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La castaña aconsejó que Megumi descansara un par de días para seguir monitoreando su estado, claro Gojo estuvo totalmente de acuerdo, mientras tenga a Megumi cerca de él todo estaría bien; por petición del ojiverde trajeron a Tsumiki para que lo visitara, en el camino a la academia Shoko le explico que por más emocionada que esté tenía que acercarse lentamente y tener sumo cuidado con su hermano, claro la menor lo asocio con el hecho de que era porque recién se había despertado del coma, pero nada más alejado de la realidad, solo querían prevenir que por instinto el peliblanco atacara a la niña en frete de su hermano.

La reunión fue amena, los dos hermanos conversaron alegremente, Gojo le dijo a Tsumiki que Megumi estaría asistiendo a la escuela la próxima semana, así que no tenía de que preocuparse, encomendaron la tarea a Nanami para que vaya a dejar a la menor en la hacienda de los Gojo, porque aún es muy pequeña para quedarse sola, pese a que ha estado cuidando un año entero de su hermano después de que su madre los abandonara.

En los días siguientes en los que estuvo conviviendo con el mayor, había una sola cosa que no dejaba de resonar en su mente, las palabras de aquel hombre que enfrentó en el subterráneo. 'Lástima que terminaste siendo su otro extremo del hilo. De no ser así, estoy seguro de que en ese mismo momento te hubiera matado de la misma manera que lo hizo con tu padre'. ¿Acaso Gojo solo lo quería por el hilo? ¿Solo estaba vivo gracias a esa conexión que hay entre los dos? Por lo que mencionó el tipo, de no ser así, él estaría muerto y su hermana sola; un escalofrío recorrió todo su cuerpo, de siquiera pensar en eso.


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Tenía miedo de preguntarle y que la respuesta no sea lo de su agrado, pero en serio que esto lo estaba matando, lo carcomía por dentro y sabía que si no se controlaba Satoru se terminaría dando cuenta, respiraba profundamente, inhalando y exhalando con suavidad, pero al parecer aquello no era suficiente.

-Megumi, todo bien?- preguntó preocupadamente el peliblanco.

Al menor no le gustaba mentir, podría decir que se consideraba malo haciéndolo y por nada del mundo trataría de engañar al albino, no es parte del él hacerle algo como eso, tan solo pensar en que le va a mentir hace que su corazón duela.

-H-hay... algo que te he querido preguntar.- mencionó en un apenas audible susurro, el mayor se acercó un poco más para poder escucharlo mejor.

-Claro que sí, dime.- Megumi frotaba sus manos de manera temblorosa, cosa que no pasó desapercibida por el mayor.

-Señor Gojo... si usted y yo no estuviéramos enlazados, tú...- Satoru se tensó rápidamente, tenía una idea de a dónde estaba llegando esa pregunta y no le estaba gustando en absoluto. -¿Que hubiera pasado en el momento en que nos hubiéramos visto? -

El peliblanco no era tonto (no del todo), sabía de ante mano que Geto pudo haberle dicho algo en el transcurso de su encuentro, sabía que no podía mentirle, de ahí el motivo de la pregunta, "ya lo sabe" se dijo para sus adentros, tomó una profunda respiración, lo que iba a decir podría cambiar la relación que hay entre los dos, cosa que no le gustaba, quería evitar esta conversación a como de lugar.

-Antes que nada, quiero que sepas y lo tengas muy dentro de ti, que yo te quiero mucho, te amo, Megumi, más de lo que puedas imaginar... independientemente del lazo que nos une, yo te adoro.- dijo, mientras entre sus manos acunaba el pequeño rostro del azabache, haciendo que este le mire a los ojos.

-Todos estos años en los que convivimos juntos, hizo crecer en mí, un fuerte aprecio y amor hacia ti.- Podía ver cómo aquella tristeza en sus ojos se disipaba poco a poco.

Lágrimas rojas     [GoFushi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora