Mi bombilla.

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Aquella sombra del pasado me ha estado persiguiendo desde entonces... ¿Qué luz la proyecta? 

Hace varios días que mi bombilla se fundió, desde entonces mi casa se encuentra habitada por la oscuridad y yo. No he podido salir; la eterna noche me prohíbe poder encontrar las llaves y quitar los candados de la puerta. Aunque en ocasiones se acercan personas por la ventana; tratan de entrar. El otro día vino un grupo de personas a buscarme, les grité que se largaran, insistieron en vano. No puedo salir sin mi luz, extraño a mi luz.

¿Será posible que mi bombilla no se haya fundido? La busqué por toda la casa y no la encontré en ningún lado, ¿Dónde estará? ¿Acaso se fue a otra casa? ¿No soy importante para ella?

Por más que la busqué debajo de los muebles, en las habitaciones y en las cartas que nunca dejó; no la encontré. Mi bombilla no está en ningún lado. Le he llamado en repetidas ocasiones para que vuelva, no encuentro respuesta. Le dejé trampas, pero no veo su luz, aquella luz era como el sol tocando mi rostro en invierno, un tacto suave que cautivaba mi alma. Era aquella que me iluminaba en la noche y me acompañaba durante el día.

¿Acaso soy un ser miserable? Se supone que no debería de extrañarla, se fue y me abandonó, rompió mi corazón, debería odiarla. Me dejó a oscuras y se llevó mi felicidad ¿Por qué debería extrañarla? ¿Por qué lo hago?


Hace semanas mi bombilla se esfumó. Aún así la sigo esperando, apartando su lugar, pero no ha aparecido. Entre las grietas de mi ventana me percaté de una luz similar a la de ella, igual de tierna y cálida, pero al echar un vistazo no había nadie ¿La oscuridad me esta dañando mentalmente? Necesito mi luz, sin ella yo soy inútil, estoy solo; no tengo a nadie y solo soy una persona mortal más. Con ella me convertía en la persona más especial del mundo. Necesito que vuelva a iluminarme. 

Para mi sorpresa hoy mi teléfono comenzó a sonar, creí que la luz se había ido en toda la casa. Mi mejor amigo me llamó:                                                                                          

 - "Hay más luces por el mundo. Ella se lo pierde, ella ya te perdió." Mencionó efusivamente.

 A pesar de eso, no logré comprender ¿Se puede perder algo que no es tuyo? Cuándo se fue, se llevó todas sus pertenencias, pero aquí estoy yo, encerrado y a oscuras. Tal vez nuestra relación no era como yo pensé ¿Qué tal si nunca fue recíproco? ¿Y si sólo me iluminaba ya que no tenía otro hogar donde hospedarse?


Aquella bombilla me abandonó hace varios meses. Poco a poco comencé a organizar mi hogar, acomodé todo lo que estaba boca abajo y la luz del sol comenzó a entrar por las ventanas. Con la poca luz que entró pude encontrar las llaves y logré quitar los candados. Hoy, después de tanto, saldré de esta antigua casa. Claro, todavía extraño a mi bombilla.

Aunque para ella yo no soy más que un extraño, la llevaré en mi corazón y en mi alma, pensaré en ella por las mañanas aunque se encuentre en otra casa. Ella fue mi luz durante mucho tiempo, pero no puedo seguir así. Mientras la busqué en la oscuridad, me perdí a mí mismo. Saldré de mi casa, no para buscarla sino para encontrarme.


Hace casi un año que la bombilla se fue de mi vida. Mentiría si digo que no pienso en ella de vez en cuando, pero creo que hice un avance. He podido salir a la luz; no solo hay una bombilla que me ilumina, hay varias. Me di cuenta que no te llevaste mi luz, sino que esperando tu regreso ignoré las otras luces que me acompañaban. No me hiciste miserable, fui yo mismo. 

No te guardo rencor, ni te deseo lo peor, te deseo lo mejor dónde sea que estés; ____.


Para que una sombra se pueda proyectar, se necesita de una luz. Donde haya luz, habrá oscuridad. Es nuestra decisión salir a la claridad o caminar hacia atrás.


Antología: Cuentos y Poemas Del Verdadero YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora