Capítulo 8/ Enemigos como amigos.

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Summer.

¡Me dejó plantada!

Entiendo, si la dibuja es por algo. Pero me hubiera avisado con tiempo.

Se suponía que Caleb me acompañaría a la reunión con los chicos, pero la misma mujer que él dibuja lo llamó y él salió corriendo. Traidor. Pero tierno a la vez.

Abbie y Carter tampoco pueden acompañarme, y yo ya confirmé que iría. Aunque se me ocurren miles de excusas para no ir.

Ya qué. Ya me arreglé y pedí un taxi para llegar al restaurante donde cenaremos. Suspiro antes de tomar mi bolso y salir. Saludo al taxista y le digo la dirección; toma rutas rápidas y no tardo en llegar al sitio que me dijeron.

Entro al restaurante y digo el nombre de Thomas ya que fue él quien hizo la reservación. La recepcionista me guía hasta una mesa, pero aún no hay nadie.

- ¿No han llegado nadie todavía? – le pregunto.

- Aun no, señorita. Pero esta es la mesa que reservaron.

- Gracias.

Ella se retira y leo el menú mientras los espero. Pero los minutos pasan y ya el único entretenimiento que tengo es acariciar los pétalos de las flores que están en el centro de la mesa.

- Esta es su mesa, señor – levanto mi mirada y siento cómo todo da vueltas a mi alrededor cuando observo a Teo parado vestido con una camisa blanca y un saco negro. Su sorpresa no es tan grande como la mía, pero si se nota un poco confundido.

- ¿No ha llegado nadie más? – le pregunta a la mujer.

- No, aun no. Le dejo la carta y cuando estén listos me llaman para tomar sus pedidos.

Se sienta frente a mí y es un poco complicado dirigirle la mirada. Sin embargo, cuando levanto mi cabeza y nuestros ojos se encuentran, es una milésima de segundos en los que me quedo atrapada en los suyos.

- No sabía que vendrías – digo para acabar con el incomodo silencio.

- También son mis amigos – dice a la defensiva. Pongo mis ojos en blanco.

- Eso ya lo sé, solo que no me dijeron que también estarías aquí.

- Yo tampoco sabía que vendrías – y aun así no lo noté tan sorprendido cuando me vio.

Bebo un poco de agua y un mesero nos trae vino. Nos pregunta si sabemos lo que ordenaremos, pero decidimos esperar a los demás antes de hacerlo. Teo saca su celular y textea algo.

- Jack me dice que están en camino – me informa. Asiento con mi cabeza y todo se sume en un ambiente muy incómodo y molesto.

Le doy un trago al vino y me olvido que llevo muchas horas sin comer y que además yo no soy muy buena recibiendo el alcohol en mi sistema.

Relamo mis labios cuando dejo de beber, saboreando el rastro de vino que quedó en mi boca. Siento su mirada sobre mí y cuando lo observo, mira hacia otra parte y traga fuertemente, puedo ver su nuez subir y bajar.

Ya están tardando demasiado, asique él no se opone en ordenar algo pequeño hasta que lleguen. Además, necesito comer, porque creo que solo yo he estado tomando y la botella ya está casi vacía. Capaz que es por eso que mi boca comienza a decir incoherencias.

- ¿Cómo has estado? – me mira como si me hubiera salido otra cabeza y luego ve la botella. Muestra una cara de fastidio cuando se da cuenta que tendrá que lidiar con mi yo borracha. Aunque solo lo estoy un poquito.

Hasta Que Lo Infinito Se Acabe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora