a Daren, lo que lo dejó sorprendido.

—¡Maldición! —musitó Seph, golpeando el suelo con el puño.

Seph pataleó con desesperación para tratar de soltarse del agarre de Daryel y así fue, cuando una de sus patadas le dio justo en la cara, lo que la hizo tocar su nariz.

—¡Eres un maldito mocoso! —gritó Daryel de tal modo que hizo estremecer a Seph.

Daryel hizo el ademán de ir tras Seph, pero esté fue más rápido, se giró sobre sí mismo, tomando cierto impulso de sus piernas y ponerse de pie. No le había dado tiempo de tomar su espada, así que tomó el pedazo de madera que había cerca. La blandió como sí se tratase de una de sus dagas, aunque un dolor punzante lo hizo maldecir. Una astilla que sobresalía de esta se clavó en uno de sus dedos.

—Te voy a matar —lo amenazó Daryel.

—Quiero que lo intentes —Seph sonrió con diversión tanto que su mejor amigo tuvo que parpadear un par de veces para asegurarse de que no estaba soñando y de que el ángel que se encontraba peleando con la bruja se trataba del mismo Seph que conocía.

Nunca, desde que eran querubines lo había visto disfrutar de una batalla de esa manera.

Daryel intentó arrebatarle lo que tenía en la mano, pero Seph se la lanzó en la cabeza y aprovechó esa pequeña distracción para empujarla contra la pared.

Seph sin perder el tiempo, fue corriendo hacía dónde estaba Daren, pero antes de que pudiera llegar tropezó y cayó de cara lo que lo hizo maldecir. Daren no pudo evitar reírse y olvidarse de la tortura que estaba sufriendo.

—¡Cállate! —Seph lo señaló con el dedo. —Estoy intentando salvarte.

—Bueno..., entonces procura no morir antes —Daren sonrió divertido, a pesar de que le estaba costando respirar, las palabras salieron de su boca con tanta fluidez y tranquilidad que dejó salir un suspiro.

La risa amarga de Daryel obligó a Seph a ponerse de pie de inmediato, chasqueó la lengua al verla con desprecio. Seph no dejó de poner atención a la herida que tenía la bruja en la cabeza, en cuestión de segundos se le había formando una línea irregular, la cual cayó sobre su mejilla, sangre.

Daryel ya lo tenía más que harto.

—No dejaré que te lo lleves, ese poder de luna es mío —Daryel le lanzó el puñal a Seph, quién se agachó antes de que este pudiera herirlo. —Me pertenece.

—Sí hubiera sido tuyo desde un principio, entonces la luna no lo hubiera elegido a él —Seph señaló a su mejor amigo, el cual entrecerró los ojos, estaba seguro de que la estaba provocando y eso no era bueno para él. —¿Qué demonios haces, Seph? —lo escuchó decir.

Dareph -Wattys 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora