Conociendo a la pesadilla.

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Iba saliendo de la tienda con un café con crema de vainilla en mi mano, mi mochila al hombro y con una pluma en la oreja, antes de salir de la tienda, volteé a ver al cielo y cae una gota de lluvia sobre mi nariz <<¡Genial!>> pensé, adoro la lluvia pero no cuando tengo que ir a la escuela, no puedo apreciarla ni disfrutarla, y justo hoy es el primer día de clases así que <<¡Doble genial!>>.
Saqué mi paraguas de mi mochila cuidando de no tirar mis cuadernos, me dirigí a la parada de autobuses, estaba completamente vacío, me aseguré de que mi café con crema de vainilla estuviera a una temperatura estable para no quemarme, no quisiera llegar a la escuela con la lengua hinchada se siente horrible, así que tome un sorbo cuando me aseguré de su temperatura. Saqué mis audifonos negros, los conecté y comencé a disfrutar del placer de la música, cerré los ojos oliendo y sintiendo la humedad de la lluvia. Escuché el sonido de unos pasos chocando contra el pavimento acercándose, abrí los ojos y ví unos converse negros llenos de lodo, fui subiendo la mirada viendo unos jeans un poco ajustados de color negro, seguí subiendo y tenía una chamarra negra cerrada en forma de ¨v¨ y una camisa abierta de color rojo guinda <<¡Menudo cuerpazo tiene este!>> y al subir mas ví unos audífonos de color blanco. Cuando levanté por completo la mirada, me quedé sin respirar por un momento, era un chico de cabellera rubia con un poco de castaño con unos ojos entre azules y grises y de piel blanca. Realmente un manjar para cualquier chica, cuando ví que volteó a verme con sus ojos me perdí en ese azul tan intenso, reaccioné después de un tiempo y para evitar que pensara que lo estaba desvistiendo con la mirada hice mover mis labios pero sin pronunciar alguna palabra. Mi plan funcionó porque aquel tipo buenazo se giró completamente hacia mi quitándose los audífonos.

-¿Qué? .- Preguntó él <<¡Dios! que voz tan grave y sensual tiene>> .

-¿ Que si me darías la hora, por favor?.- Respondí seriamente.

-Son las....6:30.

-Gracias, continúa escuchando lo que sea que escuches.- Dicho y hecho, se volteó como si nada y volvió a colocarse sus audífonos. En ese momento llegó el autobús, <<¡Bien!>>  iba media hora antes de que comenzara mi clase. Ví que él se subía al autobús antes que yo, pagó y se sentó, volteé a ver el interior del autobús <<¡Milagro!>> no hay mucha gente aparte de nosotros y tres personas adultas, después de pagar, pasé al lado de él para tomar asiento y después de dar un paso lejos de él me dejó sorprendida al murmurar:

-Si crees que hablar sin soltar una palabra para disimular que me estabas desvistiendo con la mirada es buena táctica para salir de una situación así no creo que sea bueno, deberías mejorar tus tácticas.- Me quedé sin habla, ¡Joder! me había pillado desvistiéndolo con la mirada. Rápido a mentir se a dicho.

- Gracias por el consejo, sin duda se lo tienes que decir a todas las chicas.....guaperas.- Seguí mi camino como si nada, aunque sentí como el color subía de golpe a mi rostro. Me senté hasta atrás terminando mi café.

Cuando iba a bajar, observé que aquél chico se levantaba para dirijirse a la salida, me apresuré y bajé antes que él. Al alejarme escuché una risa encantadora, me encogí de hombros y otra vez con los colores en la cara.

Estaba tomando mis horarios en la dirección cuando escuché que gritaban mi nombre.

-¡Calista! .- Me giré para ver quién me llamaba, sonreí, grité de emoción y corrí para abrazar a mi amiga Rebecca.

-¡Rebe! ¿Cómo estas? .- Había extrañado muchísimo a mi amiga al no verla en vacaciones porque ella se había ido a Estados Unidos.

-¡Bien! Ay morenita, te extrañe como no tienes idea.

- Pues ya somos dos Rubita.

