Vainilla

133 10 2
                                    

- Y eso fue lo que pasó entre Eric y yo...- Me encontraba con Rebe, sentada frente a frente con ella contándole todo lo que pasó entre Eric y yo. Era una situación incómoda y vergonzosa, esperaba que me gritara y me regañara por ser tan estúpida y caer en el juego de ese tipo u algo, pero me sorprendí cuando ella comenzó a reír y a gritar de felicidad, yo solo me le quedé viendo como si le hubiera crecido una segunda cabeza.
- ¡Ya era hora de que estuvieran juntos! ¡Aleluyaaaaa!.
- ¿Eh? ¿No me vas a regañar o a machacar?.
- No, ¿por qué haría eso?.
- Uh... Bueno...
- Eric podrá no ser de mi agrado, te podrá haber lastimado y yo lo odié por eso, pero es que ese idiota al fin se dio cuenta de que te quiere, o sea, juro que si te lastima yo me lo cargo.- solté una carcajada.- pero deberías verte a ti y a él cada vez que discutían cómo se te quedaba viendo, parecía que quería quitarte la ropa y hacerlo en medio de donde sea que estuvieran.- me atragante.
- ¡No jodas!, ¿tanto así?.
- Sí morenita querida, nunca lo vieron, tú estabas en las mismas condiciones.
- Hombre yo nunca lo vi, nunca soy buena viendo estas cosas.- dije haciendo señas con las manos.- del amor y todo eso.
- Obvio, porque ustedes son unos idiotas en ese tema querida, sin ofender morenita.
- Joder, tienes razón. ¿Qué piensas sobre esta situación?.
- Pues esta bien, ya son novios y solo queda...
- No somos novios.
- ¿Que?.
- Le dije que se tenía que ganar de nuevo mi confianza.
- ¿Cómo?.
- Aparte de eso le dije que se convirtiera en monje porque de mi no conseguiría sexo, por el momento. Tenía que castigarlo por todo lo que me hizo pasar.
- ¿También se lo dijiste sobre otras mujeres? Me refiero a que si le dijiste que tampoco sexo con otras como suele hacer.
- Mierda...
- ¡Pero si serás bruta morenita!.
- Él lo debió de haber entendido, digo él sabe que sólo tiene una oportunidad para conmigo. Tal vez me estoy sintiendo muy altanera, pero sinceramente me hizo querer matarlo y me sentí realmente muy mal. Así que necesito tenerle confianza si realmente esto que tenemos funcione, no se cómo rayos mantener una relación de pareja, y mientras yo descubra esto que esta pasando entre nosotros que ni se que es, entonces haré lo posible para que sea un buen recuerdo.
- Aisss morenita linda, estas muy almendrada por él, ¿cierto?.
- Pues así almendrada muy almendrada pues no, quizá antes sí, me moría por sus huesitos pero ahora no, además juro que la primera que se lo carga soy yo, así que has fila para cargarte al guaperas.
- Me alegra que no estés tan almendrada con ese imbécil, pero no me alegra la idea de que aun no son novios, digo, aun siendo novios no se garantiza que haga lo mismo que hacia contigo cuando aun tenia novia y...
- Exacto, Rebe, a mi me aterra la idea de que llegue a hacer lo mismo que hacía conmigo y con todas las demás si tenemos una relación oficial. No quiero estar almendrada por un hombre así, así que mejor primero me aseguro de que esta morenita no se almendre tanto como para dar la vida, y prométeme que si yo me almendro primero por él y si es un caso en el que este perdida, me das un tiro.
- Yo me encargaré de eso, morenita.
- Gracias rubita preciosa.
Mi teléfono comenzó a sonar con la canción de Avril Lavigne: What the hell, Rebe sé me quedó viendo con cara de: "en serio has puesto ese tono", le sonreí y continúe a verificar quien me hablaba.
-...Hablando del rey de Roma.- le enseñé mi celular mostrándole la llamada. Ella comenzó a reír.
- ¿Enserio, Eric (malnacido, todas mías, gilipollas, imbécil) James?.
- Una tiene que darle un mote a su amado, ¿no crees?.- Rebe comenzó a reír mas fuerte, yo le seguí y contesté riendo.
- *¿Alo?.*
- * Hola mi mensita*.- me cago en ti, ya va con lo de mensita.
- * Hola todas mias*.- escuché como Eric maldecía.
- * Calis, no me digas todas mías *.
- * Hombre pues, pero si así eres tú.*
- * No soy así. *
- * Claro que no, amor*.- Ugh...
- * ¿Haber pesadito que pasa?. *
- * Solo quería saber donde estaba mi linda novia.*
- * Hombre Eric, no somos novios.
- * ¿Eh?.
- * Eric, mira ya se que tal vez no te guste esto pero...
- * Hablemos esto de frente.*
- * Eso va a ser imposible guaperas, ahora estoy con Rebe y...
- Uh, morenita, el rey de Roma está detrás de ti.- Volteé a ver con mi celular en la mano, y vi a un guaperas con el celular en la mano y cara de mala leche. Colgué y me levanté para poder ir con él.
- Dime.- fue lo primero que le dije.
- ¿Dime?, más bien tu dirás.
