capitulo 6

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No lo había visto con Daniel.

Recuerda que llegamos tarde, cariño. Ya que lo tenemos de frente y no lejos, nos parece un poco más lindo, ¿no?.

Cállate conciencia.

-Veo que no sabías quien era yo. -dijo entre sonrisas.

-Pues, no. ¿Cómo lo iba a saber si te acabo de conocer?. -pregunté.

El ignoró mi pregunta. Miró hacia dentro de la piscina y suspiró.

-Hace unos segundos eras un completo desconocido. -dije.

-¿Y ahora que soy?. -pregunto divertido sin quitar los ojos del agua- ¿Un desconocido a la mitad?.

Empezó a reírse de nuevo y me miró.

Ok, esto es un poco incómodo.

Yo no sabía que decirle, así que opté por solo sonreír. Aunque en el fondo estaba perpleja.

El sólo sonreía mientras me miraba. Su sonrisa era linda, aunque me cueste admitir ese tipo de cosas.

Por un momento me quedé seria y el lo notó, desvaneciendo su sonrisa y devolviendo la mirada al agua.

Yo no despegue los ojos de él.

Hubo silencio por unos segundos.

-¿Sabéis nadar?. - preguntó.

Entré en confusión y mi cara se lo hizo saber. El se levantó y se quitó la camisa, quedando solo con su pantalón. Se agachó y se deshizo de sus zapatos.

Yo no decía nada, solo lo miraba mientras el hacía eso. Por un momento me miró de reojo cuando se quitaba sus zapatos. Sacó una caja de cigarrillos, la puso al lado de sus zapatos y me sonrió.

Sentí que no quería que lo viera y quite los ojos de él.

-Te he hecho un pregunta. -me recordó.

Yo solo estaba en silencio mirando el agua.

-De verdad te gusta ignorar preguntas. -dijo antes de lanzarse dentro de la piscina. Cerré los ojos cuando se lanzó y me chispeo agua sobre el rostro.

Sentí algo frío sobre mis brazos y piernas. Y supuse que mi vestido se había mojado.

Pasé mi mano por mi rostro para quitar el agua y efectivamente mi vestido ya estaba todo hecho un desastre. Era mi vestido favorito, y un regalo de cumpleaños. Que dolor. No niego que me molesté un poco. Puse mala cara.

El salió a la superficie dándome la espalda. Se pasó una mano por el pelo.

-Oye. -dije un poco alterada, captando su atención- ¿Podrías ser un poco más cuidadoso?.

Cuando esas palabras salieron de mi boca, se dió vuelta.

-¿Que necesitas, ignorante?. -dijo con tono burlón y sonrió.

Miró mi vestido y fruncío el ceño, divertido.

-Veo que ya te habéis dado una ducha. -sonrió nadando hacia mi dirección.

Que descarado. Daña mi vestido y se ríe. Uhg.

-Veo que tú, me la diste. -dije y puse los ojos en blanco.

Llegó a la orilla y subió haciendo fuerza con los brazos. Mantenía su sonrisa todo el tiempo.

-No te molestes, pequeña. Solo es agua no alcohol.

Me volvió a llamar pequeña, ¿No?. Que nivel de confianza.

Volví a poner los ojos en blanco y fruncí el ceño.

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