Capítulo 20

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Andrew vio el terror reflejado en los ojos verdes de Neil y ordenó que abriesen la puerta para llevarlo dentro. Les mandó que quitasen los carteles y los tirasen a la basura y arrastró a Neil cogido del brazo porque si no parecía que no podría moverse. Nicky y Matt los siguieron escaleras arriba, incordiando a Andrew con su presencia. Se encerraron en la habitación de Neil dándoles un portazo a los otros en la cara, con solo una mirada de Andrew bastó para que no se atreviesen a pasar.

—¿Quién te ha encontrado?

—Necesito salir de aquí —dijo Neil histérico.

Empezó a sacar ropa del armario y los cajones tirándolo todo sobre la cama mientras Andrew intentaba detenerlo para que hablase con él, pero no atendía a razones.

Lo cogió por los hombros con fuerza y lo empotró contra una pared para controlarlo. Neil jadeó, hasta se le habían quedado los labios pálidos del susto. Andrew no sabía si iba a desmayarse o a darle un ataque al corazón.

—Sácame de aquí, por favor.

Andrew lo miró a los ojos y le clavó los dedos con tanta fuerza que le hizo daño, pero esa sensación solo consiguió mantener a Neil anclado a él.

—Recoge lo que puedas —dijo soltándolo.

—¿Dónde vamos?

—Tenemos un sitio, hablaremos allí.

Las manos de Neil temblaban mientras metía todo lo que podía en la mochila, no estaba seguro de si volvería, aunque tampoco de si llegaría muy lejos. Cogió el dinero que todavía tenía, bajo la atenta mirada de Andrew, y lo guardó en un bolsillo interior, eso era lo menos importante que debería contarle, que era un ladrón. Luego iría lo de cambiante y asesino.

Neil se puso la mochila y Andrew lo cogió del brazo sin mucha delicadeza porque necesitaba tenerlo cerca y controlarlo, que no escapase si se asustaba y que no se lo llevasen si era verdad que estaban allí para vengarse; fuera quien fuese, antes tendría que pasar por él.

Al salir de la habitación, Andrew tuvo que empujar a Nicky y Matt para que les dejasen pasar y volvieron a seguirlos escaleras abajo entre preguntas a gritos, exigiendo respuestas y preocupados por su amigo. Pero Andrew no tenía tiempo para tranquilizarlos, primero tenía que ocuparse de Neil y descubrir cómo arreglar lo que estuviese pasando y qué cabezas tenía que partir.

Los demás estaban en el salón viendo el espectáculo, ya se habrían deshecho de los carteles.

—Me lo llevo hasta controlar la situación —informó Andrew—, no vayáis al picadero y no le digáis a nadie que estamos allí. Avisadme al instante si sucede cualquier cosa.

—¡No te lo vas a llevar! —gritó Nicky.

Neil miraba a todas partes sin prestar atención a nada en concreto, concentrado en captar olores o sonidos, en poder sentirlos al acercarse antes de tenerlos encima.

—Me lo ha pedido él. ¿No ves cómo está? Soy a quien necesita ahora.

Alguien que pudiese protegerlo y ser más peligroso que el peligro que le acechaba y asustaba tanto. Nicky asintió a regañadientes porque Neil parecía más perdido que nunca y Andrew seguro de poder ayudarlo. No quería dejarlo en unas manos tan duras, pero podía confiar en Andrew para lo importante. Ya lo cuidaría él cuando lo recuperase.

—Nos vamos.

—No solo necesita que lo protejan, también que lo cuiden —dijo Matt, exponiendo en voz alta lo mismo que pensaba Nicky.

—No soy una niñera.

—¿Solo un sicario?

Andrew le sonrió con una mueca de dientes, más gruñido que sonrisa, y se llevó a Neil de allí. No necesitó sujetarlo al salir a la calle porque se pegó a él como si los arrastrase un imán, mientras miraba a todos lados con los ojos desorbitados. Pero no le soltó. Fueron hasta el aparcamiento más cercano y se detuvieron ante una moto. Andrew sacó las llaves, se montó y la puso en marcha, eso llamó la atención de Neil, sacándolo de su paranoia.

FANFIC ANDREIL garras bajo la pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora