𝐏𝐚𝐭𝐞𝐫𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 || KokuDou [Bl] [Libro 2]

➽Paternidad; Náuseas

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Ya han pasado al menos una semana desde que akaza esparció la noticia (chisme) Del embarazó del rubio. Kokushibo estuvo todos esos dias junto al oji arcoíris con el fin de alejar a los otros demonios.

Aun que akaza siempre se las arregla para estar ahi presenté, no lo sabe pero adora ver al pequeño que esta en el lecho de la familia.

─¿Quieres agua?.

─Estoy bien akaza.─comento douma, limpiandose sus labios con un pequeño trapo que le dio kokushibo.

─Acabas de escupir el bento que te trajo kotoha - chan.─gruño bajo akaza. Cruzándose de brazos, douma suspiro bajo, negando.

─Tal vez me cayó mal.

─Kotoha cocina rico.

─Ya, ya.

Douma se arropó entre los fuertes brazos de la primera luna, quién empezó a menearse suavemente, calmando al rubio, kokushibo es callado pero es muy reconfortante físicamente. Si bien su hijo aun es pequeñito, añora atenderlo y cuidarlo bién.

─Debes beber agua...─repitio akaza, preocupado.

─Oww, ¿estas preocupado?, ¿por mí?.─sonrió divertido douma.

Akaza frunció su ceño, bufo bajo y miro con cierto amor en sus ojos color miel al rubio ceniza.

─Solo me preocupo por ambos. Ese niño sera...parte de la familia...me gustaría estar ahí también, como su...tío.

Kokushibo observa en silencio. Las personas distantes viven en su alrededor, casi dos demonios en particular le recuerdan a su hermano, no por sus acciones, más bien por sus emociones y sentimientos reflejados en sus ojos.

─...Vaya, es...raro.

Douma observa al tatami, sintiendo su corazón agitarse, con alegría, ¿podra tener un familia realmente?, ¿por que ahora?...¿que hizó?. En un momento descuido, ambos demonios mayores se alteran al ver al menor con lagrimas en aquellos llamativos ojos, ¿es el embarazó?, ¿es su bebé?...

─Que lindo. Me gusta...ésto.

Sonrió con cariño el rubio, acariciando la fria mano de su pareja y sonriendo le cálidamente a quién se declarado indirectamente como su hermano mayor. Realmente...parece contentó. En el fondo de su gélido corazón, por primera vez en muchos años...su pequeño niño interno reacciona a una emoción calida, tan calida como los rayos del sol al amanecer.

─No llores, tarado, podrias lastimar a tu hijo.

─¡No importa!, yo...yo soy muy fuerte...de verdad.

Solloza el rubio, frunciendo sus cejas, intentando controlar sus lágrimas, esta emocionado.

─Douma.─habla por fin kokushibo, abrazando al rubio, intentando calmar al peli ceniza, quién suelta pequeño hipos ante la pequeña escena cautivadora.─. Esta bién...

Akaza sonrió sutilmente. No tanto, seguia preocupado de que el rubio vomitara y que no se alimentara correctamente, era fuerte...si, pero, ya no solo era su vida, ahora era la de otro pequeño.

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