La concubina [ Katsudeku] Omegaverse

Capitulo 15 Primer movimiento

Alta suculencia 😏😈

Y altos deseos de esta escritora que sus lectores comenten por que si no
No habrá actualización capichi 🤌

Y créanme las cosas se pondrán color de hormiga 🐜

A si que todo depende de ti lindura que me estas leyendo 🫵

Disfruten 🌺🍷🍾

El calor y las feromonas a sexo estaban por toda la habitación, dos cuerpos desnudos Alfa y omega se unieron otra vez disfrutando de el calor de sus cuerpos.
Katsuki lo tomó esta vez con más delicadeza como en la otra ocasión dándose el tiempo de apreciar tan delicado ser.

Ahora tenía a el omega sentado en su regazo dándole la espalda, mientras el pequeño se recuperaba de la reciente actividad. Katsuki repasaba con sus labios el pecoso cuello besando y chupando cada tanto, rosando sus colmillos con la piel ajena.

Izuku aunque agitado, con su pecho subiendo hacia arriba y hacia abajo ladeó su cuello dando acceso a el rubio. Otra vez el alfa estaba gruñendo contra su cuello y tocando con sus dientes su glándula de olor. El lobo de el pecoso rascaba impaciente porque el alfa puro lo marcara como suyo.

Pero Izuku sabía que no sería tan fácil.
Sin embargo eso no impedía que con cada contacto su coño sucio y lleno de semen se contrajera.

- Ahora me dirás ¿Por que estabas llorando? - Su voz ronca resonó en la habitación. Tomo la cara de el peliverde y la giro a su dirección. No paso desapercibido el semblante triste y las feromonas amargas en el cuarto que flotaban antes de llegar.

- N-no es nada majestad .....- Se acomodo mejor para poder ver al alfa de frente, acomodo uno de sus rizos detrás de su oreja - Es solo .....- Dudo un poco, pero decidió abrir su corazón con su señor. Era una apuesta que tenía que hacer- Yo....yo supe de sus nuevas concubinas- Katsuki alzó una ceja - S-se que su majestad tiene más concubinas que yo .....y su alteza no es solo mío- Rompió en llanto
- ¡Pero mi corazón no es tan obediente y no entiende razón!- Se aferro a el hombre - Lo amo, lo amo tanto mi señor, y verlo o tan solo pensar que está con otra persona hace que mi corazón duela- Su voz sonó adolorida. Y es que en verdad lo estaba. - Me muero de los celos de pensar que otro omega lo disfrute. Disfrute sus besos y sus caricias. - Trato de limpiar una de sus lágrimas que no puedo contener, pero el cenizo se adelantó.

- Jamas haría algo que te lastimara Izuku - Eso lo dijo desde el fondo de su corazón, tomo amabas manos y las llevo a sus labios- Hacerte llorar es algo que jamas me perdonaría - Esas palabras salieron de lo mas profundo de su ser. Era Katsuki y su lobo hablando. Ambos se habían encariñado tanto con el peliverde que su necesidad de protegerlo era cada vez mayor- No se que magia hiciste Sirena, pero no hay nada en este mundo que pudiera negarte con tal de verte feliz.

Izuku abrió sus esmeraldas con un brillo en ellos, su corazón corría desbocado de felicidad, se había ganado un lugar en el corazón de el alfa. Un lugar bastante grande, no pudo contener su dicha por esas lindas palabras que abrazo a el rubio soltando feromonas dulces.

El alfa de Katsuki estaba feliz de ver a su omega contento, para el no había nada más importante. Consentirlo y amarlo era su deber como su alfa y ambos harían todo por su Sirena.

Incluso si este le pidiera las mismas llamas de el infierno.

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Muy temprano dos concubinas desayunaban en las afueras al aire libre, disfrutando de la vista de los árboles de cerezo que comenzaban a florecer por ser su temporada. El viento era cálido y suave tocando delicadamente sus rostros bien cuidado. Sus sirvientes trajeron una elegante mesita y dos sillas para las dos mujeres que disfrutaban el té y los pastelitos como postres, un premio por su victoria.