Antología: Cuentos y Poemas Del Verdadero Yo

Desagradable Locura de Tiempo Completo

Miércoles de Tentación

Me definen como una persona densa, que siempre estoy de mal humor y supongo que tienen razón. No puedo pensar en otro sentir después de dedicar toda una vida a algo tan excelso mientras estaba perdiendo mi ser, mi esencia. Le entregué mi alma y mi ser, me encerré en este lugar para poder estar más cerca de él y ni siquiera una mísera señal me ha dado, ni la más mínima ayuda en estos tiempos caóticos. Mis hermanos están muriendo y él está sentado allá arriba, observando todo, juzgando desde su privilegio. Nos azotó con esta plaga y se fue. Nos abandonó.

¿Por qué nos hace pasar por esto? De entre millones de personas, ¿por qué a nosotros? Aquellos qué lo hemos dado todo por él. A los que viven en el pecado y los placeres banales les ha dado una vida de satisfacción y lujos, una vida siendo felices. Me arrepiento de haberle entregado mi vida, me arrepiento de todo. Él ya no es lo que creí, nos engañó. No es más que otro sujeto con poder que se cree superior que los demás ¿No es así? Le pido todas las noches que mande un rayo, otra peste, provoque un incendio ¡Que haga algo! ¡Que sane a mis hermanos! Todos nosotros merecemos seguir viviendo, ser felices aquí en la tierra. Él nos ha prometido algo que ni siquiera podemos comprobar que existe. ¡Es un timador! Si él fuera el todopoderoso ¡Que baje de los cielos y nos salve! Pero sé que no lo hará, parece ser que ya se le acabó su paciencia y su fe. Y si no, ¿Dónde ha estado todo este tiempo?

Le he entregado 53 de mis 64 años, solo para que al final atormente este convento. Hemos sufrido por su ira mientras que sus creyentes mueren uno a uno. ¡Es un insensible! Le he orado, rogado, le he hecho peticiones y he agradecido en cada momento por cada uno de sus milagros. Y él con su sabiduría que sobrepasa todo entendimiento ha desechado nuestras plegarias y corazones. No somos más que sus lacayos, viles hormigas. ¡Deja de tomarnos el pelo!

He llegado a la teoría de que esto es un castigo de nuestro padre por las acciones del ex hermano Diego. Era "inaudito" que hubiera un romance de ese tipo en nuestra hermandad y yo sabía que no bastaba con solo su expulsión, sabía que nuestro creador quería algo más, aunque no sé por qué. ¿Acaso el pecado de una persona lo tenemos que compartir entre todos? Si es así, ¿qué sentido tiene el libre albedrío? Sus decisiones, sus consecuencias, ¡Una vida justa! Así funcionaría con un Dios perfecto, pero el nuestro no lo es. Es solo uno egocéntrico que le gusta ser alabado todo el día. Me arrepiento de haber seguido tú doctrina, tus valores y tus deseos por 53 años, me arrepiento tanto.

Jueves de Reflexión.

De los 43 clérigos que nos encontrábamos, solo quedamos 4. La plaga que nos envió ha sido letal. He tratado de encontrar un sentido, pero ha sido en vano. Soy el único que puede ponerse en pie, mis tres hermanos se encuentran en la cama. La comida del mes se acabó, el domingo regresa el hermano Dilan del pueblo. Es increíble como en tres semanas todo se ha ido al carajo. ¿Dios estará jugando con nosotros? Quizá, sólo quizá; se aburrió. Nos está aniquilando cómo un niño travieso arrasa con un hormiguero. ¿Cuál será tú punto, señor?

Mientras preparaba una sopa para mi y mis hermanos, sorpresivamente escuché una voz proveniente de los cuartos, era el hermano Ezequiel. "Padre, si quieres sánanos, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya." Admiro su fortaleza, su fe. Es algo increíble que aún la tenga a pesar de tener su cuerpo lleno de llagas y manchas. Le tengo envidia.

Recuerdo las palabras de Áaron antes de morir, él también tenía una fe inquebrantable, cuando se enteró de mis dudas y leyó parte de mi diario, me sermoneó:

"Calma hermano Abraham. Eliezer, en paz descanse, ¿no dudó lo mismo? Ten fe hermano, porque la paga del pecado es nuestra muerte, pero la dádiva de Dios es la vida eterna. Y es posible que tus insultos y blasfemias hagan que la cólera de Dios arda más todavía contra nosotros."

Pero, si a Jesús no le ha importado nuestra salud, ¿realmente le importan nuestros pecados? ¿Alguna vez le hemos importado?

He tratado de hallar una respuesta, un motivo, una causa. Quizá fallamos en algo, pero no logro comprender en qué. Quizá no fueron las acciones de Diego, sino algo más. Espero, Señor, que en el más allá podamos conversar y que me expliques el porqué de todo este sufrir y que al final todo esto es una de tus tantas pruebas, ha sido una muy cruel.

Viernes de Amnistía.

Mi salud ha empeorado, al igual que mis hermanos. Mi cuerpo se encuentra cubierto de llagas y las de mis hermanos ya están en una situación deplorable. Con las pocas fuerzas que me quedan hice un cartel que colgué a las afueras del monasterio, una pequeña frase que a la vez es una advertencia. 

Quedó bastante de la sopa que cociné ayer. Aún en mi actual estado, soy el que está en mejores condiciones de entre mis hermanos, más bien mis amigos; ya no compartimos padre. He decidido sentarme a la orilla de la ventana, contemplando el bello paisaje montañoso que el creador nos hizo. He estado pensando mucho en él, más que en toda mi vida. He leído sus escritos y comprendí que esto no ha sido obra suya, son las acciones egoístas de nosotros, sus hijos. El señor no es capaz de hacer algo tan atroz contra su creación, su creación trajo la plaga aquí y yo en plena cólera y lleno de ira y rabia he decidido arremeter contra él.

El odio te ciega y cuando ocurre una desgracia preferimos buscar a un culpable que aceptar la propia culpa, evadimos cualquier responsabilidad y nos enfocamos en un odio al ajeno. Te pido perdón mi señor. Perdón por hacerte responsable de nuestras propias acciones. Quizá nos contagiamos cuando fuimos al pueblo a repartir tu palabra, quizá por eso mismo no ha regresado el hermano Dilan, quizá esto sea una plaga que esté azotando a todos y nosotros, egocéntricos por naturaleza, hemos pensado que es un castigo que tú nos has mandado. pero lleva primero a mis hermanos que ellos han sufrido mucho más que yo. He blasfemado, pero ellos no, llévatelos mi señor, te lo imploro.

Sábado de paz.

Mis hermanos se me adelantaron, solo quedo yo. Estoy sumamente débil, no tenía fuerzas para escribir. Llegué a la conclusión que esto ha sido una prueba más de nuestro Señor. Esta plaga no la mandó él, la mandó las acciones de nuestro hermano, él fue quien trajo a esa señorita a este templo, el que comenzó todo. Quizá esto es solo una prueba de nuestra fe, de observar si somos lo suficientemente fuertes como para no flaquear. Jesús, acuérdate de mi cuando llegue a tu reino. Perdona mis ofensas así como nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido. Llévame a tu barca, pescador de hombres, 

Domingo de Sepultura

Sé que hoy moriré, pero Dios así lo quiere. Espero que si alguien encuentra este diario, ponga un altar y nos den santa sepultura. El cuerpo de Áaron está en los dormitorios del segundo piso, Santiago está en la tina del baño del primer piso,  José en la ventana del comedor y yo iré al templo para tratar de alabar a Dios, sino vuelvo a escribir ya saben dónde estoy.