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—¿Estás bien?  ¿Te lastimó? —le pregunta Jungkook preocupado.

Jimin niega.

—No, aunque tuve miedo. —responde.

—¿Quién era él? —pregunta mirando el rostro preocupado de Jimin.

—Él es mi ex novio. Se llama Minhyuk.

Jungkook le da un vaso de agua y Jimin toma asiento en el pequeño sofá. Aún seguía un poco aturdido por lo que pasó.

—Pues sea quien sea no tiene el puto derecho hacerte eso como si nada. Me saca de los putos cojones que te tratara así. Sino bajo a ver si has llegado, no me quiero imaginar que te habría hecho.

El rubio noto su enfado, apretaba demasiado los puños, en su rostro se podía ver lo molesto que estaba.

—Jungkook tranquilo, estoy bien, no volverá a pasar.

—Jimin, no pienses que soy un entrometido ni nada de eso, pero me pone de los putos cojones saber que te pudo hacer algo peor.

Jimin mordió su labio. Tal vez estaba loco por pensar en esto pero, ¿Jungkook se preocupa por él? Sus gritos internos y sus mejillas ruborizadas fueron demasiado. Su tonto corazón parecía que estaba en un carnaval, cada día o segundo que pasa el pelinegro le encanta.

—Gracias por preocuparte por mi. De verdad te lo agradezco Jungkook, me salvaste.

Jungkook se inclina hacia él, cerca de sus labios aunque Jungkook no fue consciente de ese acercamiento, aunque Jimin sí que se puso rígido ante su cercanía.

—Me has dado una oportunidad en esta jodida vida, quiero darte todo y cuidarte si es necesario. —ok sus palabras sonaban más personales, su intención era decir otra cosa, sin embargo no supo de dónde salieron aquellas palabras. Se da cuenta de su cercanía, se aleja ruborizado del rubio— Desde ahora, cuando salgas incluso si tengo el día libre, te acompañaré ¿estaría bien? esa clase de tipos jamás se rinden y querrá volver acercarse a ti.

—Si, está bien. —musitó tímido— gracias por tu preocupación.

—¿Seguro que estás bien? —le insiste.

—Claro que sí. Solo tengo un poco de hambre.

Su estómago gruñó, Jungkook entonces recuerda el ramen que le preparó.

—Yo cociné un poco de ramen para ti. No es la gran cosa pero es lo único que sé hacer. ¿Quieres un poco?

Comenta yendo a la pequeña cocina. Jimin lo sigue viendo el plato con algunos onigiris al lado, estaba conmovido por su gesto tan amable. ¿Se lo preparo a él? No podía evitar emocionarse por ello.

—Es lo más lindo que han hecho por mi. Gracias Jungkook. —le besa la mejilla ante su dulce intento de cocinarle.

Tal vez solo sea ramen instantáneo, pero para el rubio era lo más lindo que alguien haría por él.

Jimin se sentó para comer, mientras Jungkook se tocaba la mejilla por lo dulce que fue ese beso. Sorio como bobo. Lo ve comer y feliz del gesto que tuvo con él. Ambos platicaron un poco sobre su día y a Jimin le agrado que el pelinegro le contara un poco de su día.

Esperaba que entre ellos fuera así siempre, por qué el corazón de Jimin comenzaba a sentir cosas por el pelinegro.


︶꒦꒷♡꒷꒦︶



Ha pasado una semana desde que ambos comenzaron a vivir juntos. Jungkook, como lo prometió, empezó a irse con él todas las noches, incluso cuando no tenía trabajo, él iba a recogerlo. Sus días juntos consisten en, irse juntos, comer comida chatarra y limpiar el apartamento.

𝗆𝗂 𝗅𝗂𝗇𝖽𝗈 𝗋𝖾𝗉𝖺𝗋𝗍𝗂𝖽𝗈𝗋 ⤿🥪𝗄𝗆🛵⤾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora