La decisión.

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Mariana pankratova.

El hombre movía el cuchillo de una mano a la otra.

— Ven niñito bonito, a lo mejor me quedo con una de tus orejas.

Se nos fue encima y jale de la mano de max pero este no se movió si no que tomo una sartén. el hombre movia con agilidad el arma filosa que cargaba mientras max parecia un espadachín experto con una sarten, algunos cocineros se unieron al hombre y yo tome un hacha que estaba en la tabla de cortar carnes, no importaba que matara aquien sea, solo me importa la vida de mi familia ya que eso era lo que eran ellos para mi.

— Estela corre— estala se deslizó sin importarle que el vestido se le levantara un poco.

Llegó a la puerta y la abrió para poder meter el código del elevador de la cocina para así lanzarlos por el ducto.

Acuclille a uno y lo lance, max no se quitaba al hombre de encima y me le trepe por detrás y con un cuchillo que tome de la mesa se lo pase en la garganta.

—не трогай мои кошачьи глаза.

(No te metas con mis ojitos de gato).

Max me miró con devoción y tomo mi mano cuando caí al suelo encima del hombre

— No sabes cómo me prendes.....

— No hay tiempo para eso, calenturientos — informo Massimo con mal gesto.

Max gruño y yo tome su mano para correr a la salida de escape.

— Rebeca ahora que.

Vaya, de lo que me había perdido ahora estábamos trabajando con la policia, max me miró entendiendo lo que pense y se encogió de hombros.

Le dió una indicación que al parecer no le gustó.

— ¡¡Cómo voy a saber que libro es!!

Algo le dijo ella y el resoplo.

— Andando.

Había varias puertas a la que max daba patadas para poder ver cuál era la que buscaba, fueron cinco hasta que llegamos a la última y era una biblioteca.

— Tenemos solo cinco minutos para poder sacar todos los libros para llegar al conducto secreto de Danilo.

Todos comenzamos a lanzar los libros al suelo, pero había muchos y era como buscar una aguja en un pajar.

Lance una hilera y nada, y el tiempo no paraba.

«piensa Mariana».

Me tomé un respiro y cerré mis ojos con la mano en la cabeza

«¿Dónde lo pondría un cretino como José?».

Entonces se me prendió el foco, osea no solo debía pensar como el mafioso Danilo ya que ese no lo llegue a conocer, pero si por el hombre que pasó tres años conmigo.

—¡¡Mitologia griega!!, busquen un libro sobre la mitología griega.

Comenzamos a correr a los estantes donde había varios de ese género, y los lanzamos mientras los pasos atrás se escuchaban cerca, toque uno que no cayó si no que abrió la puerta.

— ¡¡Corran!!

Los proyectiles no tardaron en caernos encima.

Max no me soltaba mientras la puerta se cerraba, los disparos no se escuchaba y el corazón lo sentía en los oídos, mire al hombre que amaba como se aferraba a mi mano.

Sabes lo pequeños detalles, la manera de no solo decir te amo con las palabras si no con las acciones, dónde en este momento y muchos más guardaría en mi memoria para nunca olvidar el verdadero amor que no me dió nadie si no el hombre que no me soltaba con temor a perderme, eso me llenaba y me ponía nostálgica de solo imaginar perderlo.

aprende a engañarme volumen 2... no me hieras tanto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora