Tratos Con Piratas

159 23 0
                                    

Yongsun apenas cruzó la puerta, antes de voltearse para enfrentarse a Byul.

-No soy ingenua. -gruñó.

Byul se rió. Cerró la puerta, apagando la luz y el ruido de la taberna, dejándolas en un muelle tranquilo y oscuro que daba a las olas azules y poco profundas del Mar Azul.

-Llevas tiempo guardándote eso, ¿verdad? -se burló Byul.

-Y tampoco voy a caer en tus brazos. -continuó Yongsun.

Byul se acercó a ella y miró hacia abajo, como si estuviera evaluandola para una pelea. Lo que viera no debía preocuparla.

-Estás cargada cómo una puta pistola.

Yongsun entrecerró los ojos ante la petulante pirata

-¿Crees que esto es divertido?

-Por suerte para ti, sí. -respondió Byul. Se acercó más y bajó la voz-. Pero oye, al menos fuiste lo bastante lista como para esperar a que estuviéramos lejos de mi tripulación. -sus ojos se ensombrecieron-. Si no lo hubieras hecho, me habría divertido mucho menos.

Yongsun frunció el ceño ante eso.

-No estaba esperando. Sólo estaba...

Byul ni siquiera esperó a que terminara.

-Sigue caminando. -señaló hacia el agua azul, que brillaba bajo la luz de la luna-. Hasta el fin del muelle.

Pasó junto a ella y Yongsun la siguió a regañadientes. La capitana pirata caminaba con pasos pesados, el andar de una mujer que sabía que podía matar y salirse con la suya.

Tenía tal poder de persuasión en su físico que ni siquiera Yongsun era inmune a él.
No era magia, pero era tan cautivadora que bien podría haberlo sido. Sintió escalofríos de intriga y miedo en todo el cuerpo, sin saber si la pirata la intimidaba o la atraía.

El aire fresco y perfumado de sal que ondulaba en el Mar Azul era relajante, en comparación con el aire cálido y cargado de la taberna.

Nefala en sí no era gran cosa, pero sus vistas del Mar Azul eran impresionantes.

Mientras que Regolis, la capital del Reino de Ilopía, daba al mar del Oeste, Nefala daba al mar Azul.

Y mientras que el mar del Oeste era mucho más seguro y adecuado para la pesca y la navegación, el mar Azul era el más hermoso: sus aguas, cristalinas y azules, y sus corrientes, poderosas e indomables. El Mar Azul era el hogar de Yongsun, y su visión aliviaba su espíritu nostálgico.

También debió de tranquilizar a Byul, porque cuando llegaron al final del muelle, la pirata cerró los ojos e inhaló profundamente.

Se giró y se apoyó en la barandilla. Echó la cabeza hacia atrás, con el tricornio ligeramente inclinado, y miró hacia el segundo piso de la gran taberna de piedra.

-Podría haberte llevado arriba. -dijo Byul-. Las habitaciones son bastante privadas. -volvió a respirar hondo y los músculos de sus hombros se relajaron-. Pero me pongo un poco inquieta cuando estoy aislada del mar.

¿Inquieta?

Yongsun nunca había visto a nadie menos inquieto que la capitana Moon Byul.

-Imagino que tampoco querrás dar a tu... -Yongsun hizo una pausa al recordar las palabras de Wheein-. Amiga una idea equivocada.

Byul entornó los ojos.

-¿Qué amiga?

-La... mujer... -dijo frunciendo el ceño. Seguramente, la pirata sabía a qué se refería-. La que estaba... encima de ti.

Piratas de Aletharia [MoonSun] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora