Capítulo 17.-

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La luz de la luna llena entra por una abertura que se hace paso por la ventana, ilumina cada uno de los rincones que es cubierto por la oscuridad de aquella vieja choza, en dónde Seph yace inconsciente

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La luz de la luna llena entra por una abertura que se hace paso por la ventana, ilumina cada uno de los rincones que es cubierto por la oscuridad de aquella vieja choza, en dónde Seph yace inconsciente.

No hay más que un silencio inquieto que, sí un espectro tuviera el valor de cruzar el umbral era muy probable que saliera huyendo, después de todo, quizás no toda la penumbra que existe en el mundo puede llegar a ser dominada por esas criaturas.

A pesar de que parecía no haber ni una vida alrededor de ese lugar, Seph es observado por una extraña silueta, quién lo miraba con tanto interés y desprecio, como sí el chico ángel fuese uno de los desterrados, como sí fuese la cosa más horrible que haya visto en toda su inexistente vida.

Chasqueó la lengua cuando vio a Seph moverse.

Por una extraña razón la oscuridad no hizo mucho efecto en el chico ángel, algo que lo tenía pensando.

En lugar de perderse en la agonía, se sumergió en un sueño profundo, en el cual con cada paso que daba se cruzaba con una puerta espiritual, de no ser por su fortaleza ya hubiese perdido su esencia.

—Mi cabeza... —murmuró Seph con un poco de agobio en su voz.

En muchas ocasiones había sido herido en batalla e incluso lastimado de una manera tan brutal que llegó a desear morir, sin embargo, lo que más detestaba era sentirse mareado. Era lo peor que a un guerrero le podría pasar, ya que no se podría concentrar.

Seph negó con la cabeza esperando que esta inquietud se le quitará.

Aquella sombra siniestra lo seguía observando, esperando un ataque sorpresa, sin embargo, casi sonrió cuando se dio cuenta de que Seph estaba intentando recordar qué era lo que le había sucedido antes de caer en la inconsciencia.

Poder sus ideas en orden, pero el sonido inédito de la lluvia lo hizo maldecir.

—Así que ya despertaste —dijo la sombra.

Seph se estremeció al escuchar su voz.

Jamás en su vida había estado cerca de alguien que le provocaba escalofríos, la sombra era tan tenebrosa e inesperada.

—Qué lástima —continuó, sin apartar la vista de Seph, este frunció el ceño. —Esperaba que no lo hicieras.

—Diría que lamento arruinar tus planes, pero la verdad es que no —respondió Seph, se acercó un poco a la sombra, mientras de manera disimulada trataba de encontrar su espada, pero algo le hizo recordar que se le había caído justo antes de ser prisionero en ese lugar.

Dejó salir un suspiro antes de buscar una de sus dagas, necesitaba encontrar algo con que defenderse, pero cuando lo miró sonreír supo que no tenía ni una de sus armas.

"¡Daren!" pensó Seph al recordar a su mejor amigo siendo atacado de manera sorpresiva.

—¿Acaso buscas esto? —preguntó la sombra al mismo tiempo que le lanzó un objeto a sus pies.

Dareph -Wattys 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora