BioShock Infinite: "The Perfect Dimension"

-46- //No soy Booker//

—Hmm... ese favor que me pidió sé que está mal... de hecho... creo que no descansaré nunca por ese favor—

—...—

—No sé ni por qué me molesto en hablar conmigo mismo... estoy solo ahora—

—...—

—Lo máximo que puedo hacer es seguirla de cerca... que no cometa los mismos errores que yo y que rompa este círculo—

—...—

—Hermana... te echo de menos...—

【-】【-】【-】【-】【-】【-】

Todo era negro, no se podía ver absolutamente nada.

Aunque se podía notar un tacto, tanto frío como húmedo, como si estuviera tumbada sobre una capa de hormigón en el suelo

—Brrr—

Únicamente se escuchaban de fondo sonidos de un arma, como si estuviera girando constantemente, o si alguien la estuviera enfrente suya.

—Brrr—

Volvió a sonar el arma.

Al final, abrió ligeramente los ojos le costaba como si sintiera un buen dolor de cabeza en esos momentos.

Aunque lo primero que vio le hizo horrorizarse, era un cadáver.

Era de un señor encangrentado, con pelo blanco y traje con gabardina sumado a un sombrero de detective en el suelo mientras estaba ensangrentado.

Estaba el cadáver de lado, revelando unos ojos blancos sin vida y un gran agujero en el pecho, era el cadáver de Comstock.

—Brrr—

Volvió a sonar el sonido del cargador.

La persona que acababa de despertar era nada más y nada menos que Elizabeth, estaba de nuevo en Rapture no lo entendía ella estaba en París con su casa con su gente con el amor de la ciudad, o eso creía ella.

Esa se giró para ver a un hombre, era una persona normal, quien estaba girando el cargador de un cañón de mano mientras que apuntaba a Elizabeth.

Este llevaba unos pantalones azules sumando a un chaleco amarillo en el cual había un nombre bordado Lonnie para que luego Elizabeth viera que tenía las manos ensangrentadas.

Luego ese tal Lonnie apuntó a la cabeza de Elizabeth y disparó el arma, haciendo que esta no reaccionara debido a su aún estado de fatiga, pero no pasó nada, solo el arma hizo el sonido que disparaba, pero no salió nada.

—Vacio...— se quejó aquel Lonnie mientras miraba el arma confundido e intentaba volver a disparar el arma.

Al parecer la había recargado varias veces, pero las balas no salían, así que volvió a girar el cargador y volvió a disparar, pero nuevamente, no salió nada.

—Vacío de nuevo ¿Cómo es posible? — se quejó nuevamente mirando el arma.

Luego de eso, Elizabeth comenzó a escuchar los sollozos de una niña pequeña, haciendo que a duras penas girara la cabeza y se encontrara a otro hombre sacándola ferozmente de la salida de humos, con la intención de llevársela.

Aquella niña era Sally, y su presencia provocó que Elizabeth intentara erguirse para socorrerla, pero inexplicablemente su cuerpo se negaba. No respondía a su voluntad. Desesperada, intentó articular palabras, pero sus cuerdas vocales se encontraban igualmente paralizadas.