–Mierda.–digo poniéndome los zapatos con tanta prisa que me costaba amarrar mis trenzas.
Evidentemente no había escuchado mi alarma y en 3 horas y media era mi primera clase. Aunque está a 1 hora de mi casa la uni, y parecía que tenía tiempo de sobra, la verdad no era así. Debía estar en la uni antes de las 9:00 a.m, para luego ir a casa de Alexa a dejar mis cosas y luego volver a encontrarme con el resto del grupo.Y 3 horas y media no eran suficientes para semejante cosa.
Normalmente lo más sencillo sería ir yo misma a casa de Alexa, pero ella no estaba viviendo en el mismo lugar. Pero si lo pensé antes de decirle que nos encontraríamos en la uni. En fin, yo y mis planes, siempre tenía todo planeado.
Tomo mi maleta, las llaves del auto y me dirijo hacia el mientras le gritó a Katherine quien ya me esperaba avisándole que ya estaba lista para irme.
Katherine se ofreció a conducir cuando vio mi cara de muerta viviente.
Tenía miedo, no lo niego, era primera vez que dejaba que otra persona pusiera en marcha mi auto, pero lo peor era que no sabía cómo conducía Kathy. La verdad no sabía muchas cosas de ella, y si, era una historia un poquito larga.
Si contamos el tiempo que hemos pasado juntas, son solo 2 semanas aunque ahora que entramos juntas a la uni sería mucho más tiempo. La conocí hace 2 años en el encuentro anual de mi familia, era una prima un poco lejana, tanto de la familia como por la distancia. Me cae bien, pero a veces suele ser un poco insoportable.
–¿Como amaneciste?–preguntó.
–Alterada, frustrada, irritada, con sueño y ansiosa.–respondí luego de un bostezo largo, sin devolverle la pregunta– se que amaneciste bien así que mejor ni me molesto en preguntar.–agregué llevándome una mano a la cara.
Ella sonrió.
–Si que me conoces, y no al mismo tiempo.
Eso fue raro pero cierto. Aún no la conocía del todo. Sabía unas que otras cosas sobre ella, pero lo más normas la verdad, o lo que todos conocían. Sabía que era muy torpe, despreocupada, un poco popular cuando llegaba a algún sitio y muy coqueta. Me caía bien pero eso no era toda su personalidad.
Me recosté de la ventana mientras miraba a través de ella.
Estaba pensando en el tiempo que tenía sin ver a mis amigos. Ya quiero verlos.
Paso una hora y llegamos a la uni. no tardé mucho en ver a Alexa, quien corrio hacia mi al verme, lanzándose para abrazarme cuando baje del auto.
–¡No puede ser!–dijo de manera sorprendida mientras ambas sonreímos ampliamente y dejo salir un pequeño grito de entusiasmo– parece que pasó mucho tiempo, ya empezaba a extrañarte Nay.
Me separé un momento de ella y la miré con el ceño fruncido.
–Entonces en estos meses no me has extrañado–dije.
–Claro que si, ¿por qué crees que no lo he hecho?. Espera...–dijo cortándose ella misma– estas jugando conmigo ¿verdad?.
–Casi toda una vida estudiando juntas, y ¿ya has olvidado mi sarcasmo?–pregunté con el rostro más serio que logré hacer antes de reírme– es obvio que estoy jugando. Aunque sé que si me extrañaste mucho.
Ella rio y volví a abrazarla.
Vi de reojo que alguien se acercaba, era Katherine quien había bajado del auto y se acercaba a nosotras.
–Hola, Kathy.–dijo Alexa– tu prima me ha hablado sobre ti...
–No me llames Kathy,–dijo Katherine sin dejar que terminara– soy Katherine.–dijo de malas manera.
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A Los Dieciocho
RomanceNayla, es una chica independiente, planificadora, sociable, cariñosa pero a la vez cerrada. Interesada solo en una cosa: "lograr sus metas". En ningún momento el amor a cruzado por su cabeza. Nunca le importo ser amada por un chico. Pero eso podía c...