- Vale guaperas, tal vez a ti no te funcione esto, pero tú y yo no somos novios, me has lastimado mucho y me pusiste de plato de segunda mesa cuando yo me declaré a ti y aparte de eso hiciste muchísimas cosas para lastimarme. Yo dije que te tienes que ganar mi confianza, tú me dijiste que me amas. Si eso es cierto, yo te pido que te ganes mi confianza y te propongo que primero veamos todo esto.- dije haciendo señas entre nosotros. - sea lo que sea que tengamos tú y yo. Yo apenas di mi primer beso contigo, y tu estas en otro nivel que es el sexo, yo no voy a darte sexo, yo no quiero tener sexo de una noche y al otro día largarme como se que has hecho con otras, así que primero hay que ver lo que tenemos tu y yo que ni se que es. Si no estas de acuerdo, entonces seguiremos con nuestras vidas, yo con alguien más y tu con otras más. Así que aquí eres el que tú dirás.
Pude escuchar los engranajes de su cerebro, quise reírme, así que me mordí el labio inferior suprimiendo una carcajada. Estaba segura de que escogería ser libre y todo eso, así que iba a darme la vuelta para regresar con Rebe pero me sorprendí cuando me atrajo hacia él y me dio un dulce beso. A nuestro alrededor se escuchó el suspiro de varias personas. Yo estaba roja como un tomatito cherry cuando se separó de mi viéndome a los ojos.
- Si eso es lo que tú quieres, pienso que es justo. Me ganaré tu confianza nuevamente y...- se acercó más a mi chocando nuestras frentes. Vi a toda la gente viéndonos muy atentos y me puse más roja.-... Me ganaré tu corazón para que yo pueda cuidarte, amarte y mimarte mas de lo que ya hago y con lo que te mereces.
Un gemido de sorpresa junto con un «¡Ohhhh!» algodonoso se escuchó en toda la habitación.
- Ya sacaste tú vena romanticona.
- ¿Me das la oportunidad o no?.- Comencé a pensar las posibilidades, habían muchas posibilidades de que yo saliera lastimada, de él engañándome con otra, de que él saliera sin ninguna herida y que se besara con todas. Y había una pequeña probabilidad de que yo no saliera herida y que él saliera herido. Pero, por más que yo quiera olvidarlo, no puedo, en todo caso para olvidarlo sería no viéndolo o borrando cualquier cosa que tuviera de él, y eso probablemente sería en un año. Suspiré, aunque no estuviera tan almendrada con él, había un poco de almendramiento con él.
- De acuerdo.
- ¿De acuerdo?.
- Sí.- Me atrajo hacia él y me beso apasionadamente haciendo que perdiera un poco la noción. Era dulce tener sus labios contra los mios, tenia un sabor espectacular a café.
- Sabes a vainilla, amor.
- Uh... Sabes, eso de "amor" y "mi mensita" y esos motes de pareja lovey-dovey, no queda. Mejor tal y como estábamos, porfa.
-...Esta bien uh..eh...
- Olvídalo, ya has lo que quieras, guaperas.
- Está bien, pequeña.
- Me tengo que ir, Rebe me espera en la mesa de atrás para terminar un trabajo.
- Uh, si claro um, nos vemos, mañana.- Sonaba un poco desanimado, como si quisiera pasar más tiempo conmigo.
- Sí, adiós.- me despedí de él con un corto beso en los labios sorprendiéndose, mientras yo me sonrojaba. Aclaré mi garganta después de terminar el beso.
- Entonces...- Eric comenzó a reírse por mi reacción.
- Me encanta cuando te pones así, es una de muchas cosas que me encantan, me fascinan y me gustan de ti.
- Uh, bueno...- ¿Ay diosito, que le digo?, aun no puedo decirle algo así porque estaré almendrada hasta por sus huesitos.
Todo mundo se me quedaba viendo, tengo que aprender a que no me importe nada. Todos me ven como: "esta no lo quiere". Abrir mi corazón y experimentar, puedo hacerlo.
- Yo...- Lo vi directamente a los ojos.- Amo cuando sacas a tu verdadero yo, me encanta que seas tú mismo conmigo, me fascina cuando haces una broma y cuando te la regresan te pones rojo, amo tu risa pero sobre todo, amo todo de ti, porque eres alguien que me importa mucho y me encanta estar cómoda contigo y no fingir quien no soy.
Dios mío, pero que venota tan romanticona acaba de salirme. Pude ver el cambio de sus emociones en sus ojos, aquellos ojos azules pálidos que cambiaban su tono cada vez que experimentaba otro sentimiento. Pude escuchar a gente suspirar y emocionarse. Pude ver a lo lejos a Rebe emocionada y experimentando toda la emoción cuando ambas veíamos una peli de romance. Pero sobre todo, la persona que ahora más me importaba estaba emocionado con todo lo que dije.
- Te amo, Calis.- estoy segura que se me cortó La respiración. Súper emocionada lo abracé y dije:
- Hombre el inicio era confianza y ahora terminamos los dos con amor. Estoy segura que no más que yo Eric, te amo.


Del odio al amor hay un solo paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora