Capítulo 7 El nuevo favorito

3.5K 333 94
                                    

Estaba cansado y adolorido, sin mencionar el dolor en sus caderas y en su pobre coño. Sabía que era culpa de él por tentar al diablo, y ahora tenía que atenerse a las consecuencias.
Aún a si se rehusaba a despertarse o más bien abrir sus ojos, pues un manto de calor reconfortante lo envolvía junto con unos fuertes músculos que lo aprisionaban.

Podía sentir las manos cálidas de el emperador pasear por su espalda dando suaves masajes y repartía besos en su frente. No podía creerlo
¡El emperador le estaba dando mimos!

Pero que afortunado era. Pues normalmente las concubinas o hasta las emperatrices estaban para satisfacer y consentir al emperador, no al revés. Si el alfa quisiera podía echarlo porque ya obtuvo lo que quería. Pero hora las grandes manos pasaban por su cuerpo en un masaje reconfortante.
Tanto su aroma como el de el rubio estaban al rededor de toda la habitación, esa mezcla de flores y vino le gustaba tanto que parecía más un sueño que algo real.
A si que no quería abrir los ojos y romper la magia.

- Hasta cundo fingirás que estas dormido Sirena? - Esa voz ronca que era más profunda en las mañanas lo hizo temblar.

Izuku solo se removió y se apegó más al cuerpo desnudó de el alfa, sintiendo esos pectorales de infarto.

- Estoy cansado...- En parte era cierto pero por otra solo quería una excusa para tocar más el tonificado cuerpo de el alfa de 35 años. De forma "inconsciente" deslizó su mano por el pecho ajeno hasta esos cuadros bien marcados. ¡Dios incluso se podía lavar ropa en ese lavadero!

- Te gusta hacer travesuras sirena....
Descuida no te levantaré - ¿No lo iba a echar ahora que ya era de día?
Abrió sus ojos y miró como su emperador estaba a su lado mirándolo con una sonrisa - Tienes unos ojos tan grandes y bonitos - Acarició sus rizos para después dejar un casto beso en los labios suaves de el pecoso.
- Fui muy rudo anoche me disculpo por eso - Debía admitir que no pudo controlar su lado animal la noche anterior, pero fue imposible a tenerle tantas ganas a su Sirena.
- Debes de estar adolorido, pero tú también me provocaste Deku.

Izuku se sonrojó por ello. Pues recuerda como se comporto. Como toda una zorra masoquista y necesitada. ¡Que horror! Le mostró su lado más pervertido al emperador! Un lado que no sabía que tenía.

- L-lo siento ....

- No te disculpes por ello, me encanto ese lado tuyo Sirena - Beso su cuello pecoso donde tenía varias marcas rojas. Para después despegarse y tomar un pequeño frasco dejado por sus sirvientes ayer. - Toma, bebe esto.

Izuku lo tomó entre sus manos. Era un vaso de cristal y un líquido color rosa, en el fondo podía ver una flor color carmín. Olía a cerezas
¿Pero para que era?

- Este es un tónico, un remedio que mis médicos hicieron, es para quitar el cansancio y curar heridas o lesiones.-
En otras palabras curar su pobre coño magullado. - Tómalo todo, te hará sentir mejor. - El Omega asintió y trató de sentarse pero al hacerlo se quejó de dolor.

-Ngh.....- Una punsada fue lo que sintió, el alfa lo desvirgino sin piedad. Podía ver la sangre en su parte íntima y en la finas sábanas. Con esfuerzo se mantuvo sentado y tomó el frasco con el contenido llevándolo a su boca.
En efecto sabía a cerezas, en cuanto pasó por su garganta tan solo unos segundos después se empezó a sentir mejor.

Sus músculos empezaron a relajarse, y el dolor disminuyó considerablemente, todo ardor o molestia se iba. ¡Que remedio tan efectivo! Terminó de beber todo el contenido, y era como si estuviera como nuevo. Pero también se borraron ciertas marcas rojas.

- Tendré que marcar otra vez esa tersa piel - El alfa lo tomó de la parte de atrás para abrazarlo. Estaba algo molesto pues sus marcas de dientes y de sus dedos se habían esfumado.
- Pero lo haremos en el baño, estamos todo pegajoso y la cama igual a si que entrarán a limpiar.

La concubina [ Katsudeku] Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora