Amanecí de tan buen humor, el día anterior había sido fantástico, y hoy sería igual de inolvidable que los otros dos o mejor. Mi celular volvió a recibir un mensaje del mismo número:
Te dije que venían las consecuencias.
Definitivamente, era número equivocado. Eso me tranquilizó un poco. Hoy era mi último día de mi vida de preparatoria, simplemente no podía estar más feliz que nada. Iría a la universidad, me mudaría con mi rubita, estaría más tiempo con mi rubito particular, dios, sería lo mejor de la vida. Este día lo recordaría mucho, mis amigos y yo nos despediríamos, recordaríamos momentos juntos, festajaríamos, simplemente era perfecto.
Salí temprano de mi casa, adoraba los últimos días de clases, el día estaba húmedo. Fui a la parada de autobús, desgraciadamente no habían abierto la cafetería así que me quedé con las ganas de un café de vainilla, aún así mi humor estaba por los cielos. La parada estaba completamente vacía, esa parada en la cual un día había conocido a un chico rubito que resultó ser un guaperas todas mías y que ahora era mi novio, sí que el universo cambiaba las cosas de una forma radical. Comencé a reírme cuando escuché una voz bastante familiar:
- ¿De qué te ríes, pequeña?.- Esa voz que llevaba sin escuchar mucho tiempo. Volteé y sonreí más al ver a Jeff.
- ¡Anda ya si es mi niño, Jeff!.- Dije riéndome de su cara. Ambos nos vimos seriamente por unos momentos y comenzamos a reír.- ¿Qué te trae por aquí, Jeff?.
- Escuché que era el último día de graduación de Adam, ese idiota me ha invitado y van a ir todos nuestros amigos, así que voy a la fiesta más que nada.
- Vaya, pues disfrútala.- Jeff asintió.- Hace mucho que no te veía, ¿qué pasó contigo?.
- Salí de viaje, fui a Europa a un concierto, ya sabes la guitarra.- Lo había olvidado.
- Sí entiendo, yo también tuve viajes.- No fueron muchos, sólo algunos, con eso de que mi maestra quería según sacar lo mejor de mi.
- ¿Me explicaras lo de tu no novio oficial?.- Dijo de repente sorprendiéndome. En ese momento llegó el autobús.
- En otro momento, sí. Ahora, quiero ir a divertirme sin tener que dar tantas explicaciones, mi niño.- Ambos sonreímos.
- Vale señorita Vincent.- en ese momento una vocina de un auto sonó.- Yo me tengo que ir, me esperan allá.- Dijo señalando a un grupo de chicos que gritaban su nombre montados en un auto.
- Nos vemos, señor Williams.- Dije con sorna riéndome ante su gesto. Sin más me subí al autobús.
Para mi sorpresa, el autobús llegó demasiado rápido. Me bajé y la primera persona que vi, fue a mi rubita y para mi otra sorpresa estaba con...¡¿Adam?!. Rebe captó mi sorpresa y me pidió con la mirada que no dijera nada. En un futuro no muy lejos me diría todo lo que estaba pasando entre ellos.
- ¡Hola rubita! ¡Hola Adam!.- dije animadamente. Ambos voltearon a verme. Miré a Rebe con cara de ¨Me vas a decir que te esta no te escapas¨.
- ¡Hola morenita!.
- Hola, Calista.- Dijo Adam viéndome algo feliz.
- Por favor, dime Calis, es mejor.- Dije sonriendo.
- Ya veo por qué son amigas.-Dijo sorprendiéndome a la vez que miraba a Rebe por explicaciones.
- No me preguntes ahora.- Dijo ella desviando la mirada, Adam se rió. Pero bueno, aquí hay tema que te quemas ¿Desde cuándo son tan amigos?. Decidí que lo mejor era dejarlos solos, dejar a mi mejor amiga con un rubito más bueno que el helado como diría ella.
- Bueno, tengo que irme. ¿Han visto a Eric?.- Dije antes de irme.
- Yo sí, dijo que iba a arreglar un problema antes de la graduación.- Dijo Rebe.
- Eric te tiene algo preparado, así que será mejor que no lo busques hasta que él te busque.- Dijo Adam sonriendo. Vi que miraba a mi amiga fijamente.
- ¿Algo preparado?.- Preguntó mi amiga viéndolo pero enseguida apartó la mirada cuando notó que él la veía fijamente.
- Será mejor que me vaya. Gracias Rebe, gracias Adam.- Y sin más me fui.
Me encontré a Gerry en el camino así que decidí preguntar.
- ¿Has visto a Eric?.- Pregunté después de saludarlo.
- Sí, estaba en el club hace poco, preciosa.
- Vale, gracias precioso.
Vi a lo lejos a Adam junto con Jeff y otros amigos divertirse, sonreí, saludé a lo lejos a Jeff quien me correspondió el saludo y seguí mi camino. Estaba por llegar al club, cuando sonó la campana anunciando que era la ceremonia para los graduados, me la iba a saltar cuando una prefecta me agarró de la mano y me llevó casi de la manita hacia el patio donde se realizaría la ceremonia. Resoplé y la seguí.
Estaba algo preocupada, no sabía nada de Eric, pero confiaba en él así que decidí no alterarme. Adam había dicho que tenía algo preparado para mi así que quizá no verlo era parte del plan. Aunque no enviarme un mensaje como siempre me seguía picando la preocupación. ¡Basta Calis! Estas pensando de más. Levanté la mirada y me encontré con Rebe aún con Adam y sonreí. Comenzó la ceremonia y nada de Eric, bueno él no era de ceremonias y las palabras de la directora así que seguro se la estaba saltando. De repente mi celular vibró, un nuevo mensaje. Me emocioné al pensar que era de Eric. Desbloqueé mi celular y estaba el nombre de Eric ahí, casi salto de la felicidad,una sonrisa tonta se había formado en mi rostro, abrí el mensaje y la sonrisa se borró al leer:
Calista, lo siento pero será mejor que dejemos de vernos. He encontrado a alguien más.
¡¿Cómo?! Me quedé en shock al leer eso. Espera, Eric no escribiría eso, él no es así. Instantáneamente recibí otro mensaje, el número desconocido:
Te dije que las consecuencias venían, querida.
Venía una foto de Valeria y Eric en el club sonriendo hablando. Me levanté de mi silla, Rebe vió mi rostro y antes de que ella me pudiera hablar, salí corriendo hacia el club. No, eso no podía ser cierto, no, por favor no.
Llegué rápidamente al club, jadeando. Abrí la puerta de golpe y al entrar la escena que vi me dejó a cuadros. Enfrente de mi, estaba Eric con Valeria besándose apasionadamente, ambos se separaron cuando escucharon la puerta abrirse de golpe y unas lágrimas fueron corriendo por mi rostro. Valeria me vió sonriendo como si hubiera ganado un trofeo, Eric me vió desconcertado.
- ¡Calista, espera esto no es lo que parece!.- Es lo más estúpido que pudo decir.
Me di la medio vuelta y salí corriendo de ahí, no podía parar de llorar. Me encontré con Rebe y Adam, ambos me miraron desconcertados y Rebe me gritó para que parara pero al mismo tiempo escuché cómo Eric me gritaba. Yo simplemente quería salir de ahí lo más rápido.
Yo tenía razón, sólo que estaba ahora más cerca...
Del amor al odio hay un solo paso.
¿Continuará...?
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Del odio al amor hay un solo paso.
ChickLit¡Hola! Mi nombre es Calista, un nombre raro lo sé pero que tiene un lindo significado. Tengo 16 años y apenas voy entrando en preparatoria. Mi vida da un giro brusco cuando aparece él, me refiero a Eric James, 17 años, cabello rubio, ojos azules con...