𝐏𝐚𝐭𝐞𝐫𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 || KokuDou [Bl] [Libro 2]

➽Paternidad; Parto + cordón umbilical.

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─ No entres.

─ Silenció. Son mis hijos. ─contradijo kokushibo, buscando entrar, pero gyutaro le impedía el ingresar─. Me necesita douma.

─ Dejen el drama. ─finalizó akaza, apartando al oji dorado, abrió la puerta shoji, observando como muzan estaba en medio de las piernas del rubio.

Luego ingreso kokushibo, observando algo perplejo por lo que ocurría. Muzan miro agresivamente al par.

─ Si van a entrar, hagan algo útil por una vez. ─agregó muzan.

Kokushibo asintió se acercó donde douma, quién arrugaba y sudaba fuertemente, le dio una caricia amable, donde luego mojo aquél trapo y lo paseo suavemente por la frente del rubio.

─ K-kokushibo...¡Mgh!.

Gimoteo douma, sollozando, jadeaba bruscamente, el oji rubí limpiaba los genitales del menor, esperaba pacientemente a que el rubio lubricara y pudiera parir, cosas que se tomaba un tiempo realmente, unos minutos que se sentían eternos.

─ Douma está sufriendo. ¿No hay otro modo, muzan - sama?. ─preguntó kokushibo, preocupado.

─ Hay otra solución, que es arrancarlos directamente del vientre, pero douma está muy cansado y débil, su regeneración es lenta ahora, por lo que es mejor prepararlo y dejar que los expulsa por su naturaleza.

Kokushibo miro desesperado, estaba preocupado, se sentía nervioso, asustado... Douma dio un grito, arqueo su espalda y dio un gemido de dolor.

─ ¡Ya!, ahora, estás lubricado por fin. Vamos, empuja. ─comentó muzan, dando fuerzas aún que sea mediante palabras.

Akaza que estaba viendo en primera persona como el rubio estaba expulsando a duras penas, sacándole arcadas de asco y de nerviosismo. Kokushibo miró eso molesto, iba a reclamarle cuando vio al peli rosa en el suelo desmayado.

─ ¡Aaah!, ¡Mierda, ¿por qué duele tanto?!. ─gritó douma, respirando y llorando, era la primera vez en milenios que sentía un dolor tan intensos, sus ojos lagrimeaban y sentía su pulsaciones aceleradas.

─ ¡Akaza, más te vale despertar, necesito agua!. ─gritó muzan, molesto, mientras el peli rosa seguía estampado en el suelo como estampilla.

─ ¡Aaah!. ─grito douma, cerró sus ojos, su frente estaba perleada por el sudor mientras kokushibo estaba casi tieso, mirando los gestos del rubio─. A-ah, koku...¿Me das tu mano?.

─ C-claro. ─comentó, semi roncó. Dio con suavidad la mano al rubio, donde a los segundos escucho sus huesos crugir, donde el oji arcoíris grito al sentir un dolor tan pulzante que no soporto el dolor, kokushibo se petrifico ante el dolor agudo que obtuvo.

Muzan se digno en limpiar al rubio, mientras, los segundos pasaron y visualizó una pequeña cabecita rubia, la cuál se asomaba con rapidez.

─ ¡Bien, ya casi lo tienes!. Uno más, vamos. ─pidió muzan, sonriendo levemente, si bien las extremidades inferiores del menor estaban manchadas en sangre, veía con emoción como el menor ya casi poseía al bebé.

─ ¿Quienes son ustedes?. ─preguntó gyutaro, alzando sus armas, apuntando a los nuevos demonios.

─ ¡Buenas noches, pequeños!, me presento, soy aki kibutsuji, él es aka kibutsuji, mi hermano gemelo menor, ellos son mis hermanitos. Hemos venido a visitar a mis primos hermanos. ─sonrió el joven de cabellos negros, demostrando un aura tan amable que hizo estremecer a los demás.

Cada joven tenía una apariencia singular. Todos les recordaban a aquél cazador poseedor del aliento solar.

─ ¡Bien!, kokushibo, levantate, busca agua tibia, ¡Ya!. ─grito muzan, cortó el cordón umbilical, luego, sostenía al bebé que no se movía, estando casi muerto, kokushibo observó casi frío el como su bebé no se removió─. ¡Kokushibo, ve a hacer lo que dije!.

El peli burdeo salió rápidamente, utilizando su habilidad para teletransportarse, donde se encargo de traer agua fresca y tibia. Muzan limpió con mucha rapidez pero principalmente delicadeza al bebé, quién a los segundos de sentir el agua tibia en su piel soltó un pequeño sollozo, haciendo que kokushibo jadeara sorprendido.

─ ¡Aaah!.

El nuevo grito hizo que kokushibo se volteará y visualizará a douma, aún en su momento de parto. Muzan depósito al bebé en una manta calida, donde el bebé se volvió a quedar quieto.

Cuando akaza reaccionó, se levantó y volvió a visualizar la misma escena, douma jadeando, kokushibo estando al lado del rubio y muzan intentando ayudar al rubio a parir, se desmayo al ver el genital inferior por dónde se asomó una segunda cabecita, pero está vez de cabello burdeo, cayendo casi cerca de donde se encontraba el primer bebé

Los gritos no cesaron hasta la madrugada del día domingo. Luego la fortaleza infinita se calmó, el ambiente volvió a ser tranquilo y silencioso, nakime deslizó sus dedos por las cuerdas del biwa, interesada también en conocer a los nuevos bebés demonios.

Douma fue trasladado por muzan a un cuarto más limpio y ordenado, los bebés iban junto a su aparente "madre" quién lagrimeo suavemente al tenerlos en brazo, apegados a su pechos regordetes.

El rubio una vez cómodo, observó a sus bebés acunados y apegados, eran tan tiernos, kokushibo había caído preso por el desmayó también, debido a la presión que sufrió, el impresión que sufrió al ver a sus hijos hizo que su mente se nublara y se cayera sumido en el desmayo, junto al peli rosa.

Muzan los dejo en el cuarto tirado, concentrado en ayudar al peli ceniza, quién lagrimeaba suavemente, abrazando a los pequeños y dando pequeñas caricias amables.

─ Felicidades, lo has hecho muy bien. ─comentó suavemente muzan. Dando una caricia amable en la cabellera rubia del menor, quién lagrimeó más.

─ S-siempre, quise algo así... Una familia, mía.

Muzan arqueó suavemente sus cejas, algo conmovido, tantos recuerdos agridulces, que se sintió tan, sensible. Muzan observó a los pequeños removerse, estirándose y el más pequeñitos de los dos sollozar levemente, muy bajito.

La puerta shoji fue tocada, muzan supo enseguida quienes eran, rui y sus demás hijos.

─ Pasen.

─ ¡Papá!. ─gritó alto Hinata, quién dio saltitos, seguido de rui quién se inclino levemente, saludando.

Los demás entraron.

─ El tío kokushibo ya reaccionó, pero está siendo entretenido por los demás demonios. ─agregó shizuka.

─ ¿Tenía más hijos?. ─preguntó douma, algo cansado, aún lagrimeando.

─ Si, ellos son los menores. ─presentó muzan.

─ Felicidades, segunda luna superior. ─añidió rui, algo neutral. Douma le sonrió cariñosamente, agradeciéndole.

─ ¡Que emoción!, la familia se agranda. ─celebró sutilmente aki.

Aka asintió, se acercó curioso a ver a los más pequeños, los demás hijos de muzan también curiosearon. Muzan estaba tranquilo hasta que kokushibo se acercó peligrosamente a la puerta, y no solo él, también akaza.

Sería una larga madrugada...

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