Comenzamos a caminar, poniéndonos al día sobre nosotras, me encantaba platicar con ella, se pasaba el tiempo volando junto a ella. Al comparar nuestros horarios coincidimos en 5 materias, <<¡Triple genial!>>, al menos estamos juntas en la primera y última hora, bueno no estaba mal.
Casi llegando al salón, pasó la clásica bola de chicas súper maquilladas y con mini falda, no me sorprendería que al caminar se les viera medio culo.

-¡Pero que bueno esta! .- chilló una del grupito.

-¿Cómo esta mi maquillaje?.- Preguntó otra con el rímel en una mano y en la otra un labial rojizo mientras entraban.

- Si yo me vuelvo así dame un tiro, es mas te doy el arma.- Le dije a Rebe dramáticamente, mi amiga rojó los ojos y terminó sonriendo.

-¡No te preocupes que te disparo con gusto!.- volteó a ver hacia dentro.- ¿Quién crees que esté adentro como para que esas ¨Rosaditas¨ anden cuchicheando?.

-¡Tal vez un alien buenazo!.

-Solo entremos ya Calista, deja de decir que es un alien.

Entré y ví a todas en bola alrededor de alguien, rodé los ojos, en ese momento entró un profesor haciéndo que todos nos sentáramos, la gente se dispersó y pude pasar con tranquilidad. Rebe caminaba detrás de mi, alcé la cabeza y me quedé de cuadros al ver al tipo buenazo de la mañana <<¡El guaperas de los audífonos!, ¡Cuadruple genial!>>, volteó a verme, su sonrisa se enzanchó, me paré en seco haciendo que Rebe chocara conmigo.

-Hola chica desvestidora de.....- reaccioné ,no como planeaba, pero conseguí caminar rápido agarrando y jalando a Rebecca. Me senté al final de la fila con Rebe a mi lado, como esperaba no tardaron las preguntas de mi amiga.

-¿Qué fue eso?, ¿lo conoces?, ¿chica desvestidora de...?, ¿ese buenazo te saludó?.

-No fue nada, no lo conozco, ni se lo de ¨chica desvestidora de¨y sí, ese buenazo me saludó.

-¿Y por qué te saludó si no lo cono...?.

-Sólo....coincidí con él en el autobús y como siempre me avergoncé yo misma.

-¡ Las señoritas del fondo! ¿Acabaron ya de cuchichear?.- era el profesor de mala leche. Murmuré un lo siento con el rostro encendido.

Íbamos a mitad de la clase, a decir verdad estaba aburridísima, comencé a jugar con mi pluma pero fingiendo que prestaba atención, no quería que me llamaran la atención u algo.

-Jóvenes, sé que esto sonará de secundaria pero para conocernos mejor y tengan más confianza.....asumo que se sentaron con quien conocían..- <<Oh no...no, no, no, no diga lo que creo que dirá>>.- Los cambiaré de lugar....empezando con la señorita de cabello negro, lacio y largo que está hasta el fondo.- <<¡NO! ¡¿Por qué diablos yo?!>>.- siéntese junto a.....este chico de sudadera negra y cabello rubio.

No, esto no podía pasar, mi nuevo compañero de asiento era nada mas y nada menos que el guaperas de esta mañana, por desgracia del destino. Cuando él me vió sonrió con altanería, se recorrió y dió suaves palmaditas al asiento de al lado indicando que me sentara.

- Será imbécil....- susurré.

-Este imbécil quiere que te sientes junto a él.....princesa.

- No me llames princesa.....princeso.- Soltó una carcajada encantadora que me puso la piel de gallina.

- Lo que digas pero siéntate ya si no quieres problemas con el profesor.

Resoplé y al final me senté junto a él, alejé mi silla de él y me senté. Volteé a otro lado para ubicar a Rebe, ¡Genial! le tocó hasta el rincón muy lejos de mi.....no me fijé que su novio estaba ahí y para suerte de ella la sentaron junto a él, a ¡sabrosearse se a dicho!. Y si, en menos de un minuto. Dudé si voltear a ver a mi compañero o no, si soltaba alguna de sus lindeces lo agarro a guantazos. Para mi fortuna volteé y lo ví recostado sobre sus brazos descansando tranquilamente, solo tenía que aguantarlo una hora, bien, yo podía hacerlo.





Del odio al amor hay un solo paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora